Capítulo 46.

58 3 32
                                    


''𝑴𝒂𝒎á.''



Fuimos hasta la camionera, la cual estaba en las afueras del cementerio. En cuanto nos acercamos vi que Janifer estaba detrás del volante, cuando nos miró la noté suspirar y a los segundos bajó del coche. Ella también iba de negro.

—No sabía si mi cara era algo que querían ver. Tampoco tenía ganas de hacerlos enojar, así que me quedé aquí. —Nos dijo a Adriel, quien venía detrás de mí, y a mí. —Quiero que sepan que lo siento mucho, no puedo imaginar por lo que están pasando, por eso solo les puedo dar el pésame...—Acortamos la distancia y antes de que pudiera darle las gracias, ella continuó; —Podría darles un abrazo, pero no sé si quieran abrazar a la perra que te dejó golpes por todo el cuerpo...—Su tono era de incomodidad, pero eso no le importó a mi hermano.

—Algún día ella te golpeara a ti y estarán a mano, Alarcón. —Le dijo mientras se acercaba. Ella le sonrió con tristeza y lo abrazó, pero no fueron más de 10 segundos.

—Si me clavas un cuchillo en estos momentos quizá podría agradecerte...—Murmuré, ella también me regaló una sonrisa triste, y se acercó a mí.

—Lamento tu pérdida, Ava. No te tolero, pero eso es punto y aparte de lo que te acaba de pasar. Primero está tu dolor antes que cualquier contienda, así que te ofrezco bandera blanca. —El labio me comenzó a temblar, pero no sabía que tan en serio decía aquello. —Ven aquí, niña. —Me pasó los brazos por los hombros y me apretó a su cuerpo.

Podía haberlo esperado de cualquier persona, menos de ella. Sabía que no era mala, que solo estaba molesta conmigo por la atención que Matthew me daba, pero aún así no esperaba que me abrazara. Ni tampoco que se sintiera tan sincera.

—Si quieres vengarla, solo tienes que tocar a mi puerta...—Susurró en mi oído antes de separarse.

No te preocupes, claro que lo haré, Janifer. Aunque nadie tuviera la culpa de la muerte de mi mamá, yo ya tenía un nombre volando por mi mente. Y ese hijo de perra iba a pagar por mucho.

—Cuídala, por favor...—Escuché como Derek susurraba después de que me subiera a la camioneta, pero no sabía a quién se lo decía. —Esto ya no es sobre nosotros, es sobre Ava y sabemos bien que ambos la amamos, así que más te vale que la protejas bien. Necesito saber que los vas a proteger a los dos. Adriel se hará el fuerte, pero no puede estar solo mucho tiempo o no quieres saber lo que podría hacer.

—Habla con tu hermana y dile que te diga la verdad, Leister. No tenemos porque tener esta disputa. Además —Nicholas suspiró. —, ella nos necesita y ahora mismo, es lo único que importa; ella y su familia.

—Es parte de nosotros ahora y nosotros protegemos a nuestra familia con todo lo que tenemos, así que quédate tranquilo. —Murmuró Matthew. —Encárgate de Scott, cuida que no haga ninguna tontería. Si pasa algo, no dudes en llamar a Nicholas o a mí, preferiblemente a mí.

—Cállate, bastardo. Nadie te hablaba a ti...—Murmuró Nicholas, pero sabía que se lo decía a Matthew.

—Vamos a casa, bonita. —Me dijo Adeline mientras me acomodaba a su lado, colocando la cabeza en su hombro.

—Gracias por no dejarme sola...—Susurré antes de ponerme a llorar de nuevo. Me imaginé que las lágrimas iban a ser parte de mi vida desde ese momento en adelante, porque nunca podría superar que mamá no estaría conmigo. Ya no más.

Liberandum ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora