Dix.

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Hoseok estaba abatido, en su máxima expresión.

Observó como en el espejo sus mejillas comenzaban a tener ese color amarillo tan odiado por él mismo en estos últimos días.

Fue hasta su habitación y se cubrió con las mantas, intentando calmar el frío que se colaba por la rendija de la puerta.

¿Acaso nadie sabía cómo ayudarlo?

Sintió un golpe en la ventana. Al principio creyó que era su imaginación, pero cuando este se repitió, notó que era cierto.

Se asomó un poco y vio esa luz que siempre estaba ahí, acompañándolo.

Pero cuando abrió la ventana, no era sólo una luz, si no que eran más de veinte.

Todas correteando en su habitación, hasta tomar su lugar en el techo. Hoseok tenía una galaxia propia.

¿Pero de dónde venían?

-¡Hey, Hoseok!

No podía ser cierto.

Para cuando el de cabellos caramelos se volteó, YoonGi estaba mirándolo desde su ventana.

-Hyung. . .

-Yo sólo quería desearte buenas noches.

Hoseok rió bajito, porque YoonGi estaba incluso más desordenado que él.

Y abriendo una de sus manos, YoonGi reveló ser el dueño de aquellas lucecitas que hacían que el corazón de Hoseok no doliera tanto.

-Buenas noches, Hyung.

-Buenas noches, Hoseok.

Y a pesar de haberse despedido, ambos chicos se miraron un ratito más. Sin decir nada, simplemente comunicándose a base de tímidas sonrisas.

-' Colours ♡ yoonseok '-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora