Capítulo 9
Sálvenme de mi familia
Betsabé
Me había puesto un vestido ligero verde agua con flores blancas pequeñas, es bonito y me sienta bastante bien, sin embargo dada la ocasión para la cual me lo puse, no podía gustarme menos. Ciertamente mi humor esta mañana no era el mejor, quería pasar mi día con Dorian o Giuli, incluso me pondría a estudiar de buena gana con tal de no ir. Pero esa no es una opción ahora.
Con todas las provisiones listas, en las cuales me aseguré de incluir un frasquito de aspirinas, estoy segura de que las voy a necesitar.
-¿Lista?
Me tome un segundo para examinar a Asher, el desgraciado se veía radiante más allá de tener un humor amargo como yo por la visita que estamos obligados a hacer, aun así se nota que Basil le hizo muy bien a mi amigo. Por un momento me lamente el no poder pasar tiempo con Dorian, desde la charla del otro día solo nos vimos en los entrenamientos y muy rara vez terminábamos en una sesión de besos, que no iba a más que eso.
-Vámonos, entre más rápido bajemos al infierno más pronto volveremos a nuestro purgatorio-dije intentando no sonar tan infeliz.
Una sonrisa pequeña cruzo por el rostro de Asher.
-Definitivamente lo haremos nuestro cielo-dijo este con diversión.
-No sé tú, pero yo prefiero que Dorian me lleve a ese cielo-respondí con un guiño siguiéndole el juego.
-Descarada-susurró mi amigo riendo.
El camino hacia nuestro antiguo vecindario fue un poco más largo de lo que recordaba, internamente eso me gustaba, aunque al divisar mi casa ese pequeño toque de humor se esfumó. Fue peor cuando fuimos directamente recibidos por mis padres, eso rara vez pasaba, es decir tienen un mayordomo que los acompañó desde que tengo memoria, un hombre un par de años mayor que mi padre con la amargura tatuada en el rostro. Más allá del hecho de que crecí con ellos literalmente, solo había un par que realmente me agradaban y no es por ser idiota, nada llega a ser totalmente bueno.
Los primeros minutos en mi casa fueron extraños e incómodos, sabia que mis padres querían preguntarme cosas sobre mi conversión pero no se atrevían a hacerlo frente a mi esposo, no por miedo claro dudo que en algún momento lo sintieran realmente, no por eso significa que sean tan tontos como para desafiarlos de alguna forma.
-Bet ayúdame a ir por unos bocadillos-dijo sutilmente mi madre, mientras Asher y mi padre estaban sumidos en una conversación sobre sus estudios. Sin embargo sabia que mi amigo había escuchado perfectamente lo que dijo mi madre.
Asentí y la seguí, algo como esto nunca hubiese pasado en una situación "normal", pero dada la ocasión= recibir a tu hija vampiro recién convertida y a su esposo igual de colmilludo, le habían dado el día libre a todos los empleados. Una vez que ambas estuvimos solas en la cocina, ella se volvió hacia mi y me dio un abrazo que sinceramente no me lo esperaba.
-Cariño, realmente se te hecha de menos en casa-dijo contra mi hombro aun manteniendo el abrazo- por favor dime que no fue nada doloroso.
Se refería al cambio, realmente no recuerdo mucho de cómo fue.
-Claro que no, Asher no lo hubiese permitido-dije en un tono bajo y suave, intentando calmar cualquier tipo de remordimiento que pudiera tener.
¿Por qué hacía eso? Puede que no tengamos la mejor relación del mundo y este toda esta cosa del matrimonio arreglado y demás, pero sigue siendo mi madre, la única que tendré.
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El sin razón del Amor
RomanceEstar envueltos en un matrimonio arreglado pactado incluso antes de que pudieran pronunciar correctamente alguna palabra, lejos de terminar en un romance de película, se convierte en la llave que ambos necesitan para salirse del control de sus respe...