capitulo 3 amnesia amnesia..""..

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En los días que siguieron, Drew y yo caímos juntos en una rutina fácil. Él siguió trabajando en el sitio de construcción cada día excepto por un día que llovió. Ese día había vuelto a casa temprano con un gato extraviado que había encontrado acurrucado afuera y una bolsa de comida para gatos, diciendo que el animal estaba abandonado, como él. Me rompió el corazón la manera en que se comparó a sí mismo con el callejero, como si realmente creyera que nadie lo quería. No pude decirle nada después de eso, y así fue como el maldito gato, llamado Tom por Tomás de Aquino llegó a compartir el departamento con nosotros.

Tener a Drew viviendo conmigo tan estrechamente se había convertido rápidamente en algo cómodo. Era amable y atento, a menudo haciendo cosas por mí para mejorar mi día un poco, como tener mi café preparado y una pequeña cacerola de leche hirviendo cuando me levantaba de la cama. Me gustaba su lado educado, incluso si era parte de trabajar a través de su amnesia y una manera para él de sentirse como si estuviera de alguna manera contribuyendo.

 

Luego de perder a mi mamá a una edad tan joven y crecer con un padre soltero, no había sido mimada o cuidada de esa manera... jamás. Él parecía preocuparse genuinamente, a menudo preguntándome sobre mi día, o cómo estaba yendo mi investigación y escuchaba atentamente mientras yo le respondía. Era lindo tener a alguien cerca. Estar juntos tanto tiempo significo que ahora éramos casi inseparables.

Me encontré extrañándolo cuando se iba. Comencé a cambiar mi rutina para poder irme a las mismas horas que él, optando por estudiar en la cafetería o en la biblioteca así no tenía que estar sola en el departamento. Siempre había adorado mi soledad y prefería vivir sola, pero tener a Drew cerca había alterado eso.

Luego de la cena de cada noche él pasaba unas horas en línea intentando encajar juntas las piezas de pequeña información que teníamos sobre su pasado. Completó la prueba de Coeficiente Intelectual y un examen de nivel universitario como yo había sugerido y lo hizo extremadamente bien en ambas. También pasaba tiempo en línea buscando en redes sociales por alguien llamado Drew en el área de Chicago, pero había unos cientos de ellos, y no podía encontrar nada de interés. También continuó ayudando con las tareas, y pasaba tiempo pintando luego de que me fuera a la cama.

Esa noche de viernes marcó su primera semana completa estando conmigo y, de lejos, sus pesadillas no habían cesado. Al principio, solía dormir con la puerta de mi habitación abierta así podía ir hacia él y consolarlo en la noche cuando lo necesitaba. Las últimas noches, sin embargo, él venía a mi cama y yo no podía rechazarlo. Lo quería cerca de mí también. Nos habíamos vuelto rápidamente cercanos, sólo parecíamos encajar juntos.

Luego de la comida para llevar y mirar una película en la televisión, ambos estábamos cansados de la agitada semana. Fuimos a la cama juntos, ya sin escondernos bajo el pretexto de armar el sofá para él.

Nos metimos en mi cama, cubriéndonos con las frescas sábanas. Suspiré y cerré los ojos, permitiéndome acurrucarme en sus brazos, sabiendo que eso era lo más lejos que él lo llevaría.

Jamás hubiera pensado que me sentiría tan cercana a alguien que había conocido en un tiempo tan corto. Normalmente era una persona privada, y tan cuidadosa sobre dejar a alguien entrar que mi manera de abrirme con él me había sorprendido. Descansé mi mano encima de su corazón y sólo disfruté de la sensación del golpeteo constante bajo mi palma. Lentamente, me dejé caer dormida en sus brazos.

Drew gritó en sueños y se sentó en la cama. Abrí los ojos de golpe, despertándome abruptamente.

—Está bien. —Coloqué mi mano en su hombro, intentando calmarlo con caricias gentiles.

Su corazón estaba acelerado y su piel estaba húmeda del sudor.

—¿Otra pesadilla?

—Era tan real. Estaba de vuelta en ese almacén. Recuerdo pelearme con él. Se sintió tan real, como si realmente estuviera allí. Tal vez todo pasó como dijeron que lo hizo.

—Fue en defensa propia, sin embargo, ¿verdad?.

 

¿A quién estaba intentando convencer, a Drew o a mí?

 

—Sí. Eso creo. —Lentamente asintió con la cabeza—. Eso es jodido, sin embargo. No saberlo por seguro.

Su duda me sorprendió, pero pude ver el dolor en sus ojos. Podía o bien arriesgarme y confiar en él, o saltar a las acusaciones. Podía darme cuenta que él necesitaba que yo creyera en él. La policía había retirado todos los cargos, así que no se sentía bien que yo todavía dudara de él.

—No eres un monstruo. —Me acurruqué en su pecho, plantando un beso en su cuello—Eres dulce y gentil.

Frotó los nudillos en mi estómago, y se acercó más a mí. Comenzó a bajar la mano, hundiéndose debajo de la cintura de mi ropa interior.

—Drew, no creo que esa sea una buena idea.

 

Él acababa de tener una pesadilla sobre matar a un hombre, por el amor de Cristo. El sexo era lo último en mi mente.

Sacó su mano como si se hubiera quemado.

—Entonces me tienes miedo.

—Por supuesto que no. —Levanté mi mano para sujetar su mejilla.

—Entonces estás disgustada por mí.

—No es eso tampoco. —Me senté en la cama, completamente despierta ahora.

amnesia ''''....amor,drama..'''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora