Huir

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Samantha estaba erguida, sentada en el sofá y esta vez si había aceptado el café bajo la mirada de Sirius quien estaba mas que seguro que la chica sufriría un colapso nervioso. Hubo silencio durante un rato, la pelinegra parecía estar analizando todo mientras que Sirius se dedicaba a observar todo el lugar sentado en el mismo sitio.

— Para ser la Samantha que conozco, pareces muy callada - habló por fin Olena y la pelinegra frunció el ceño.

— Las personas cambian Olena, supongo que se le llama crecer — soltó con sarcasmo.

— Puede ser, pero esa chispa dentro de ti nunca se apagará. Ni siquiera que te encierres en tu habitación todo el día.

Samantha se removió en su lugar, incómoda.

— ¿Me espías con tu abracadabra o algo así? — inquirió de mal humor.

— En lo absoluto, pero Theodora está preocupada por ti. Tus hermanos están preocupados por ti. Perder a alguien es...

— Si quisiera hablar de mi vida lo haría con alguien mas Olena, no contigo precisamente — terció Samantha y Sirius notó la dureza en su voz — ¿Sabes lo que es perder a alguien que amas de la manera más horrible que puedas imaginar? —Olena parecía avergonzada y esta vez Samantha sonrió con algo de tristeza — Por supuesto que no.

Sirius suspiró y miró a Olena quien aún estaba sumergida en sus propios pensamientos.

— Espere. Un momento, usted dijo que me había visto. Como si hablase de un momento en particular — el ojigris le miró con una ceja alzada y cruzado de brazos — Debe explicarme.

— Oh, si. Pero, quizás Samantha termine molestándose aún mas. Tiene un don para eso.

Esta vez Sirius soltó una risita, le causaba gracia que Samantha hubiese gruñido a aquello automáticamente.

— De vez en cuando, la adivinación me es muy útil. Pero representa el uso de mucha energía. Aunque, no pude evitarlo cuando sucedió — Olena se levantó y caminó un poco para luego mirar a Samantha — En el funeral de Cygnus, cuando te toqué. Se que sentiste algo.

— ¿Es así? — Sirius se giró hacia ella y la pelinegra solo exhaló. Parecía cansada de todo aquello y le daba la impresión a Sirius que todo le sonaba a ella como un absurdo.

— Puede que si — soltó de mala gana — Puede que solo fuese el maldito frío que hacia ese día.

— Se que estás molesta — dijo Olena de pronto tomando la mano de Samantha quien bufó con visible molestia — pero él lo ha querido así. Escucha, lo que vi...fue a...bueno, escuché que decías Sirius y él apareció en la imagen. Idéntico a como te ves en este mismo instante.

Sirius y Samantha se miraron por un instante, llenos de confusión.

— ¿Por qué lo llamaría a él? — señaló a Sirius — Apenas y lo leí en un libro en el cual es un vejete, ex convicto y además demente — siseó con desdén — pero ha aparecido con años menos, porque el par de pelirrojos han querido traer a nuestros padres mencionando algo sobre traer a los que han sido traicionados. ¡Entonces el maldito conjuro trajo a los personajes de Harry Potter! No se que signifique ese...ese paralelo del que hablas Olena y no me interesa. Solo me interesa que arregles este desastre que hiciste al darle ese libro a mis hermanos.

— A mi si me interesa — terció Sirius — y ya discutiremos tu y yo lo de vejete y demente. Cassiopeia.

—Jodete, chico imaginario — replicó sacándole el dedo medio — Eres una jodida molestia.

— En este mundo, la magia existe pero poco a poco se extingue. Podría decirte que en Salem solo quedamos unos pocos, sobretodo de las familias fundadoras del viejo pueblo, escondidos. Algunos ni siquiera sabe que llevan magia en ellos — dijo Olena hacia Sirius — Lo mas seguro es que ese libro provenga de la historia que alguien mas ha traído desde algún otro mundo paralelo. Uno en el que ellos si existen, Samantha.

Parallel - Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora