El viejo Orion

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Samantha

Cuando llegamos a Blackwood sentí como rápidamente la tensión sobre todo mi cuerpo parecía aliviarse y la mirada del idiota integral de Sirius me hizo saber que también se sentía de la misma manera.

Mi tío tenía aquella expresión en su rostro y sus ojos estaban oscuros, mientras observaba a Sirius como si fuese el mismísimo anticristo en ese instante. Su mirada de reojo hacia él me daba la señal que había estado pensando en interrogarlo como a todos sus empleados en el restaurant.

Era gracioso, mi tío parecía más bien el padre de Sirius si los analizabas mejor. Ambos tenían aquella expresión amenazadora en sus rostros y una media sonrisa algo divertida, ambos tenían tatuajes aunque los de mi tío eran aún más visibles.

- ¡¿Pero que haces tu aquí?! - gritó la voz de Theodora mientras miraba a Orión con aquella expresión incrédula. Mi tío solo pudo sonreír, así que me enfoqué en el rostro de Theo que tenía sus ojos abiertos ante la incredulidad.

- ¿Acaso fui desterrado de Blackwood? - preguntó mi tío haciéndose el inocente mientras el rostro de Theodora enrojecía de la ira  - También me alegra verte Theodora.

- Pues a mi me importa un pepino, ¿Samantha? ¿Explicaciones? - sus brillantes ojos y su rostro tan rojo me causaban gracia, obviamente ver a mi tío nunca le agradaba demasiado.

- ¡No me mires a mi! - me defendí - La abuela lo ha enviado de niñera porque seguramente piensa que no puedo hacerme cargo de Blackwood Manor. Cosa que me ofende ciertamente.

- ¿Quien dijo que era la niñera? - inquirió Orion cruzándose de brazos como un niño malcriado - Merezco respeto, Cassiopeia. Soy tu tío favorito.

Adulador. Mi tío me guiñó y aunque quería estar molesta con él, no podría. Era mi persona favorita después del abuelo Cygnus y aunque no se lo diría, el sabía sacar provecho de su intensa personalidad.

- Eres mi único tío, Orión. No te hagas el tonto, ¿te parece? Que mi abuela piense que soy una incompetente para hacerme cargo de lo que mi propio abuelo me ha impuesto, no quiere decir que también sea idiota. Odias venir aquí, tanto como mi abuelo Cygnus odiaba alejarse y se que solo has venido porque Nina te lo ha pedido hasta el cansancio - sentencié con completa calma.

Había algo entre la mirada de mi tío y Theo que me decía que se entendían muy bien a pesar de que se odiasen públicamente. Vi cuando ella exhaló y asintió de forma cansada.

- Tu abuela no tiene efecto sobre mi, siempre ha sido una insoportable, Sam. Pero...ahora, debemos hablar - me miró con seriedad - ¿Vamos todos al despacho?

- ¿Hay otra opción? - le miré tratando de mostrarle toda mi molestia.

Mi mirada se clavó en la de James quien no dejaba de observar a Sirius como si intentase leer su pensamiento. Hice una seña para que todos me siguieran al despacho y aunque no deseaba que entraran, no había lugar más adecuado para una conversación formal. Vi como Lily y Remus miraban todo a su alrededor con bastante avidez, casi con emoción. Quizás eran los libros, había demasiados y algunos tan antiguos que dudaba si los había leído aún con mi buena memoria.

- Nina dice que pasas mucho tiempo aquí, ¿acaso es una orden que te dejó mi hermano?  De no ser por Nina, jamás habría sabido lo que era un poco de diversión — conocía a mi tío, nunca cuidaba sus palabras y aunque lo decía por estar preocupado por mi, me dolía un poco — Supongo que tus amigos te conocen bien, ¿o no? ¿Solo les ha mostrado esta versión amargada y estoica? Les aseguro que mi sobrina es muchísimo mas divertida.

Parallel - Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora