Vingt Trois.

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-¡Hoseok! ¡Soy YoonGi! ¡Abre la puerta, por favor!

JungKook sintió esa voz y el enojo le subió por todo el cuerpo.

Se levantó con cuidado de no despertar a Hoseok y fue a abrir la puerta. El rostro de YoonGi era la definición de desconcierto ¿Qué hacía JungKook a estas horas en la casa del de cabellos caramelos?

-¿Se te ofrece algo?

-Quiero hablar con Hoseok.

-Está durmiendo ¿Quieres dejarle algún mensaje?

-Déjame pasar, Kook. Necesito hablar con él.

-¿Para qué? ¿Para hacerlo llorar otra vez?

El pelinegro nunca le hablaba así a sus mayores, pero estaba tan enfadado con YoonGi, que sólo quería que se fuera. La creatividad de JungKook le llevó a pensar que lo mejor sería ponerle difícil el paso con su honesta razón para estar cuidando de Hoseok.

-Mira, YoonGi. Hoseok es un chico precioso, es más, si no estuvieras destinado a él, yo estaría luchando por gustarle. Porque a mi me gusta Hoseok, y sólo lo haces sufrir.

El rostro de YoonGi estaba completamente oscurecido por el color azul marino que tanto odiaba. Estaba más que enojado y confundido. Sabía que la actitud tan cercana de JungKook no traería nada bueno.

Pero él no renunciaría a Hoseok.

Comenzó a sentir un nudo en el estómago y le dolía la cabeza. Pero tardó un momento en reconocer la sensación que estaba experimentando.

Tuvo que ocupar todo su poder de autocontrol para mantenerse calmado.

Min YoonGi estaba celoso.

El color miel de JungKook, cambió a un dorado fuerte.

-' Colours ♡ yoonseok '-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora