𝙻𝚘𝚊𝚍𝚒𝚗𝚐↻5🖤

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El tiempo pasaba lentamente en aquella sala de espacio reducido, en donde un joven de cabellos marrones y mechones rojizos pasaba cada segundo, comparándolo a su vez como un eterno martirio del cual anhelaba huir.

Sus manos de tonalidad morena estaban atadas con frías esposas, y su mente no dejaba de pensar en todo lo que podría suceder en el futuro. ¿Qué sería de él luego de eso? ¿Sería libre para continuar con su camino?. Aparte suyo solo habían dos sillas, de las cuales ocupaba una además de una mesa blanca entre ellas.

El sudor recorría su sien y la ansiedad ya se estaba haciendo presente. Necesitaba salir de allí, no podía volver a la cárcel otra vez o de lo contrario lo matarían. Tal vez sonaba exagerado, pero no era nada más que la mera verdad.

Fijó su vista hacía la pequeña y única ventana del recinto en donde apenas la luz de luna iluminaba parcialmente el pequeño salón. Aparte de ella, sólo había una diminuta bombilla encendida mientras que todo lo demás, permanecía en total oscuridad. Tragó en seco y sus pies comenzaron a moverse con demasía por consecuencia de sus nervios, los que ya comenzaban a atormentarle.

Finalmente y como un rayo de esperanza la puerta de su encierro temporal se abrió, permitiéndole el acceso a un muchacho cuya identidad reconoció de inmediato. Su cara la había visto en la televisión ¿No era el extraño el detective del cual todos hablaban en las noticias por causa de sus hazañas? ¡Sí! No estaba equivocado.

El muchacho se sentó frente a él con una taza en una de sus manos, mientras que con la otra sostenía un cartapacio cuyo contenido era desconocido. Sin embargo, supuso que se trataban de casos anteriores relacionados con él.

El recién llegado colocó la taza a un lado y el documento en el centro, el cual procedió a abrir escasos segundos después. Bufó. Sabía que le daría alguna clase de escarmiento respecto a su comportamiento y luego indagaría en búsqueda de respuestas. Todos los policías eran iguales.

—Le tomó bastante tiempo venir aquí ¿No lo cree?

Xiaojun lo miró de reojo y luego devolvió su vista hacía los papeles sobre la mesa. Los analizó mentalmente y como si nada estuviera pasando, procedió a responder:

—Parece que no es tu primera vez ¿Eh?. Incluso estuviste tres meses en prisión cuando tenías 18. Supongo que debes de sentirte orgulloso.

Donghyuck resopló. ¿Acaso quería congraciarse? Pues sólo estaba logrando que le diera una terrible migraña.

—¿Quién podría sentirse honrado de haber pisado la cárcel? Ridículo.

—Los pandilleros como tú les hace sentir orgullosos cosas tan estúpidas como esas. Digo, tus compañeros son como la familia que nunca tuviste- espetó Dejun; fríamente -Qué tal si hacemos un recuento de tu vida ¿Te parece bien?—.

—No es necesario que lo haga.

—¡Pero me apetece conocerte! Resumir todo ¿Estamos de acuerdo?— contestó el chino —Tu madre llegó a Inglaterra como inmigrante de Corea del Sur. Te tuvo aquí y luego se casó con un hombre que le ofreció su residencia a cambio de ser su esposa. Cuando ella obtuvo la nacionalidad Inglesa, los problemas entre tu madre y tu padrastro comenzaron por causa de los problemas económicos. Escapaste de casa a los diez años y te uniste a la pandilla Drippin, cuando tu padrastro asesinó con un disparo en la cabeza a tu...—.

Un gruñido por parte de Donghyuck, ocasionó la atención absoluta de Dejun quien simplemente sonrió levemente en respuesta. Parecía que ya había encontrado el punto débil del muchachito.

—¿Estás bien? ¿Quieres un poco de agua para beber?

—Solo dígame qué quiere. No quiero escuchar algo que ya sé— golpeó el moreno la mesa —Porque sé que usted quiere algo de mí. Estoy aquí injustificadamente—.

𝐶𝑟𝑖𝑚𝑠𝑜𝑛 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒: 𝑂𝑑𝑦𝑠𝑠𝑒𝑦 ¦ 𝑋𝑖𝑎𝑜𝐷𝑒𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora