El olor inconfundible de galletas con chispas de chocolate inundó las fosas nasales de Johnny, hipnotizándolo al instante. Por lo mismo, no dudó en salir rápidamente de su habitación y dirigirse a la cocina de donde provenía tal aroma.
Sus pies descalzos avanzaron hasta encontrarse con Ten, que llevaba puesto un bonito delantal rojo y se movía al compás de la música de la pequeña radio.
Una sonrisa fue imposible de editar y terminó dirigiendo su mirada a la silueta del menor, encantado con tal imagen.Caminó un poco más, acercándose hasta la ventana donde sorprendentemente se podía ver el día soleado. Una sonrisa más calmada aterrizó hasta el tailandés quien parecía estar muy concentrado en darle forma de corazón a la masa bajo sus manos.
En ese instante Johnny tuvo el impulso de abrazarlo por la cadera, olfatear su cuello y disfrutar del aroma de su colonia. Acariciar su cabello y besar su mejilla. Estiró una mano hasta Ten, pasándola sobre su hombro, dándole un pequeño masaje sobre su suéter beige.
Un toque tan íntimo que parecía irreal.
Suspiró sentándose en una de las sillas que tenía la mesa redonda al lado de la cocina. Inmediatamente, un sentimiento de nostalgia invadió su cuerpo; recordando el primer momento en que entró a esa cocina y la primera vez que desayunó con el otro chico. No podía creer que habían pasado unos meses ya.
Pronto el olor a galletas fue desapareciendo y eso se le hizo raro, al mismo tiempo que veía cada vez más lejos el rostro del extranjero.
—Ten. . . ¡Ten!
—Johnny. . . Johnny. . . ¡John!
Abrió sus ojos mirando sentándose de un golpe en el sofá, haciendo que su cabeza y la de Ten chocasen. Éste se quejó y frotó su frente alejándose de él.
—Te quedaste dormido en el sofá sofá— explicó el bajito tomando una pequeña bolsa a su lado. Sin dudar, se la entregó y Johnny aún medio dormido la recibió. — Te compré chocolates por San Valentín.
Entonces, cayó en cuenta. Había soñado todo y le parecía la explicación más lógica al porqué Ten cocinaba galletas en forma de corazón.
—Creo que aún tienen el precio— habló el tailandés dándose media vuelta, a su habitación— Disculpa por eso, en fin. Feliz San Valentín atrasado.
—Gracias Ten, lamento no tener na. . .— nuevamente los portazos lo detenían y dejaban hablando solo.
Abrió la bolsa rápidamente y caminó a su habitación, observó la caja de chocolates en sus manos. Como dijo Ten, sí tenían el precio pero no podía estar más que feliz con aquel detalle.
Dude, estás enamorado. La voz de Mark resonó en su cabeza. Y le dió la razón, estaba enamorado de Ten y no tenía ni idea de cómo había pasado o quizás sí.
¡ Feliz San Valentín a todxs ! Sé que ya es quince de febrero pero bueno se hizo lo que se pudo. No suelo dejar notitas pero ésta será un tanto especial; hace mucho tiempo llevo pensando en el camino de la historia y a pesar de que la vi por 20/25 capítulos creo que tendré que hacerla un poco más larga ya que siento que Ten como personaje no está muy bien desarrollado y que terminarla en 25 capítulos será un tanto forzoso.
Y hablando de final ¿cómo creen que será? ¿bueno, malo, abierto? Lxs leo. 💌
Por otra parte, muchas gracias a las personas que viene uniéndose a la historia y la apoyan, me hacen muy feliz y me ayudan a tener ánimos para escribirla. 🥰
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𝘄𝗲𝗶𝗿𝗱 ─ johnten
Fanfiction𝟭. Seo se enamoró de la rareza de Ten sin saber del peligro que ésto conllevaba. ❞ 🗒️ ─ slash • lime • au • ? top! johnny : bottom! ten ★ mención de otras parejas / trastornos de la personalidad •