i'm not sorry

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Johnny despertó con las mejillas acaloradas, el cabello revuelto y la respiración agitada. Tiró sus sábanas hacia atrás y más que rápido caminó hasta el baño. Encerrándose ahí.

Se miró al espejo con el ceño fruncido, apuntando a su reflejo.

—Eres demasiado estúpido para ser yo—. susurró. Estaba enojado consigo mismo, para él, tener sueños húmedos no era común ( quizás sí en su adolescencia ) pero el consideraba que ya estaba muy grande para dormir caliente.

Sin embargo, el mismo sueño se repetía más de una vez. En él estaban Johnny y Ten —obviamente debía estar Ten— comiéndose la boca salvajemente.

Johnny se puso rojo de tan solo recordarlo. Más cuando, el tacto del menor se sentía tan real, que llegaba a excitarlo más allá del sueño.

Y aunque a pensado en coquetearle o insinuarsele —incluso acorralarlo en la pared y besarle de la nada— Ten aún tiene una gran barrera. Muy pocas veces el tailandés lo ha tocado, y la mayoría de esas veces son por accidente o suaves palmadas en la espalda. Por lo mismo, la caricia en su mano fue tan memorable.

Sin embargo, nunca avanzó. Johnny se miró al espejo durante un tiempo. Era un desastre, estaba enamorado o completamente enganchado con un chico Tai del cual a penas sabía su nombre real y que era un completo freak. Pero lo hacía sonreír y llenaba su alma con esa paz que tanto había querido.

¿Estás seguro que estás enamorado?

—Claro que no, pero es lindo y deberías verlo, Mark, parezco un psicópata pero me gusta. Su sonrisa es muy linda.

—¿Entonces ya no hay más YoonOh?

—Ah, Mark. Eres un pesado con YoonOh, pasa página nunca fuimos tus padres y mucho menos pareja.

—¡Ese es tu problema John! Jeffrey me caía muy bien, me trataba bonito y me regalaba comida...

—Bueno, debiste pedirle que sea tu novio.

—Déjame terminar, ¿pero qué pasó? Johnny de un día a otro lo dejaste de lado ¿alguna vez pensaste en cómo se siente eso? Adelantas demasiado lo que sientes, un día dijiste ya no me gusta YoonOh y adiós, ahora dices me gusta Ten. Y juras que es el amor de tu vida y apenas lo conoces.

—Bueno, no era necesario el regaño.

—¡Claro que lo era! Johnny, olvídate de Ten, no lo conoces, no lo amas. Por favor, tú mismo dijiste que hay días en que no te dirige ni una mirada.

—Ya Mark... Las cosas están cambiando.

¿Sabes qué? Como sea, hasta un cerdo entiende más rápido que tú.

Y la llamada cortó ahí. Suspiro antes de hundir su rostro entre sus manos mojadas y lavó su rostro. Luego se dirigió hasta la puerta de la habitación y salió. En ese momento un semi-desnudo Ten apareció desde la cocina haciendo a Johnny parpadear varias veces y sentir un leve calor en sus mejillas.

—No te ilusiones, no soy el desayuno esta mañana.

Y volvió a caer de rodillas.

𝘄𝗲𝗶𝗿𝗱 ─ johntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora