🌈En una cita🌈
Era una soleada mañana de verano cuando Mondo Oowada pensaba en que podía hacer con tal de no aburrirse.
Una genial idea pasó fugazmente por su cabeza, y como era de esperar, esa idea incluía a Kiyotaka.
Sin pensarlo dos veces, el pandillero cogió su móvil y llamó a su querido Ishimaru.
—¡Buenos días Kyoudai!, ¿amaneciste bien? ¿Necesitas algo? —Le preguntaba el pequeño monitor a Mondo desde el otro lado de la línea.
—¡Ah! ¡Buenos días Taka! Si, amanecí bien, pero un poco aburrido... así que estaba pensando... ¿estás ocupado ahora mismo? —Contestó el pandillero, con la esperanza de que Kiyotaka estuviera libre.
—Si, estoy libre, acabo de acabar la tarea, ¿porque? —Preguntó el peli-negro. Mondo mostró una linda sonrisa en su rostro. Al pequeño monitor le habría gustado verlo sonreír.
—Estaba pensando... ¡Tengamos una cita ahora! —Dijo emocionado el más alto.
Ishimaru se sorprendió; nunca habían tenido una cita en condiciones, así que estaba un poco nervioso, pero por nada del mundo desperdiciaría una oportunidad como aquella.—¡S-si! Claro... solo déjame arreglarme... —Contestó el más bajo con un tono nervioso en su potente voz.
—Me da igual lo que te pongas, ¡te verás guapo igualmente, así que no te pases mucho tiempo eligiendo un atuendo y ven rápido! —Exclamó Mondo, aún tan emocionado como al principio.
Taka sonrió por el comentario de su novio y se sonrojó. Luego buscó algo decente que ponerse y se puso en marcha para ir cuanto antes adónde quedaron: La gran plaza central.
🌈
La figura de un alto muchacho se veía fácilmente delante de la gran fuente de la plaza, por su llamativo pelo y musculatura.
Aquel muchacho era Mondo Oowada, mirando de lado a lado, buscando a su pareja.
Kiyotaka nada más verlo fue con un paso tranquilo hacia donde él estaba. Mondo también empezó ha acercarse.
—¡Kyoudai! —Gritó el monitor con su potente voz, y abrazó a su alto novio.
—Hey Taka —Contestó el pandillero, dando un tierno beso en la cabeza del más bajo. —Vamos, mi moto está allí, te llevaré a un lugar genial —Dijo Mondo, mirando fijamente los ojos rojos de Ishimaru.
—Tienes casco, ¿verdad? A la hora de ir en moto es muy impor--
—No nos hará falta casco; yo conduzco a la perfección esta belleza, así que no nos pasará nada —Le interrumpió Oowada, señalando su preciada moto, con la cual echó muchas carreras.
Esta vez, Kiyotaka no se fiaba nada de las palabras de su alto novio, pero luego de unas cuantas charlas y chantajes, Taka decidió montarse en aquella vieja moto.
Mondo se puso en marcha. Ishimaru se agarró lo más fuerte posible a la cintura del más alto, con miedo de poder caerse de aquella monstruosa moto. Mondo estaba atento a cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
Los oídos de los dos se inundaron del desagradable sonido del motor, mientras veían pasar la carretera.Ya había pasado un tiempo, y por fin llegaron a su destino: Una montaña en medio de la nada.
Mondo estaba algo nervioso y tenso, aunque hacía todo el esfuerzo posible para tranquilizarse. En cambio el monitor estaba algo confundido, ya que nunca había ido a un sitio como aquél.—Ven, te gustará este sitio —Dijo el pandillero con una dulce sonrisa y con su tono grave, pero acogedor y cariñoso.
Mondo cogió de la mano a su novio y se puso en marcha, guiándolo al sitio de la cita.
Ishimaru amaba la vista en ese momento: todo estaba rodeado de colores azules y verdes, y al centro de todo, la espalda de Mondo.
El más pequeño no pudo evitar sonreír.🌈
Oowada se paró en frente de una pequeña cueva en una de las paredes de la gran montaña. El pandillero hizo un gesto con las manos, a modo de invitación para pasar por el agujero del túnel.
Kiyotaka no se fiaba ni un pelo de aquella cueva, pero no dijo nada y simplemente pasó a través del túnel, hasta llegar ha un sitio totalmente colorido y maravilloso.
Árboles de cerezo y setas de colores llamativos rodeaban un pequeño lago en el centro de aquel escondite secreto. Las paredes de aquella cueva estaban cubiertas de hojas y musgo, y la parte de arriba estaba descubierta, dejando unas bonitas vistas al cielo azul.
Taka no se lo creía. ≪¿Como es que Mondo sabía de este sitio tan impresionante?≫ pensaba el pequeño monitor, con los ojos bien abiertos, revisando cada rincón y detalle de aquel lugar.
Mondo se acostó en el suelo y dio unas palmadas en el suelo, invitando al peli-negro a acostarse a su lado.
Estuvieron gran parte del tiempo mirando aquel bonito cielo, o hablando sobre aquel maravilloso lugar. Por supuesto, los mimos y besos no se quedaban atrás.
—¿Sabes, Kyoudai? Este lugar es magnífico, y pensar que estoy aquí contigo... gracias por traerme —Dijo el pequeño monitor, mirando fijamente los ojos morados de Mondo.
—Tú eres magnifico, por eso te llevé a este lugar, desde que te conocí quise compartir este lugar contigo... —Contestó el pandillero, acariciando gentilmente la mejilla de su novio.
Taka cogió la mano del más alto y la besó.—Ojalá este momento durara por siempre... —Contestó el monitor en un intento de susurro.
—¿Y que importa cuanto dure? Total, puedo llevarte aquí las veces que quieras.
—Pero casi siempre estoy ocupado...
—Me importa una mierda —Añadió el más alto, con un tono juguetón.
El pandillero agarró de la cintura a su novio y lo llevó encima suya para, sucesivamente, dejar una plaga de tiernos besos en su mejilla.
Nunca olvidarán su primera cita juntos, con aquellas flores de cerezo, las más rosas que hayan visto nunca.
🌈
Holaaaa :)
Aquí os traigo un nuevo capítulo, este fue más largo ya que tenía una buena idea para este capítulo.
Esta parte tiene aproximadamente 900 palabras, lol
Espero que os haya gustado! <3
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🌈30 días OTP [Ishimondo]🌈
FanfictionPues porque es mi shipp favorito y quería hacer el "30 días OTP" Espero que os guste! <3 ✔︎ADVERTENCIAS✔︎ -Este fanfic contiene "BL" o "yaoi", si no te gustan estos géneros o el ishimondo, no leas. -Los personajes no me pertenecen, son del anime/jue...