Estrellas

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Lily y Remus se pasearon por toda la sala y observaron una variedad de objetos llamativos y que parecían antiguos. Había un sin fin de fotos en cada lugar, seguidas de retratos de lo que la pelirroja estaba segura eran familiares de Samantha. La pelirroja tocaba la madera de aquella larga mesa con todos aquellos objetos con curiosidad, parecían una familia de larga data y aquel aspecto antiguo de algunas fotos le recordaba a la casa de Marlene.

— Mira a este hombre — señaló Remus a una de las pinturas — Ojos verdes, cabello negro. Casi todos tienen los mismos rasgos. Cómo los de Samantha.

— ¿Casi? Los únicos diferentes han sido Roselyn y Tristan — sentenció Lily mientras James se acercaba a ella — ¡Mira esta! Debe ser Samantha con sus padres.

Esta vez, fue Sirius quien tomó la foto que señalaba Lily. Aquella pequeña debía tener unos cuatro o cinco años, reía mientras un hombre de cabello negro recogido en una coleta, le besaba la mejilla mientras ella era sostenida en brazos por una mujer de cabello y ojos castaños que les miraba divertida.

— Era una niña muy mona — sonrió Lily —  Debe ser complicado, la responsabilidad de toda su familia ahora recae en ella. Es solo una chica, creo que es menor que nosotros.

— Pues yo haría lo que fuese mejor para mi, de cualquier forma, tiene opciones — habló Sirius y Lily le miró con atención — Yo pude hacerlo, además, siempre tendrá a sus hermanos. Alguno podrá ocuparse.

— Me parece que quiere demasiado a sus hermanos como para dejarles esa carga — fue James quien habló esta vez, acercándose  — lo que se, es que parece que la muerte de su abuelo no le ha sentado muy bien. ¿Te dijo algo acerca de lo de sus padres, Canuto? Tristan y Roselyn no quisieron soltar detalles.

Sirius frunció el ceño y dejó la foto en el lugar mientras observaba otra mas de cerca. Era Samantha junto con una chica de cabello rubio a su lado izquierdo, en el derecho, un muchacho de cabello castaño pasaba un brazo sobre su hombro, atrayéndole. La pelinegra tenía una sonrisa genuina, feliz, se sorprendió al ver que usaba lentes y que esa noche no los llevaba.

— Tenemos otra cuatro ojos, seguro se llevará bien contigo James — saltó el ojigris hacia su amigo — No me dijo mucho en realidad, no soy su favorito si es que no lo han notado.

— Te detesta y tu pareces muy deslumbrado por eso, o quizás sea por su moto. ¿Te ha dejado manejarla? — preguntó James dándole un codazo divertido.

—  No —  gruñó — Quizás se la robe en un despiste.

— En serio quieres morir hermano, en serio quieres morir — le palmeó James la espalda — Pero, algo es seguro. Todos ellos tienen magia, pero, al parecer no sabían nada y algo les ha despertado todo eso.

—Eso parece — Remus miró a James y suspiró — Puede que no haya funcionado el conjuro porque no han canalizado su magia, no se si sea posible sin varita.

— No hables por todos — James alzó una ceja hacia Sirius.

— ¡¿Qué?! — saltó con el ceño fruncido — ¿Una de tus brillantes ideas?

— Tu controlas la magia sin varita mas que bien, en realidad a veces parece que no la necesitas.

— James, no. Lo hago porque siempre ha sido así, pero prefiero usar mi varita, lo sabes — terció — ¿Por qué mejor no les prestamos nuestras varitas?

— Es arriesgado — intervino Lily cruzandose de brazos — Si funciona, nuestras varitas podrían quedarse aquí y no nos sería muy útil si de pronto aparecemos en medio de una bandada de Mortífagos. Además Sirius, quiero mucho a mi varita.

Parallel - Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora