N/A: Algunas lectoras me han dicho que el Cap. 4 no les aparece. Me dicen que les aparece la anterior nota que había publicado. Así que aquí se los vuelvo a subir.
Perdón si pensaron que esto era un nuevo Capítulo. Cualquier duda me lo pueden decir por los comentarios o por privado, como ustedes quieran. Los quiero. Besos.
María.
4. La broma y la venganza.
Las clases ya habían terminado pero me tenía que quedar ya que hoy tenía que entrenar para los campeonatos de Voley que ya se aproximaban.
Caminé por los pasillos del instituto hasta estar en el campus. Atravesé el campus y llegué al gimnasio donde mi equipo me esperaba para poder empezar a entrenar.
Yo era la capitana del equipó, digamos que era la mejor, no soy presumida ni mucho menos, todos podemos llegar a ser grandes en la vida.
-Ya a llegado su capitana, todas a trotar. -Todas empezamos a trotar alrededor de la cancha dando vueltas y más vueltas.
Tratamos alrededor de cinco minutos para luego calentar y estirar.
-Tenemos que entrenar muy duro, porque como ya saben el campeonato se aproxima y tenemos que ganar. -Terminó de hablar pero se acordó de algo y habló. -Tenemos el gimnasio hasta las tres de la tarde. -Yo fruncí mi ceño y abrí mi boca para hablar.
-¿Porqué solo hasta las tres? Tendríamos sólo dos horas para entrenar.
-El equipo de porrismo reservó el gimnasio para las tres. -Hizo una mueca.
-¿Y no podemos entrenar en la cancha? -Todas me miraron confusas. -Sé que hay pasto pero nada impide poder practicar, al menos podemos hacer pases. -Miré a la entrenadora esperando una respuesta de su parte. Yo tomaba las cosas en serio para mi el Voley no era sólo un juego.
-Creo que si podemos, después de todo el equipo de fútbol no ocupa toda la cancha cuando no hay torneos o campeonatos cerca. -Se encogió de hombros.
Yo chillé de emoción, el Voley es mi pasión y mi vida. Todos tenemos una pasión y pasatiempo y éste era el mío, además de que soy buena en lo que hago.
Pasamos las dos horas entrenando hasta que Sarah entró al gimnasio reclamando lo que es suyo.
Sarah, la más zorra de todas. Pues ella es la capitana del equipó de porrismo, ¿Qué esperaban?
Nos retiramos del gimnasio para dirigirnos a la cancha donde estaban entrenando el equipo de fútbol.
Inconscientemente mi mirada se dirigió a nada más ni nada menos que a la persona que más asco le tengo. Austin.
Él se se percató de mi mirada y se giro para encararme haciendo que nuestras miradas se conectarán. Yo sin pensarlo dos veces volteé a mirar a otro lugar que no sea en aquel chico de ojos azules.
Nuestro equipo empezó a caminar al otro lado de la cancha donde nos acomodamos en círculo y hacíamos pase recibiendo la pelota en voleo, antebrazo o remate.
Estaba incómoda al sentir la mirada penetrante de Austin en mí, pero simplemente trataba de ignorarla.
Pasamos una hora practicando en aquella cancha y yo todavía sentía la mirada penetrante de Austin en mí. ¿Es que acaso nunca se iba a cansar? Mierda, me dan ganas de pegarle un puñetazo en su jodida cara.
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El playboy del instituto
Teen FictionSofia Jonhson, una chicha normal. Sofia nunca pensó enamorarse, ella pensaba que le pasaría lo mismo que a las chicas de los libros que ella leía, y lo que menos quería era sufrir; quería ser feliz y vivir una vida tranquila, pero al parecer la vid...