Capítulo 10: Al de Calcuta.

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Al

Resumiré mi día entero en una sola palabra: desastre. Todo lo que podía hacer era pensar en todos los detalles que Cat me había dado sobre lo que tendría que hacer a cambio, que, teniendo en cuenta la increíble cooperación de la castaña, eran prácticamente nulos.  Lo único que me había dicho al respecto era y cito: "Supongo que los brazos y la condición que tienes no sólo sirven para atrapar a muchachas inocentes, serán de utilidad."  Y yo no supe si tomar eso como un cumplido o no.

Mientras esperaba a la castaña en mi auto el comentario de mis brazos no abandonó mi cabeza, haber leído eso se había sentido realmente bien. Catherine soylamujermásindependienteeindiferentequeconocerás Roth había admitido que necesitaba ayuda de alguien, y me sentía un poco importante al ser la persona a la que se la había pedido. Pero eso no dejaba de inquietarme.

-¡Foster! -el grito de Cat hizo que un repentino humillante y femenino grito saliera de mi garganta, sorprendiéndonos a ambos. Creo que ya era costumbre para ella reírse a carcajadas de mí.

-Definitivamente has perdido la cabeza, ¡pudiste haberme matado!

-Qué dramático -respiró profundo hasta haberse calmado y subió al auto-. ¿Listo? -algo me decía que le divertía mi inquietud.

-No realmente.

-Bien por ti -y eso fue todo, ahora si me había puesto de malas. Voy a hacer que te tragues tu bien por ti, que te entre por el... -. Antes tenemos que pasar al supermercado.

-¿Para qué? -respondí con el ceño fruncido.

-Es obvio, Foster. Iremos a dar una vuelta y a hacer amigos, dicen que las zanahorias son agradables.

-Wow, ¿no te ahogaste con tu sarcasmo?

- Nop, estoy perfectamente bien -detuve el alto por la luz roja y me giré a verla, ella veía por la ventana con una ligera sonrisa en los labios. Fue ahí cuando capté el hecho de que últimamente la había visto sonreír demasiado, como cuando estaba con Tony o su amiga o Rafael ¿ella ya me consideraba su amigo?  Espero que no.

Conduje hasta un supermercado en silencio,  pensando en lo mismo que había estado en mi cabeza todo el tiempo. ¿Qué demonios quiere Cat? ¿y si quiere unirme a una secta satánica? ¿O incorporarme al budismo o alguna otra religión que desconozco? Cuando entré al estacionamiento del lugar dejé de imaginar cosas y ayudé a la castaña a que se bajara del auto.

-Bien, no tardaremos mucho -y así comenzó la carrera en el supermercado más rápida del mundo. Lo único que hizo Cat fue pasarme un carrito y hacer que la siguiera mientras ella lanzaba cosas que tenía que atrapar. En cuestión de 30 minutos ya estábamos en la fila para pagar todo, y cuando digo todo era en serio, el carrito estaba tan lleno que costaba empujarlo.

-¿Para qué es todo eso, Tery?

-Ya verás Al -fue nuestro turno y Cat pasó todo para que lo pusieran en bolsas, cuando el cajero nos dijo el total de todo Cat sonrió y busco en su bolso, pero yo fui más rápido y le pasé mi tarjeta de crédito,  pensara lo que pensara de Cat, mi padre me había enseñado a ser un caballero-. No tenías que hacer eso pero estoy segura de que estarán muy agradecidos contigo.

-¿Ellos? -ella sólo me sonrió y camino a mi auto con las compras, la alcancé con tres pasos.

Después de eso no hablamos,  sólo me decía unas cuantas indicaciones para llegar pero nada más. Pasamos 20 minutos en auto hasta que ella me dijo que me detuviera, me quedé con la boca abierta al ver el lugar, jamás me imaginé esto. Orfanatorio Luz.

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