Capítulo Doce

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El viaje había sido bastante divertido, estaba segura que ese viaje se podía calificar tranquilamente como algo mágico y eso me encantaba. Luego de unos 30 minutos y una parada rápida por mi casa, llegamos a un descampado hermoso. Sonreí ampliamente al ver las flores, el césped, los árboles, todo tan lindo y natural. 

Dejé una manta sobre el césped, sentándonos sobre ella.

- Espero que te gusten los picnics - Dije esperanzada mientras acomodaba una canasta entre nosotros.

- Amo los picnics - Me respondió, llenándome de ilusión. 

- ¿Quieres hacer algo? - Pregunté sonriendo. - Voy a poner música por mientras charlamos, ¿te parece?

- Claro, - Sonreí y puse mi playlist de Spotify. - ¿Sabes? Estuve pensando sobre algo - Comenzó a hablar.

- Oh, espera - Le interrumpí. - ¿Acaso tú piensas? - Le pregunté divertida.

- Que tonta eres - Me respondió riendo y me abrazó por los hombros. - A lo que te decía, estuve pensando, y llegué a la conclusión de que podríamos cantar una canción juntos, al menos un cover... - Lo miré con interés.

- ¿Y cómo llegaste a esa conclusión? - Pregunté mientras tomaba un sándwich de jamón y queso de la canasta. - ¿Quieres uno? - Le ofrecí un sándwich de la canasta, en una mitad de la canasta había sándwich de jamón y queso y de la otra mitad había veganos, obviamente le ofrecí uno vegano.

- Si, gracias - Sonrió y tomó el sándwich. Le dio un mordisco y siguió hablando. - Es que cantas genial. - Sonreí - Y además me encantaría poder cantar junto a una de mis personas favoritas - Me sonrojé.

- ¿Soy una de tus personas favoritas? - Pregunté sonrojada.

- Oh, no, pensé que estaba hablando con Finneas - Me respondió, a lo que me reí.

- Claro, ¿Cómo no se me ocurrió? Tú y Finneas - Le seguí la broma.

Me sentía en casa, él me hacía sentir en casa. Habíamos pasado una parte del tiempo escuchando música mientras hablábamos de temas varios, como libros y películas, música y más. Me encantaba hablar con él.

- ¡Ay! ¡Que esta es mi canción favorita! - Salté de emoción, levantándome de la manta al escuchar los silbidos de introducción a "Home" de Edward Shape & The Magnetics Zeros. - ¿La conoces?

- Claro que si, es genial esta canción - Se levantó conmigo y me tomó de las manos, comenzando a bailar torpemente a mi lado.

- Alabama, Arkansas... - Comencé a cantar la canción sonriendo. - I do love my ma and pa... - Le miré sonriendo y le dediqué lo que quedaba de verso - Not the way that I do love you.

- Well, holy moley, me oh my - Aidan siguió con el siguiente párrafo - You're the apple of my eye - Me miró sonriendo - Girl, I've never loved one like you. - Sonreí y le di un pequeño beso en los labios para luego seguir cantando.

- Men, oh, men, you're my best friend, I scream it to the nothingness. There ain't nothing that I need.

- Well, hot and heavy, pumpkin pie. Chocolate candy, Jesus Christ. Ain't nothing please me more than you. - Íbamos cantando intercalados, según iban cantando los cantantes originales de la canción.

- Ah, home, let me come home. Home is wherever I'm with you - Cantamos el estribillo juntos, al igual que con la siguiente parte de la canción que, con un poco de actuación, pareció digno de película. Se notaba claramente la química que teníamos y era hermoso.

- Binnie - Me habló Aidan.

- Aidan - Le respondí  mirándolo, la canción seguía sonando de fondo.

- ¿Recuerdas aquel día que te tropezaste de tu tráiler? - Ya entendí qué estaba haciendo, estaba completando lo que decían en la canción con lo que había pasado con nosotros.

- Claro que si, tú me atrapaste.

- Bueno, recuerdo que luego de eso, hicimos un video en vivo, ¿te acuerdas?

- Si, me acuerdo.

- Hay algo de ese día que nunca te he dicho.

- ¿Y qué es eso que nunca me has dicho?

- Mientras tu cantabas esa canción que yo mismo escribí, yo me estaba enamorando perdidamente de ti - Abrí la boca asombrada.  - Y nunca te lo he dicho hasta este momento.

- Awww, Aidan - Sonreí y le abracé feliz. Él me hacía feliz. Los versos de la canción seguían sonando pero ya no me importaba tanto, solo quería disfrutar del momento con Aidan. - Te quiero tanto - Dije entre el abrazo.

- Binnie... - Me miró.

- ¿Si, Aidan? - Le miré.

- Ven a mirar el atardecer conmigo. - Sonreí y nos sentamos en la manta de vuelta.

Saqué dos botellas de Coca-Cola, una para mi y otra para Aidan. Le extendí el brazo, entregándosela.

- Gracias. - Me sonrió y le dio un sorbo a su bebida.

- No es nada - Imité su gesto.

- Me preguntaba si... - Se mostró nervioso y no entendía por qué - Me preguntaba si te gustaría ser mi novia.

- Me encantaría ser tu novia, Ai - Respondí sonriendo y le besé la mejilla.

Me acomodé sobre su pecho y nos quedamos allí, apreciando los colores. El cielo se veía de un color salmón impresionante, estaba algo nublado por lo que las nubes se iluminaron de un color rosado intenso, en simples palabras, era... Mágico. Pero por mucho que no queramos, hasta los momentos mágicos llegaban a su fin, y es que luego de unas horas allí, ya debíamos volver a casa. Le acompañé a Aidan a su casa y luego me fui a la casa de Oliver. Toqué la puerta y esperé un rato a que me abra.

- Oh, Hola Binnie, ¿Cómo estas? - Me preguntó la mamá de Oliver al abrir la puerta y verme.

- Hola Vero - Saludé sonriendo mientras entraba a la casa. - ¿Cómo va todo? Yo me peleé con mamá y bueno, ¿pasa algo si paso la noche aquí?

Ella me miró - Claro, no hay problema, ¿puedo preguntar por qué se pelearon? - Nos sentamos en la mesa. - ¿Ya cenaste?

- Oh, tranquila, ya comí. - Sonreí - La verdad, no tengo ni idea, de repente se puso sarcástica conmigo. Ya sabes cómo es, en especial desde... - Hice una pausa - Ya sabes.

- Si, me imagino... - Me miró con tristeza y luego sonrió - Te ves hermosa.

- Gracias - Sonreí y me levanté. - ¿Oliver? ¿En su cuarto, no? - Asintió y fui a buscarlo. - Adivina quién se queda a dormir hoy - Comenté una vez lo encontré.

- ¡Binnie! - Sonrió y me abrazó. - ¿Así que te quedas a dormir? - Asentí con la cabeza sonriendo.

La noche había sido genial, estuvimos charlando un rato y luego nos acostamos a dormir, cada uno en su habitación correspondiente. No le había mencionado nada sobre lo que había pasado con Aidan, digamos que me daba miedo saber cómo se lo tomaría.

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Si mi segunda cita no es así, no quiero nada. Okno.

Las amo. Con amor y cariño, Iñaki. 💖

Luz, Cámara, Acción... [Aidan Gallagher]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora