Capítulo 7.

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"𝑳𝒂 𝒕𝒊𝒂 𝑴𝒂𝒓𝒊𝒂. '' 


Cuando giré hacia la derecha vi una camioneta 4x4 negra, con la puerta del copiloto abierta. Al lado estaba un tipo de traje, no traía el saco y las mangas de la camisa las tenía remangadas hasta los codos. No podía verle la cara porque estaba de espaldas hacia mí, así que me le acerqué, bajando la velocidad de mis piernas. Puede que él haya visto algo y me ayude a encontrar a Levy.

El tipo se acercó más al auto, recargó un brazo sobre el techo y dijo algo, mirando hacia adentro. Del auto se asomó lentamente una niña de cuerpo muy diminuto; Levy. El la ayudó a bajar ofreciéndole su mano y fue cuando pude verle la cara; era el de ayer, el tipo del parque.

Abrí los ojos de par en par y comencé a correr hasta llegar a ellos. En cuanto llegué tomé a Levy en mis brazos lo más rápido que pude y la cargué en mis brazos. 

-¿Estás bien?-Le toqué la cara, examinándola. Ella asintió pero no dijo nada, poco a poco fue frunciendo el ceño.- ¿Por qué tenías tú a mi hermana?-Le pregunté al tipo, gritando. Di unos pasos hacia atrás, después de bajar a Levy y colocarla detrás de mí.

Se mordió el labio y suspiró.- Es una historia muy larga. Solo tienes que confiar en que no iba a hacerle nada a tu hermana.- Inclinó la cabeza en dirección a Levy y metió sus manos en los bolsillos delanteros.- No dejaría que nada le pasara...

-¿Por qué no? Ni siquiera la conoces. A ninguna de nosotras dos-Lo interrumpí, frunciendo el ceño.

No estaba entendiendo nada. Justo ayer ese mismo tipo me decía que tenía que correr, que me estaban siguiendo y hoy ayuda a que mi hermana esté a salvo, y dice que no dejaría que le pasara nada.

Claro que me recordaba de ayer, no creo que sea tan estúpido. No tiene pinta de ser estúpido o que tenga alzheimer tan joven. 

Dio un paso hacia enfrente, acercándose. Yo di uno hacia atrás y él levantó las manos, como si se rindiera.- En serio, no quiero hacerle daño a tu hermana. Ni a ti. Quiero cuidarlas. Hay personas que, quizá, las quieran a ambas. Y no para algo bueno.-Estaba abriendo la boca para volver a preguntarle lo mismo, cuando levantó la mano. Haciéndome callar- Antes de que sigas tocándome las bolas y me preguntes algo más; no, no las conozco lo suficiente.- Hablo irritado.- Solamente sé que tengo que protegerlas y que tú-Me apuntó con un dedo.- tienes que llevar a tu hermana a casa. Mantenla ahí hasta que sea necesario salir.

Se dio la vuelta con intenciones de irse, pero se detuvo, mientras cerraba la puerta del copiloto.- Ah, por cierto. No puedes decirles nada de esto a tus padres.-Miro a Levy y después a mi.- Ninguna de las dos. Puede ser peligroso también para ellos.-Alzó un poco las cejas.- Tampoco a su hermano o a algún amigo que tengan, ¿de acuerdo?-No espero a que respondiera, simplemente se dio la vuelta y se apresuró a subirse a la camioneta.


{...}


Dos veces.

Dos veces me he encontrado con este tipo y las dos veces me ha puesto así.

Me había preocupado con todo lo que me dice las dos veces.

No sé porque me da confianza para hacer lo que me dice. Quizá él sepa más sobre esa gente...Quizá él está involucrado en algo con esa gente o quizá solo es un idiota que quiere asustarme. No lo sé. Pero, aún así, hago lo que me dijo y llevo a Levy a casa.

Al llegar al primer semáforo no aguanto el silencio de Levy, puede que sienta que la puedo regañar pero tengo que hacer que me cuente qué pasó.

Liberandum ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora