1999

376 53 1
                                    

En un espacio como el hogar uno pensaría que dos personas se toparían tres o más veces en un día, compartiendo el desayuno, almuerzo y cena. Pero Seo llevaba una semana en ese lugar y había visto a su compañero dos veces en todo el tiempo que pasaba en la casa.

A pesar de que trató de no darle importancia, su motivo al llegar a ese lugar era conocer personas nuevas y cambiar de ambiente por lo que no se le hacía muy agradable sentirse ignorado.

Lo habría entendido en una ciudad como Nueva York, pero en una casa de un piso y cuatro habitaciones le impactaba de una forma totalmente diferente.

"En cualquier momento puedes volver a NY, ¡te estaré esperando".
Ese fue el último mensaje que le había enviado Mark, después de leerlo se encontró a sí mismo tratando de convencerse para no renunciar tan rápido a su nuevo entorno.

Dejó de lado su celular y se propuso cumplir con su visión soñada. Minutos después se sentó bajo el cobertizo de madera, con una taza de café caliente disfrutando del aire que chocaba con su rostro mientras miraba el jardín casi vacío de no ser por un par de flores.

La idea de recorrer el pueblo cruzó por su mente.

𝘄𝗲𝗶𝗿𝗱 ─ johntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora