Capítulo 3.

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 𝑬𝒍 𝑫𝒆𝒑𝒐𝒓𝒕𝒊𝒗𝒐.''


-¿Qué haces aquí?-Levy hizo cara como si oliera a basura.-Pensé que venía Adriel.-Caminó hacia mí y me tomó de la mano.

Reí y se la apreté un poco, es algo que hacemos entre nosotras, o eso creo yo. Más le vale que no lo haga con Adriel o tendremos serios problemas.'

-Pues lamento decirte que hoy es mi turno y soy yo o nada. Adriel tiene cosas que hacer.-Caminamos hasta el auto, el cual no estaba muy lejos.   

-¿Por qué le pusiste el seguro después de que yo subiera? ¿Estás bien?-Dejó su pequeña mochila en el suelo del auto y se puso el cinturón de seguridad.

"Inteligente. ''- Pensé.- "Saliste a tu hermana mayor.''

Algo muy de Levy es su léxico, no sé cómo es que siempre habla tan correctamente, eso es claro que no saco de sus hermanos.

Puse los seguros, de nuevo, me coloqué el cinturón y puse el auto en marcha, saliendo de la calle de la escuela.

-No pasa nada, no te preocupes por esas cosas, ¿de acuerdo?-La miré de reojo, ella seguía frunciendo el ceño.

-No me preocupo, solo que es raro que lo hagas. Pensé que el que hacia eso solo era Adriel, pero ahora tu también.-Miró por la ventana. Eso hacía cuando estaba pensando. Para ella eso hacen los grandes cuando piensan mucho; mirar por la ventana.

-Adriel es raro y lo sabes. Me dijo que lo hiciera y simplemente lo hice.-Me encogí de hombros.

-Ava... ¿segura que estás bien?-Bajó un poco la voz, mirándome detenidamente.

Llegamos a un semáforo, así que aproveche para mirarla a los ojos.

-¿A qué te refieres? Yo estoy bien, Levy. No entiendo porqué me lo preguntas.

-Es que...pues...tú nunca le haces caso a Adriel.-Miró hacia enfrente y yo solté una carcajada.

-A veces puede que tenga razón... solo a veces.-El semáforo se puso en verde y seguimos nuestro camino a casa.

Después de 10 minutos de trayecto, miré por el retrovisor que un auto deportivo venía muy pegado a nosotras, pasamos unos 3 semáforos más y el auto seguía el mismo camino a casa. Pensé que eran ideas mías y que solo estaba siendo paranoica, así que conecte la auxiliar a mi celular y deje que Levy pusiera algo.

Casi llegando a casa el auto seguía detrás y...

Bien, ahora sí que me estaba asustando.

No podía parar en casa porque sería bajar sola con Levy. Podía llamar a Adriel pero se asustaría y Levy también podría asustarse. Decidí que le daría otra vuelta a la manzana, un poco más rápido, solo para ver si en serio nos seguía a nosotras.

-¿Por qué no paramos? Acabas de pasarte...-Vaciló.- Ava, ¿qué haces?-Miró por la ventana nuestra casa, que habíamos pasado hace una cuadra atrás.

El auto seguía atrás de nosotras, solo que había bajado la velocidad, así que yo aumenté la mía.

-Nada, Levy. Quédate sentada y agárrate, ¿sí? No me preguntes nada más. Quédate quieta y callada.- Di una vuelta un tanto rápida, entrando a la cuadra atrás de la nuestra.

-Pero...-Me miró preocupada.

- ¡Levy!-Le grité, interrumpiéndola.- Quédate quieta y callada. Ya vamos a llegar.-Pude ver que asintió lentamente y se sentó derecha. Aún se podía ver preocupada.

Liberandum ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora