El playboy del instituto

Capítulo 9: Una apuesta

9. Una apuesta.

Ya había pasado una semana después de la última  vez que estuve con Logan en mi casa viendo películas. Fue una tarde muy divertida, combinando bromas, sentimientos y algunos que otros secretos, nada fuera de lo normal.

Fue una tarde muy agradable, cada que pasaba tiempo con Logan la pasaba genial, él siempre lograba sacarme una sonrisa, a pesar de ser un mujeriego es un buen amigo, no me arrepiento ni lo mas mínimo en haberle dado esa oportunidad.

El profesor índico las salida, recogí mis cosas asegurándome de que no se me quedase algo. Salí del aula y empecé a caminar en dirección a mi casillero.

Llegué, puse la combinación y este se abrió. Metí mi libro de literatura y matemáticas. Cerré mi casillero y me aseguré de que este estuviese bien cerrado.

Por el rabillo de mi ojo divise como alguien se encontraba recostado sobre el casillero de al lado. Traté de ignorarlo y seguir con mi camino pero éste se interpuso en medio.

-¿Qué mierda? -Dije enojada.

Levanté mi cara ya que el chico era mucho más alto que yo, y la diferencia de estatura era demasiado notable.

-¿Qué quieres? ¿Qué acaso no sabes que no te quiero ver? -Dije entre dientes cuando miré al perteneciente del musculoso cuerpo.

-¡Uh! La princesita se ha levantado de mal humor. -Me miró con una sonrisa burlona. -¿Es que estas con la regla? ¿Te bajó hoy? -Dijo alzando la voz para que todos los presentes en el pasillo escuchasen.

Escuché risas y escuché como estudiantes decían "¿Y estos qué? ¿Será que son novios en secreto?" "Sofia es una estúpida, Austin no debería estar con ella." "Maldita perra, si esa no le da lo que Austin quiere yo con gusto se lo puedo dar." "Dicen que Austin esta flechado por Sofia, han escuchando a Austin decirle a los del équipo que Sofia para él no es una más." "Austin es un idiota, Sofia merece algo mejor." o "Los dos están enamorados, se les nota a distancia, cuando ellos se miran se les iluminan los ojos, esto es como una novela ¡Qué emoción!"

¿Qué? ¿Acaso se me iluminan los ojos cuando miro a Austin? No, no y no, eso no es cierto, jamás, ni porque estuviese loca, ¡Dios dime que eso es mentira!

-Hey. -Dijo Austin batiendo su mano en frente d eji cara tratando de llamar mi atención.

-¿Qué quieres? -Lo miré incrédula.

-Eres mi compañera de baile, ¿Recuerdas? -Sonrió divertido.

-¿Y? ¿Qué tiene que ver eso? -Rodé los ojos.

-Qué nos toca baile. -Rodó los ojos.

-¿Y? Sigo sin saber por qué estás estorbando mi camino. -Dije ya cansada de él.

-Qué tenemos que ir, y he venido por ti. -Dijo obvio.

-No tenías que venir por mi, imbécil, tengo piernas y puedo ir yo sola. -Empujé a Austin y empecé a caminar a la odiosa clase.

-Qué amargada. -Murmuró.

-Te estoy oyendo, idiota.

-Oh, que bien, es bueno que sepas como eres.

-¿Qué?

-Nada. -No dije nada mas y avancé más rápido que Austin quien venía literalmente pisandome los talones.