-' Colours ♡ yoonseok '-

Vingt Cinq.

"No, no has muerto, no.
Renaces,
con las rosas en cada primavera.
Como la vida, tienes
tus hojas secas; tienes tu nieve, como 
la vida...
Mas tu tierra,
amor, está sembrada
de profundas promesas,
que han de cumplirse aún en el mismo
olvido.
¡En vano es que no quieras!
La brisa dulce torna, un día, al alma;
una noche de estrellas,
bajas, amor, a los sentidos,
casto como la vez primera.
¡Pues eres puro, eres
eterno! A tu presencia,
vuelven por el azul, en blanco bando,
blancas palomas que creíamos muertas...
Abres la sola flor con nuevas hojas...
Doras la inmortal luz con lenguas nuevas...
¡Eres eterno, amor,
como la primavera!

Hoseok, leí esto en un libro que tengo en casa y no pude evitar pensar en ti ¿Crees que podrías venir un día sólo a saludar? ¿O podrías simplemente sonreír desde tu ventana?"
-Min YoonGi

Esta era la décima carta que Hoseok recibía en el mes. Las otras estaban pegadas en su pared, le gustaba ver el bonito papel que YoonGi utilizaba antes de dormir.

Aunque no respondía ninguna, porque no se le ocurría ninguna manera de hacerlo.

Corrió a su jardín y si, ahí estaba, la décima rosa azul que crecía frente a su puerta.

YoonGi parecía estarse esforzando mucho en que el chico anaranjado lo perdonara.

Y Hoseok sabía que YoonGi no había salido de casa, ni nadie había ido a verlo, pues hasta las paredes de la blanca casa del mayor se estaban volviendo celestes.

La pregunta era ¿Hoseok quería perdonar a YoonGi? Si, por supuesto que si, lo quería con toda su alma.

Aunque tuviera miedo, quería volver a intentarlo.

Estaba tan enamorado de YoonGi, que cuando rompieron su corazón, él lo sacó de ahí en pensamiento para que no se hiciera daño.

La rosa que el chico azulado tenía en su brazo, volvió a ser naranja.