Estar envueltos en un matrimonio arreglado pactado incluso antes de que pudieran pronunciar correctamente alguna palabra, lejos de terminar en un romance de película, se convierte en la llave que ambos necesitan para salirse del control de sus respe...
Recibimos la invitación para la cacería un par de horas antes de la llegada del amanecer, Mateo nos informó que estábamos siendo vigilados por al menos cuatro sujetos muy poco sutiles, no me podría esperar menos de parte de esos sujetos.
-El pase es solo para uno-dije mientras miraba a Dorian ir y venir de un lado a otro, no me sorprendería si deja las marcas en el piso- tienes que calmarte o esto no va a salir bien.
-¿En serio vas a pedirme que me calme? ¿Cómo puedes mantener la calma?
Touché, salvo por el hecho de que no estoy calmado, sino sumido en el más profundo miedo y terror de que algo salga mal, perderla no es una opción. Jamás.
-No estoy calmado, pero no podemos caer en la desesperación, Bet nos necesita y no sabemos que clase de trucos sucios tienen preparado.
El hombre pareció pensarlo por un micro segundo y luego se sentó a mi lado en el sofá, ya habíamos repasado una y otra vez lo que haríamos, con la invitación en mano, solo me resta prepararme y esperar que sea el momento de salir.
-No tienen que preocuparse, yo estaré por la zona en caso de que nuestra dama me necesite-dijo Mateo con una pequeña sonrisa, algo me dice que va a dejar un par de juguetes regados por ahí.
-Bien, nos apegaremos al plan y en caso de ser sumamente necesario, Mateo y yo preparamos unos juguetitos sorpresa-dijo Basil, mirando a mi amigo quien asintió a lo dicho.
Bueno eso confirma mis sospechas, no soy bueno con las armas grandes pero se usar las más pequeñas y en general hasta una granada llego, nunca me interesé demasiado, al menos no más allá de lo necesario en casos extremos, como este. Antes de que pudiera decir algo, sentí un tirón fuerte e intenso en el pecho que me paralizó por unos minutos, como si fuera una advertencia, necesito recuperar a mi mejor amiga.
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Una hora antes me monté en el coche, ya listo y me dispuse a ir al lugar acordado, no queda nada cerca por lo que con suerte llegaría con unos minutos de anticipación. Basil, Dorian y Mateo se fueron mucho antes en distintas horas y distintos vehículos, tenemos que cubrir todas las vías de escape posibles. En el mejor de los casos no tendremos que llegar a eso, espero no tener que hacerlo ya que estos tipos son realmente pesados y lo único peor sería tener que acudir a algún miembro de mi familia por apoyo. Me reservaré esa última carta comodín para más adelante.
El día estaba bastante ventoso, es molesto para seguir olores y cazar en general, el lugar elegido era un descampado con un par de montículos llenos de arboles viejos y arbustos grandes, hay muy pocos lugares donde ocultarse por lo que será más una carrera que una cacería. No quieres que Bet tenga muchas opciones, quién lo diría.
Me recibieron un grupo de vampiros que traían a sus juguetes de sangre con ellos, estos tenían una especie de collar fino el cual estaba conectado con una correa de cadena, la mayoría de oro y otros pocos de plata. Estos tipos no escatimaban cuando se trataba de hacer lucir a sus juguetes, estos por su parte parecían orgullosos de estar ahí con sus dueños, era simplemente repugnante. Sin embargo, sabía, más o menos, como funcionaba aquello y el lavado de cerebro que había de por medio. Estos "colegas" estaban con sus mejores galas, otorgándome ligeras sonrisas cada tanto pero sin dirigirme directamente la palabra.
