14. Logan y "el chico malo"
Llegué al pasillo con mi cabeza confundida. Austin, Lucía, Luke, Drake y mamá la ocupaban haciendo que me doliese de tanto que pensar. Tenía que analizar lo que me había dicho Austin y pensar bien que haría con él. Lucía se había ido y tenía que pensar como recuperarla al igual que con Luke. Drake tenía algo guardado sobre aquella chica, Danielle. Y mi madre no llegaba desde hacía un mes, he estado preocupada por ella, la llamado, enviado mensajes de texto y de voz pero de igual manera no contesta, ni a mi ni a Drake, es como si ella hubiese desaparecido.
Pero sabía muy bien que a ella no le había pasado nada, porque antes también nos pasó y salió con que su jefe no la había dejado llamar y había estado muy ocupada trabajando. Si, claro, el trabajo es más importante que tus hijos, madre.
Toqué la puerta del aula tres veces, apreté la correa de la mochila contra mi hombro derecho, esperé toda clase de gritos y reclamos de parte del profesor, pero el señor Jones ni siquiera había llegado, lo cual sorprendería a cualquiera, ya que él era muy cumplido.
La puerta había sido abierta por una chica que pocas veces vi en los pasillos, en la cafetería o en variadas clases que compartía con ella.
Caminé a un puesto vacío que estaba en los últimos del aula. Todos dirigieron su mirada a mi. Rodé los ojos cansada de todas esas miradas, juzgadoras, envidiosas, incluso unas de admiración y otra no muy bonitas de parte de adolescentes con hormonas revueltas.
Me senté y saqué mi cuaderno y libro de la clase. Me puse mis audífonos y presione sobre la pantalla de mi celular play haciendo que empezase a sonar el ritmo acompañado de la letra.
-We keep this love in a photograph
We made these memories for ourselves
Where our eyes are never closing
Hearts are never broken
And times are forever frozen still -Canté siguiendo el estribillo de la canción.Unos libros fueron libros cayeron en mi puesto haciendo un estruendoso sonido. Fruncí el ceño y miré al causante de aquella acción.
-Hey.
-¿Logan? Pensé que te habías mudado, eso habían dicho. -Frunció el ceño. -Ya sabes, los cotillas.
-Oh, claro. -Relajó su ceño. -No me he mudado, he ido a visitar a mi abuela que se ha enfermado. -Hizo una mueca, pero claramente sabía que estaba mal.
-Siéntate, hay un puesto justo a mi lado. -Sonreí sin mostrar mis dientes.
-¿Qué ha pasado durante el mes y medio que no estuve? ¿Algo interesante que deberías contarme o esperar a enterarme de los cotillas? -Bromeó sonriendo divertido.
-Lucía se ha ido, he peleado con Luke, mi madre no responde a llamadas o mensajes hace un mes y he sacado de mi vida a Austin, tal vez nada fuera de lo normal. -Encogí los hombros despreocupada tratando de disimular lo mal que me sentía.
-¿Todo lo que te ha pasado es malo? ¿Hay alguna cosa buena, al menos? -Negué con la cabeza.
-Supongo que la suerte sigue sin estar de mi lado.
-Tienes que lavar tu karma. -Bromeó. Lo fulminé con la mirada, pero al ver que se empezaba a arrepentir por lo que había dicho empecé a reír.
-¿Sabes? Nose si esa broma tiene sentido. -Hablé cuando paré de reír.
-No todas las bromas tienen sentido, So. -Me guiñó un ojo. Nose si fui yo, pero lo que había dicho sonó como un doble sentido.
La puerta del aula fue azotada. Di un respingo y giré mi vista a la puerta, como todos había hecho quedándose callados.
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El playboy del instituto
Teen FictionSofia Jonhson, una chicha normal. Sofia nunca pensó enamorarse, ella pensaba que le pasaría lo mismo que a las chicas de los libros que ella leía, y lo que menos quería era sufrir; quería ser feliz y vivir una vida tranquila, pero al parecer la vid...