Capítulo 13: Payasos.

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¿Les ha pasado alguna vez que estás lo más cerca que puedes de una persona pero la sientes a millas de distancia de ti? Si no es así espero que nunca les pase, es frustrante. Por cada día que pasaba sentía a Cat más lejos de mí, y no es que antes era muy diferente (había logrado acercarla un poco, creo) es sólo que ahora, no sé porque, sentirla así me molestaba. Odiaba caminar de la mano con ella y saber que su mente no estaba en ese momento, sino en uno muy lejos de mí o de cualquiera. Lo mismo pasaba en la hora del almuerzo, cuando estábamos en mi auto o en cualquier clase y ¿recuerdan cuando la tocaba y se estremecía? Bueno, estaba pasando de nuevo, cuando la agarraba de la cintura frente a todos ella temblaba y se apartaba. Nunca en mi vida me había sentido tan rechazado.

–Entonces ¿irás al campamento Tery? –pregunté para sacar conversación, ella me vio sobre su plato intacto y se encogió de hombros– Come, por favor.

–No creo que sea buena idea –me dijo y mordió su sándwich.

–¿Por qué no?

–No estoy segura de que quiera estar fingiendo tanto tiempo esto. Yo creo que lo mejor sería que finja estar enferma y que digas que ese es el motivo por el que no te acompañé.

–No, yo no creo que sea lo mejor, es nuestro viaje de generación Tery, no quiero que te lo saltes sólo por este estúpido plan –esta vez ella no ganaría, iría a ese campamento.

–De todos modos no es como si quisiera ir con esta hermosa generación –su sarcasmo me molestó.

–Ellos ya no te molestan.

–Oh ¿debo agradecértelo a ti? ¿Crees que es mucho mejor ser acosada por cada mujer de este instituto porque te quieren a ti? ¿Crees que me gusta ser el centro de atención y que mi nombre sea el nombre de los chismes? –bien, por lo menos volvíamos a discutir, al parecer ella estaba dispuesta a mostrarse cerca de mí sólo para las discusiones. 

–¿Crees que a mí me gusta ir por los pasillos y escuchar “Oh miren, al parecer el idiota fue domado”? ¿Crees que me gusta que ahora tenga que contenerme de querer acercarme a alguna mujer porque sé que te verán como la cuernuda estúpida? La única mujer que he tenido cerca eres tú y tiemblas cada vez que me acerco –ni siquiera la toqué y tembló. Antes me sentía terriblemente rechazado por ella al ver eso, ahora sólo logró irritarme más.

–Entonces deberíamos adelantar la fecha de la ruptura para que cada quien vuelva a su jodida vida ¿no? –eso me dejó frío por un momento ¿ella estaba terminando conmigo?

–Tenemos un trato –atiné a decir–. Un mes ¿lo recuerdas? –dije tratando de sonar calmado.

–No puedo esperar para que termine –susurró. Cuando estuve por responderle, su celular me interrumpió–. Debo irme –de pronto se había puesto pálida. Cuando se levantó nos dimos cuenta de que casi todos habían estado pendientes de nuestra discusión.

–Es el momento adecuado Cat –susurré, ella me vio como si me hubiera vuelto loco. Yo me levanté sólo lo suficiente para estar a su altura, coloqué mi mano en su nuca y la atraje a mis labios. Al principio puso resistencia pero después se relajó y creo que me siguió el beso, pero lo único que me importaba era que estaba besando a Tery frente toda la escuela.

Nos separamos y vi como sus ojos se cristalizaban, justo como la vez que la besé en mi casa. Asintió y se fue de la cafetería dejándonos a todos mudos, ella tenía razón, su nombre y el mío eran los nombres del chisme del momento. Volví a sentarme preguntándome qué era lo que había recibido que la hizo ponerse  así.

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