Nunca supe muy bien lo que sería mirar el peligro a los ojos, compartir mirada con el mismo diablo.
Con mi puta perdición.
Venus
18.
Los 18 eran la edad más deseada por cada chica de nuestra ciudad. Tener 18 años significaba ser mayor de edad, y por ende, comprar alcohol legalmente, entrar en la mayoría de discotecas y bueno... No ser ilegal para los maduritos de las universidades. Eso último no es lo que más me interesaba, no es como que fuese por la calle pensando en eso, pero si que deseaba salir de fiesta con mis amigas, y poder tomarme una copa sin estar escondida, o sin tener que flirtear con el camarero. Era una facilidad bastante importante.
Los 18 también significaban más cosas en mi familia. Significaba que en una semana empezaba la universidad, y que por lo tanto tenía que madurar y ser más independiente. Así me lo dijo mi madre, aunque claro, no es como que siempre me hubiese comportado como una niña y ahora con 18 fuese una persona completamente nueva. Es una tontería, pero no contradice a mis padres con sus advertencias. No lo haría cuando me regalaron un coche, ya que me había sacado la licencia hace un par de meses.
—¿quienes iréis?—me pregunta mi madre interrumpiendo mis pensamientos—Aún no me convence mucho la idea, Venus.
Suspiro y dejo de dar vueltas al salmón hervido sobre mi plato. No creo que pudiesen haber hecho una comida peor para mi cumpleaños que salmon hervido con verduras, pero claro, no digo nada. Es mejor no quejarse en mi casa que esta regida por reglas desde los cimientos hasta el tejado.
—Mama, es mi cumpleaños—repongo con tranquilidad, pero aún así mi voz sale como un reclamo, así que añado—No te preocupes vendrán todas.
—¿todas?—pregunta ella alzando una ceja—¿Irá Charli?
—Si—asiento—Nos llevará su hermana mayor, Dixie.
—¿Avani?—pregunta metiéndose un trozo de zanahoria a la boca.
—También.—asiento yo—Mama irán todas. Vamos las 5, deja de preocuparte.
Antes de que pueda refutar algo más, mi padre cambia de conversación dandome un guiño con complicidad, sonrió y le doy una mirada agradecida. Mis padres... Bueno, mis padres son muy estrictos a pesar de siempre estar ausentes.
Mi padre es el alcalde de la ciudad, si, como suena, desde pequeño ha hecho política y se ha ganado el amor de nuestra pequeña ciudad al haber nacido aquí y al ser cercano de todos. Además, tener una familia ejemplar le ayuda. Siempre estamos en el punto de mira y en la boca de todo el pueblo lo que es molesto por varias razones.
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DANGER ━━ Jaden Hossler
Mystery / ThrillerPeligro. Una sensación que ella todavía no conocía, pero que no dejaría de sentir cerca de él. Cerca de Jaden Hossler. Él era el llamado peligro. #21 psicópata #77 suspenso #9 crimen