Peligro.
Una sensación que ella todavía no conocía, pero que no dejaría de sentir cerca de él. Cerca de Jaden Hossler.
Él era el llamado peligro.
#21 psicópata
#77 suspenso
#9 crimen
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Jaden
No miro ni un segundo atrás mientras tiro de Venus fuera de todo esto. Se oyen gritos, disparos, golpes.... De seguro ha empezado una pelea y un revuelto del que debemos salir, al menos ella debe salir en este estado. No es miedo lo que siento, ni siquiera estoy tan preocupado, puedo entrar ahí y matar a tiros a todos los que no les ha gustado mi decisión, pero también puedo ahorrarme alguna muerte.
Salimos de la casa abandonada y seguimos caminando hasta que llegó a mi coche. Oigo cómo gritan mi nombre y se que se han dado cuenta de nuestra oída. Abro la puerta del coche y meto a Venus dentro, a la fuerza. Entonces me meto yo y cierro. Un grupo de personas armadas sale de la casa y arrancó el coche con rapidez, aunque ya han esperado a disparar contra nosotros.
—¡agachate!—le grito, poraue sigue en shock.
La miró, no hace nada, suspiro. ¿enserio actúa como una inocentona cuando acaba de darle una paliza de muerte a Charly?dios. Sin dejar de manejar, me agachó y pongo mi mano sobre su nuca, obligándola a que se agaché.
Suspiro cuando salimos del bosque, parece que estamos a salvo porque los disparos hace rato que no se oyen
—Vamos Venus, espabila ostia, que nos muelen a tiros—le digo de mala gana cambiando de marcha
—No soy una asesina—susurra ella mirándose las manos llenas de sangre.
—No, tu no lo eres, yo sí, pero te advierto que serás una muerta si no te agachas—le grito pegando un volantazo
Tomo una respiración profunda, estoy perdiendo el control y es lo que menos necesitamos ahora. Mi corazón late como loco en mi pecho y mi respiración está acelerada, cuando pienso que todo pasará, por el retrovisor veo a dos coches negros, blindados, seguirnos. Podría ser puta coincidencia, pero entonces dos personas se asoman con un rifle.
—¡Mierda!—exclamó y miró a Venus—¡tienes que usar el arma que hay en la parte de atrás!—le indico pisando con toda la fuerza posible el acelerador.
—No voy a disparar a nadie—niega ella.
Lo pienso, es tan estúpida que seguro que habla enserio, no tenemos tiempo como para discutir, para amenazas y mucho menos para pensar más de una vez lo que hay que hacer. Tengo que disparar yo, a mi no me temblara el pulso al matar a esos hijos de puta, a ella si.
—Esta bien—asiento, de manera calmada—Cambiame el sitio.
—¿que? ¿Pararemos, no? Estamos en marcha—me mira aterrada
Tomo su nuca sin perder el control del coche y le miro a los ojos, para que entienda la gravedad de la situación—Venus, o morimos en un accidente de tráfico, o nos matan esos hijos de puta, y hazme caso, el primero es menos doloroso y peligroso, así que no, no hay tiempo para parar.
