Capítulo 5: fiesta.

52 2 0
                                    

5
Al

– ¿Estás diciendo que ya tienes novia? -Bromeó Ed, mi mejor amigo, muerto de risa. Yo rodee los ojos y gruñí ¡Qué amigo tan maduro!

– ¿Me avisas cuando dejes de reír? Digo, así podré seguir contándote la historia -Dije mordiendo mi hamburguesa.

– Ya, ya. Lo siento Al -Trataba de calmarse-. Es que se me hace difícil creer tu situación. Al -todas me aman- Foster se vio rechazado por una mujer hace unos días y después tuvo que rogarle a la misma mujer que lo ayudara.

– No le rogué, Ed, hicimos un trato -Aclaré.

– Como sea.

– Mira, no te conté esto para que te burlaras. Necesito apoyo moral, amigo -Dije exagerando mi pesar.

– ¿Apoyo moral? Amigo lo que tú necesitas es que Cat sepa fingir ser tu novia -Fruncí el ceño, no me había puesto a pensar eso. Pero Cat iba al club de teatro ¿no?... Ah no, esa era Kate.

– ¿De qué hablas?

– No te vayas a molestar pero se nota demasiado que no le agradas -Pareció meditarlo un momento y después continuo-... que ningún hombre le agrada, más bien.

– Estás diciendo que es...

– No -Me cortó rápidamente-, tampoco se acerca mucho a las mujeres...

– No te entiendo Ed -Sólo le daba vueltas al asunto y me confundía.

– Lo que te estoy tratando de decir es que Cat es muy... rara -Explicó- ¿estás seguro de que funcionará?

– Yo espero que sí -Dije confundido. Ed había logrado que dudara de mi plan-. Nos conviene a ambos que funcione.

– No Albert, no me refiero exactamente a eso. No tiene nada que ver con las tutorías o el sábado. Me refiero a lo que pasará después -Mi amigo se inclinó sobre la mesa para acercarse más a mí- ¿qué pasará cuando tu padre quiera seguir viendo a Cat?

– Ya se me ocurrirá algo -Respondí no tan seguro.

– Si quieres que te sea sincero no creo que este plan funcione. Cat y tu son muy distintos, puede que alguno de ustedes se delate solo frente tu padre -Dijo. Ed tenía toda la razón, mi plan no había sido el más inteligente, lo admito.

– ¿Entonces qué hago? Es mañana y no creo poder hacer mucho en estas horas -Dejé caer mi cara contra la mesa y bufé. Todo saldría mal.

– Mañana mantén a Cat lo más alejada de tu padre posible, finge que quieres privacidad o jueguen con Jos. Tómala de la mano, sonríe -Me recomendó-. Hagas lo que hagas muéstrate enamorado y te aseguro que tu padre lo creerá.

– Las cosas de novios apestan -Gruñí. Ed rió.

– Es sólo que no te has enamorado -Comentó-. Cuando lo hagas verás que no es tan malo. Pero ya, quita esa cara de pocos amigos y mueve tu trasero, en unas horas es tu fiesta de cumpleaños y no puedes faltar.

– Tienes razón -Me levanté y desordené mi cabello-. Hoy vamos a disfrutar hasta perder la conciencia, ya mañana me preocuparé.

– ¡Así se habla! -Dijo Ed pagando las hamburguesas y parándose de la mesa. Yo igual me levanté y lo seguí,  hoy no me preocuparía por nada.

 *

– Amigo no creí que fuera tan literal lo de “Toda la escuela estará invitada” –Dijo Fran imitando mi voz en las últimas palabras. Fruncí el ceño y busqué con la mirada a Ed, necesitaba líbrame de Fran, era un buen amigo, pero cuando estaba borracho decía pura estupideces.

La Novia de AlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora