Capítulo 40.

81 6 17
                                    


"𝑹𝒊𝒗𝒂𝒍𝒆𝒔. ''


—Es una de las cosas más estúpidas que me has pedido y eso que solo pides cosas estúpidas. —Me di la vuelta para continuar con mi trabajo.

—Pollitooo. —Alargó Adriel mientras me abrazaba por detrás. —Es solo un juego y quiero que estés ahí.

Me retorcí en sus brazos para que me soltara. —No, Adriel, tengo trabajo que hacer. —Abrí la computadora que Isaac me había prestado para hacer un repaso de Jude Ventura; debilidades, fortalezas (en eso venia incluido sus mejores alianzas), familiares, etc.

—Nena, tienes que distraerte. En dos días nos iremos a Florida y no tendremos cabeza para otra cosa...—Lo interrumpí.

—Y exactamente por eso tengo que seguir con esto. —Apunté la computadora con la mano. —Quiero estar enterada sobre que tan peligroso es Jude.

Me colocó las manos en los hombros. —Si Grigori lo conoce, para mi es bastante peligroso. —Sonaba como una broma, aunque no estaba tan segura de que lo fuera. —Te prometo meter todo el culo en esta mierda cuando se termine el juego.

—Deberías de hacerlo ahora, no después del juego, Adriel.

Suspiró dramáticamente. —Pensé que te gustaría ver a tu hermano favorito pateando traseros, ya que nunca vas a verlo. —Jaló mi silla hacia atrás y se sentó sobre mí, su espalda pegada a mi pecho. Sentí como si el mundo se me viniera encima.

—Maldita sea, Adriel. Quítate, imbécil. —Traté de empujarlo, pero se terminó acostando sobre mí.

—Me quitaré cuando escuche un "claro que iré a tu juego, hermano favorito y el más hermoso''. —Recostó su cabeza sobre mi hombro.

Gruñí desesperada, sentía que los pulmones se me quedaban sin aire.

—Primero; eres mi único hermano y si Levy fuera hombre, ella sería mi favorita porque no es un grano en el trasero como tú. —Murmuré sin aire, aún seguía tratando de empujarlo, pero era imposible mover a tremendo animal. —Segundo; ya te dije que no iré y punto.

Adriel dio un leve salto sobre mí, terminando con el poco oxigeno que tenía.

— ¡Vuelve a hacer eso y te parto la nariz! —Le grité.

Lo escuché reír. —Vuelve a decir que no irás y lo vuelvo a hacer. —Me retó y le creí.

Grité frustrada.

—Bien, iré, pero quita tu estúpido trasero de mí. Ya. —En ese empujón fue cuando Adriel se levantó y mis pulmones fueron felices. —Mierda, deja de comer tanto.

Él sonrió abiertamente, mostrándome su perfecta dentadura.

—Te tenía que convencer de alguna manera. —Me despeino un poco con la mano. —Te veo en el estacionamiento en dos horas. —No me dejó responder, solo salió de la sala de mapas en un abrir y cerrar de ojos.

Me pasé la mano por la cara y suspiré. Mi hermano en verdad era un dolor de cabeza. Entendía que Matthew los haya obligado –hasta cierto punto- a asistir al juego, tanto a él como a Nicholas, pero no era necesario que yo fuera. No era necesario que alguien más del cuartel fuera. En todo caso, por seguridad, Isaac podría ir con ellos y, siendo sincera, Isaac puede cuidarlos mejor por sí solo.

No era como que no quisiera ver a mi hermano jugar, siempre me había encantado ver cómo se desenvolvía en la cancha, pero no me encantaría toparme con Derek después de lo de hace unas noches, así como tampoco me encantaba tener que ver a Nicholas más de lo necesario. No había hablado con él sobre nada, tampoco era como que él me buscara en el cuartel. El día anterior, con mucho trabajo, se giró para verme en la junta y después de.

Liberandum ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora