Soixante Deux.

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Hoseok dejó a su pequeño bebé a cargo de Jimin en cuanto éste llegó a socorrerlo. Salió precipitadamente de su hogar, con los ojitos llenos de lágrimas en busca de YoonGi.

Su corazón dolía.

Corrió lo más rápido que pudo, hasta llegar a donde recordaba se había quedado el de piel azulada. Las flores que había creado para JiSung seguían allí, pero ya no eran alumbradas por las luces del mayor.

Le encontró, aquel ser apretando su cuello sin cuidado mientras lo levantaba del piso, las luces de YoonGi se apagaban al no poder soltarse del agarre. La vida se le iba, se apagaba.

A Hoseok le hirvió la sangre, su piel brilló en anaranjado fuerte. Se acercó a pasos pesados sobre la acera, sus ojos encendidos en rojo vivo ante el enojo de su alma.

El Sol más cálido que nunca.

ㅡ¡Déjalo en paz!

El hombre, ligeramente más alto que el mismo Hoseok, volteó la vista al chico de la euforia. Al igual que YoonGi, a penas.

H-Hoseok. . . Vete. . . P-por. . . Por favor.

ㅡMira, que lindo.ㅡ Musitó con recelo aquel ser aún desconocido para ambos.ㅡ Ambos engendraron lo que posiblemente acabará con la paz, será fácil deshacerme de ustedes.ㅡ Hoseok apretó los puños, frunciendo el ceño. JiSung no podría lastimar a nadie.ㅡ ¿Y tú, qué vas a hacer? ¿Darme un ramo de rosas?

Había insultado su don, había lastimado a su compañero y difamado a su hijo.

Hoseok, prendido en rojos, puso ambas manos al frente, tensas, con fuerza. Hizo crecer ramas que salían de la Tierra con fiereza, enredándose en el cuerpo del desconocido en impacto, haciendo que soltara a YoonGi y este cayera al suelo.

-' Colours ♡ yoonseok '-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora