El playboy del instituto

Capítulo 3: La fiesta

3. La fiesta.

Hoy ya era viernes. El último día de la semana que tenía que venir al instituto.

Estaba organizandome para una fiesta que todo el instituto estaba invitado, era de un tal Derek.

Yo no era la clase de personas que mantenía en fiestas todos los días en la noche. Pero no podía negar que cuando me invitaban a una fiesta o a un bar nunca me negaba.

Me gustaba disfrutar de mi adolecencia.

Cuando terminé de organizarme le mandé un mensaje a Luke diciéndole que ya estaba lista. Habíamos quedado en que Luke me recogería para no llevar mi auto. Lu no se iba con nosotros ya que quería ir sola, sabrá Dios porque será.

Me subí en el auto de Luke y lo miré con una sonrisa en la cara.

-Hola. -Lo saludé dándole un beso en la mejilla.

-Hey, estás hermosa, So. -Sé que él lo dice porque se le hace gracia el verme ruborizar, y lo había conseguido.

Odiaba la forma en la que me ruborizaba tan rápido y fácil, si me hacían apenas un cumplido yo ya parecería un tómate.

-No hagas eso, deja de molestarme y mejor vamos a la fiesta. -Dije con un tono molesto.

-¡Oh vamos, So! Sabes que de todos modos estás hermosa. -Me volví a ruborizar y escuché como Luke se carcajeaba. Luke me miró y yo lo miré amenazante. -Vale ya, pero en serio estás hermosa. -Y antes de que yo pudiera protestar él se adelanta. -Y no es una broma.

-Sólo conduce directo a esa fiesta. -Ordené.

Luke empezó a conducir a la casa de Derek. Mientras llegábamos puse la radio y empecé a cantar Bloodstream de Ed Sheeran y Rudimental.

Luke se burlaba de mi en ocasiones por lo mal que me salían las partes altas. Yo lo ignoraba y seguía cantando como si estuviese en un concierto.

Cuando por fin llegamos al lugar de la fiesta yo baje corriendo y sin despedirme de Luke me adentre a aquella casa y me hice paso entre la gente para poder llegar a la barra.

Me senté en un sofá y empecé a tomar de mi copa de champagne disfrutando de su delicioso sabor. No me gustaba tomar cosas fiestas como el vodka y esas cosas, casa vez que iba a fiestas tomaba lo más suave que había y pues si no había cosas suaves pues sencillamente no tomaba.

Visualize a Luke hablando con una chica, me parecía haberla visto en los pasillos pero no podía ver bien debido a la oscuridad.

-¡So! -Escuché como alguien gritaba a mis espaldas.

Giré mi cuerpo para encontrarme a Lu sentándose a mi lado en el sillón que encontraba tomando champagne.

-¿Hace cuánto has llegado? -Pregunté mirandola, se veía que el alcohol empezaba hacer efecto en ella.

-Que importa, la vida es una sola, ¡Disfrutala, mujer! -Dice balanceándose de un lado a otro.

Pude oler el alcohol en su aliento, Lucía no era una persona que tomara mucho a menos que esté deprimida o demasiado enojada.

-Responde, Lucía. -Gruñi mirandola con desaprobación.

-¡Oh vamos, Sofia! No te enojes, apenas llego y ya me quieres amargar la noche. -Bufo mirándome con enfado.

-¿Cuánto has bebido?

-No lo sé, como cinco... o siete copas, ¿Qué importa? La vida es para gozarla, no para pasarla de amargada.
-¡Dios mios, Lucía! ¿Qué mierdas te pasa? -Exclamé desesperada.