Capítulo 15: Nunca más.

34 2 0
                                    


15
Al


–Entonces... hasta la noche –dije dejando la maleta de Tery en dónde me indicó.

–Sip, adiós, gracias –y cerró la puerta en mi cara. Ah, la dulce tradición de la familia Roth.

Me fui a la habitación que compartiría con Ed y Rafael aun pensando en lo raro que se sintió ver la foto que mi idiota amigo tomó. Si así era como nos veíamos cuando estábamos juntos (evitando, obviamente, las partes donde peleábamos) pues podía estar seguro de que no nos descubrirían nunca.

*

-Recuérdenme una vez más por qué accedí a compartir cuarto con ustedes -pedí cuando salí del baño y me llevé la sorpresa de que la habitación ya era un basurero. Era impresionante la velocidad de estos dos chicos, debía reconocerlo.

–¿Ahora mismo? No tengo ni idea, es más, yo me estaba preguntando lo mismo en cuanto saliste –espetó Rafael. Si pensaba que su estúpida mirada me podía intimidar esta muy equivocado, ya veríamos quién intimidaba a quién.

–Se aman, señoritas. Así que basta con esto –dijo Ed para calmar un poco la situación–. ¿Por qué no mejor mueven sus traseros fuera de esta habitación y vamos a divertirnos?

-Bien -dijimos al mismo tiempo y salimos de ahí. Ellos se adelantaron mientras yo permanecía parado como un idiota. ¿Era buena idea ir por Tery? Digo, los novios sí lo harían pero ella y yo no éramos nada y creo que nadie creería sospechoso que ambos llegáramos en diferentes tiempos... ¿o sí?

Yo creo que lo mejor será que no lo hagas, ustedes están pasando más tiempo del necesario juntos.

Era cierto, comenzaba a pasar casi todo mi tiempo alrededor de Cat y eso comenzaba a asustarme de una manera muy rara. Lo nuestro sólo era un trato.

"Tery ¿te parece bien si nos vemos ahí?" 9:30 p.m.

"Perfecto" 9:31 p.m.

Gruñí y guardé mi teléfono. Por muy raro y contradictorio que sonara esto... extrañaba de algún modo nuestras peleas por los mensajes. Qué jodida cosa en este mundo podrá entenderme.

*

–¿Y tu Julieta? –preguntó Rafael abrazándome por los hombros, lo fulminé con la mirada y traté de soltarme pero él no me dejó– Es broma, Dios, relájate. Vamos, te invito un trago.

Me arrastró a la barra y pidió por mí, después puso un vaso de algo desconocido en mi  mano y me retó a tomármelo de un trago. Sonreí ante la sensación de mi garganta quemándose gracias al Tequila. Pedí otro y seguí tomando junto con Rafael y Ed, quién se nos unió cuando ya estaba por el cuarto.

–Hola guapo ¿me recuerdas? –dijo Dana rodeando mi cuello con sus brazos. Traté de prestarle toda mi atención pero me fue imposible, el alcohol comenzaba a hacer que todo se viera chistoso. Me reí.

–¿Qué haces, Dana? –intenté aparatarla pero fallé gracias a tantos tragos que había ingerido. Volví a reírme.

–Te hago un poco de compañía, vi que estás solito –vi a mi alrededor y fruncí el ceño al no ver a ninguno de mis amigos ahí–. ¿Por qué tu novia no anda contigo, Foster? –y se acercó mucho más a mí. La palabra 'novia' hizo click en mi cabeza, y logré darme cuenta de lo que estaba pasando. Esta zorra estaba a punto de besarme.

–Dana, no sé si tú lo sepas, pero esto está mal – bufé al sentir cómo mi lengua arrastraba las palabras. Aproveché que eso la tomó por sorpresa y me la quité de encima.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 10, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Novia de AlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora