Una boda blanca

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Capítulo 1

Una Boda Blanca

No puedo decir que no estoy nerviosa, aun cuando esto es algo de lo que siempre fui consiente y no estoy hablando de la boda. Superé el hecho de que voy a casarme con mi mejor amigo a los 15 años, mi problema ahora es el ritual que conlleva esta unión, la parte más importante de todo este circo. Tanto Asher como su familia me aseguró que no es nada muy doloroso y que me curaría en un parpadeo, sin embargo ser mordida frente a media docena de vampiros no es algo para estar tranquila. Aunque la idea de no envejecer no es mala, lo que verdaderamente me interesa es el poder beber a gusto sin que el efecto me golpee, eso y el salirme de la casa familiar sin un dolor de cabeza detrás. La balanza no está ni cerca de ser equilibrada, pero en este punto es lo que menos importa ciertamente.

Salí de la tina lentamente, el agua estaba demasiado buena como para querer abandonarla, pero si no me doy prisa un batallón compuesto por mi madre y tías harán su acto de presencia. Ya es suficiente con el hecho de que tenemos que hacer este pequeño teatro frente a ellos.

Al entrar de nuevo al cuarto la imagen de mis cosas en cajas me regaló una suave caricia de libertad e independencia, aunque técnicamente no es así, detalles, detalles. El vestido blanco estaba colgado por la puerta del armario, estaba en un maniquí pero esa cosa ocupa demasiado espacio por lo que termine por simplemente colgarlo, es simple pero bonito. Es corto, justo en la línea de la rodilla, de corta en A con la cintura marcada por un precioso cinturón de encaje bordado, el escote era quizás lo que más me gustaba del vestido, la forma de este dejaba una abertura que caía profundamente en una línea cada vez más fina, dejando el resto a la imaginación. Sentaba como un guante, por supuesto fue hecho a medida por una de las mejores casas de los alrededores, mis padres nunca irían por menos para su hija eso es algo de lo que podían jactarse. Ciertamente no son malas personas, aún así entre más distancia haya entre nosotros, mejor para mí.

Mi móvil comenzó a sonar antes de que pudiera proceder a examinar la joyería que habían traído para mí, no pude evitar sonreír ante el nombre que aparecía en la pantalla.

-¿Cómo está mi futura esposa?

-Agonizando, ¿Qué tal la tortura familiar?

-Maravillosa como siempre-respondió con ese deje de sarcasmo propio de él.

-Te dije que ibas a necesitar un trago para manejar a esa gente.

-Qué suerte que tengo un mini bar justo a mi lado.

-Alcohólico.

-Mira quién habla

Para cuando termine de decir aquello ambos estábamos un poco tocados por la risa, sino fuera por el humor que rodeaba todo esto, podríamos estar en una crisis y de las pesadas. La boda que va a realizarse en unas pocas horas es más que nada para mi familia, puesto que no puedo simplemente desaparecerme sabiendo que toda la tropa Sorni tiene un ojo sobre desde que se anunció mi compromiso, es extraño pero es familia y esas cosas no se eligen.

-Voy a terminar de arreglarme-dije al cabo de unos segundos, notando que se me había pasado un poco la hora- asegúrate de pedir lo más fuerte del menú para los dos ni bien firmemos el papel.

La risa de Asher no se hizo de esperar.

-Hecho, si quieres siempre puedo llevar una petaca.

La sola idea era una tentación, pero el plan no es emborracharme frente a nuestras familias, suficientemente vergonzoso es el tener que leer los votos que me escribieron.

-Tentador, pero mejor no, no queremos accidentes-un suspiro y medio después- recuérdame esto cuando este muriendo leyendo frente a tus padres.

-Jamás lo dejaría pasar-repuso con burla, mientras intentaba muy mal, no reírse.

El sin razón del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora