Tras cruzar innumerables calles y avenidas, las zonas peligrosas y oscuras de London se hicieron presentes. La ausencia de transeúntes, era realmente notable y ni siquiera cuando todo parecía sumido en total tranquilidad provocaba que los miembros del cuerpo de la policía se sintieran de la misma forma.
Las manos de Suh estaban empapadas por causa del sudor además del contacto con el volante, mientras que Dejun intentaba conciliar la calma y el sosiego entre los presentes. No obstante, el de tez canela seguía en el mismo estado que solamente dejaba nerviosos al resto de los presentes.
—¿Cuánto falta para llegar?— cuestionó Xiaojun.
—Muy poco según el GPS y la dirección que Donghyuck nos otorgó. Solamente faltan unos cuantos metros más y ya habremos llegado— replicó Suh.
—Jungwoo tiene suerte de no haber venido. Estaría seguramente tan nervioso como nosotros y ése chico no soporta la presión.
—Aún no puedo entender cómo ése idiota sensible es policía. ¡Además! Pertenece a la unidad de criminalistica, eso no tiene sentido— respondió John entre carcajadas, en su intento de aligerar el ambiente —Aunque bueno, hay que admitir que el tipo es excelente en lo que hace—.
—Yo solo espero que nos ayude a encontrar algo pronto para atrapar al Príncipe Carmesí. ¿Ya inspeccionaron los registros?— interrogó Dejun; expectante.
—No que yo sepa. Recibí una llamada esta tarde de esa unidad y ellos me dijeron que la lista de personas con automóviles de lujo sin mencionar grandes rosales en casa, era realmente considerable.
—Y no podía ser diferente... Maldita sea, creo que ésto será más difícil de lo que pensaba.
—Te lo dije, pero tu ego parece ser mucho más grande.
—Ya llegamos...— musitó Donghyuck, provocando la atención del detective quien lo miró fijamente.
La caravana de automóviles se detuvo finalmente, frente a un edificio andrajoso y aparentemente abandonado. Parecía una especie de fábrica obsoleta y la única entrada para accesar al lugar era custodiado por al menos 6 hombres fornidos y bien preparados.
Xiaojun tomó la radio dentro de su chaqueta, y con éste le habló al resto de su equipo el cual comandaba con mucho orgullo:
—Ha llegado la hora muchachos. Sean discretos y asegúrense de no ser descubiertos. Quiero que el agente Jackson se ponga en posición para realizar nuestra entrada al lugar— ordenó Dejun —Estén atentos y con los ojos bien abiertos. Necesitamos encontrar a Kim Doyoung y seguramente atrapar al resto de los que se encuentran dentro del área. Ya he realizado llamadas previas y muy pronto este sitio estará rodeado, cambio—.
Xiaojun extrajo entonces de su bolsillo, una bufanda con la que cubrió gran parte de su rostro, además de unas gafas de sol y una llave con la que liberó al de tez canela de las esposas que lo mantenían sin la movilidad de sus manos.
—Ni se te ocurra hacer una tontería niñito— espetó John; frívolo mientras también se cubría el rostro como su compañero.
—No se preocupen. No haré nada de lo que esperan— aseguró Donghyuck, con una pequeña sonrisa.
Por consiguientemente todos se bajaron del auto, con los latidos de sus corazones incrementando su velocidad. Cada agente presente tomó en cuestión de segundos sus papeles, siendo el tal Jackson el encargado de actuar como un poderoso traficante de armas llamado el "León Blanco". Recibieron los datos del genuino delincuente gracias a la Interpol, así que tendrían un as bajo la manga en casa de que un interrogatorio se presentara.
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𝐶𝑟𝑖𝑚𝑠𝑜𝑛 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒: 𝑂𝑑𝑦𝑠𝑠𝑒𝑦 ¦ 𝑋𝑖𝑎𝑜𝐷𝑒𝑟𝑦
FanfictionA las oficinas del famoso detective Xiao Dejun llegan los expedientes de un peligroso asesino serial y ladrón de guante blanco que ha aterrorizado Inglaterra durante un largo tiempo, cuyo origen e identidad son un completo enigma para todo el cuerpo...