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A Johnny le gustaban los espacios hogareños, lo más cercano posible a la naturaleza. Adoraba la sensación que transmitían ese tipo de lugares con una buena taza de café por las mañanas.

Por lo mismo cuando llegó a su nueva residencia, un apartamento compartido en una ciudad pequeña, creyó que era el sitio indicado para a cabo llevar una vida tranquila. Tal como siempre había querido.

Cuando la señora dueña de la residencia lo recibió esa tarde, la habitación principal estaba vacía de no ser por ellos. Sabía que viviría con otro chico pero éste no se presentó en el lugar.

—Es un chico tranquilo, y extranjero—. Lo había descrito la mujer.

Dió una vuelta por el lugar, una cajetilla de cigarrillos reposaba en la mesita de centro, había un suéter negro en el sofá y en otro mueble una foto de dos personas desconocidas. Uno de ellos era Ten, como la mujer lo había nombrado.

—Espero que puedan convivir bien—. Fue lo último que dijo la casera antes de cerrar la puerta.

Después de dejar sus maletas y bolsos en el piso se dispuso a darle un vistazo al resto del hogar hasta que unos pasos provenientes de la entrada lo detuvieron.

Tuvo que girar por completo para verlo; vestía pantalones holgados negros y el resto de su ropa no era diferente. Negra y holgada. Su cabello estaba peinado hacia un lado dejando al descubierto su fino y gatuno rostro.

Le sonrió esperando una misma respuesta pero éste solo apuntó al final del pasillo —Tu habitación es la última, el baño está al lado—.

—Soy Johnny—. Mencionó sonriente, acercándose a tomar sus cosas yacentes en el suelo.

—Soy Ten—. El mismo sólo le regaló escasos segundos de una pequeña sonrisa y se dió media vuelta para volver a la que Johnny supuso que era su habitación.

La mirada de Seo lo siguió hasta que la puerta se cerró metros delante de él, dejándolo confundido pero feliz de tener un acompañante para sus mañanas de café.

Le daba curiosidad saber cómo sería convivir con una persona completamente desconocida. Así que cuando terminó de desempacar las cosas más necesarias en su habitación, salió buscando cautelosamente al chico.

Pero éste no parecía estar en casa, cosa que lo decepcionó.

𝘄𝗲𝗶𝗿𝗱 ─ johntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora