Finale.

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Yoongi seguía sintiendo la misma presión en el pecho desde ese día, como si su corazón pudiera quebrarse aún más en pequeños pedazos, mucho más de lo que ya estaba. Cuando había despertado solo para encontrarse solo en casa con su bebé, nadie parecía responderle las llamadas, y aunque consideró salir a buscarlos, dudaba que encontrase a alguien, ni siquiera su querido sol. Y luego de algunas horas, pudo sentir el dolor desgarrador que nació justo ahí, en el lugar de su corazón, que le hizo llorar por horas porque sabía lo que significaba, aún cuando no quería creerlo del todo en un principio.

Podría perfectamente haber hecho un mar con sus lágrimas que parecían no detenerse, y sus lamentos en silencio porque no quería que su hijo se alarmase y terminara de la misma forma que él. No, no quería que, siendo tan joven, sintiera el dolor que ahora estaba sintiendo en carne propia.

Había escuchado cientos de veces como JungKook se lamentaba, cuando llegaba hasta su habitación y se sentaba a su lado, sosteniendo su mano con una de las suyas y luego golpeando contra su pecho mientras lloraba que todo había sido su culpa, que él debía haberlo protegido mejor y que si no fuera por haberse distraído, Hoseok seguiría ahí, sonriéndole como siempre. Taehyung usualmente llegaba a poner sus manos sobre los hombros del chico de colores dorados para calmarlo y llevarlo a casa, disculpándose con Yoongi una infinidad de veces. Había escuchado otras cientos de veces el cómo habían logrado curar a todos los males que los amenazaban y que ahora estaba libre de peligro, porque "eso es lo que Hoseok hubiera querido". Y tenían razón, pero preferiría no escucharlo siempre.

Se había desvanecido sin decir palabra alguna, sin despedirse, sin poder verlo una última vez, y dolía demasiado, siempre dolía.

Había dedicado los últimos días a cuidar muy bien de su pequeño para no pensar en otra cosa, había crecido con el paso de los meses y ahora ambos se cuidaban en la necesidad de llenar el espacio que su pequeña alegría había dejado vacío. Su vida no era la misma, carecía de color, y si no fuera porque el bebé de tonalidades verdosas que cada mañana lo despertaba con caricias y abrazos, Yoongi estaba seguro de que se habría desvanecido igual que su pareja. Cosas malas pasaban, pero jamás esperó que una de ellas fuera esa, la que destruyó su felicidad en un segundo. Vivía solo por su hijo, y por contarle historias de cómo el joven anaranjado que vivía en la casa de al lado había llegado a mejorar su vida, teniendo que soportar siempre que el pequeño preguntara a dónde se había ido su padre, y él se quedaba sin habla, solo encogiendo sus hombros y diciéndole que había ido a buscar la estrella más bonita para poder dársela.

La rosa en su brazo ya no tenía color, ya no brillaba ni se veía demasiado, pero seguía ahí, el joven de la tranquilidad intuía que era por el hecho de que jamás dejaba de pensar en él. En Hoseok, tan alegre, brillante, ruidoso, llenando las paredes de colores y su corazón de amor, del más puro amor.

Pero ahora no estaba, y a pesar de que hacía esfuerzos inhumanos por sonreír cuando los demás venían a verlo a casa y lo cuidaban, le daban de comer y se preocupaban de que no le hiciera falta nada, o se llevaban a JiSung para que pudiera llorar tranquilo en su habitación, jamás nadie le quitaría esa tristeza que sentía en el fondo de su pecho y que no le permitía hacer nada. No comía bien desde hacía mucho tiempo, estaba más delgado, la sombra color azul marino bajo sus ojos se hacía más notoria cada vez y no estaba en condiciones de tocar el piano, porque las melodías le recordaban tiempos que ahora consideraba mejores.

No podía olvidarlo.

Y JiSung no tardó en darse cuenta de que algo estaba mal. No había visto al sonriente mayor que salía en las fotografías familiares que Yoongi ahora había quitado de las paredes, según le había dicho para remodelar, pero sabía que era para no verlas todos los días. La inquietud en su corazoncito crecía y solo deseaba que su padre volviera a sonreír como antes, pero le daba miedo hacer algo que no pudiera salir bien, jamás había ocupado sus poderes porque era un alma joven, y no tenía uso de razón como sus mayores, pero sabía que extrañaba a su padre, extrañaba a Hoseok y lo quería de vuelta en casa, quería flores en el jardín y momentos cálidos, quería amor, para Yoongi y para él.

Lo deseó por mucho tiempo, cerrando sus ojitos todas las noches para pedir a todos los cielos que sucediera, imaginando a su mayor entrando por la puerta y llenando cada pedacito de oscuridad con mucha luz. Lo pidió una y otra vez, cada día por casi dos meses, hasta que comenzó a perder un poco la esperanza al ver que nada ocurría.

Y estando un día sentado en la escalera frente a la puerta con el joven de la tranquilidad, volvió a desearlo con todas sus fuerzas mientras sostenía la mano de su progenitor, cerrando sus ojitos. Claramente el mayor de ambos le miró asustado, pensando que algo malo le ocurría y estuvo a punto de entrar en pánico, mas, no pudo decir palabra alguna cuando, desde la puerta principal, comenzaron a brotar pequeñas flores, primero fueron margaritas, luego rosas, de todos los colores posibles, tal y como la anaranjada que tenía en su habitación. Le siguieron más pequeñas florecitas llenando el espacio de color, y Yoongi no entendía nada, hasta que vio el tatuaje de la rosa en su brazo, la flor se estaba poco a poco volviendo de un color amarillo en primer lugar, después volviéndose más y más fuerte hasta completar un naranja que hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas, porque eso no podía ser posible ¿verdad? Era una tontería.

Y justo cuando las gotas comenzaron a correr por su rostro, ambos escucharon el sonidito de la puerta abriéndose lentamente. JiSung se preguntó si sus esfuerzos habían funcionado justo cuando sus rostros se iluminaron por el sol que entró debido al día primaveral de fuera, y cuando pasó el efecto de encandilado, la figura alta y delgada de un joven sonriente entró en la casa. Sus corazones poco a poco volvían a la vida, y Yoongi fue el primero en notar que todo estaba mejor cuando dejó escapar varias luces que siguieron su camino habitual hasta...

ㅡ ¡Hoseok!











Fin♡.







¿les gustaría un epílogo?♡.

-' Colours ♡ yoonseok '-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora