Capítulo 5
El club de los locos
Betsabé
El vestido color burdeos se amoldaba casi a la perfección a mis escasas curvas, el escote recto tipo bote le daba un aire elegante que me gustaba bastante, siendo un tonquesín más corto de lo que suelo usar, el verdadero accesorio estrella aquí era el tipo de arnés que yacía en mi cintura, acentuando mis caderas y dando un aire más sexy al look. Si bien soy partidaria de este tipo de prendas, de hecho tengo un corsé corto en mi armario, bajo el contexto en el que tengo que usarlo ahora solo hace que quiera quemar este pedazo de tiras. Siguiendo las instrucciones de Asher, recogí mi cabello en una coleta alta lo más prolija posible, me maquille casi de la misma forma que lo haría normalmente para una salida. Delinee mis ojos con un negro intenso, ensanche mis pestañas con un poco de rímel y como de costumbre pinte mis labios de un rojo precioso con un subtono marrón, más allá de todo me veía bien. Diablos más que bien, saqué mi móvil y tome un par de fotografías que muy posiblemente termine colgando en alguna de mis redes, tal vez solo Instagram.
-¿Estás lis...ta?-cuestionó Asher entrando en mi habitación
-¿Y? ¿Qué te parece?
-Diablos-fue lo primero que dijo- ahora no estoy seguro de querer llevarte, luces demasiado hermosa.
Sonreí ampliamente ante aquello, sé que él es sincero y que se preocupa realmente por esta reunión. Normalmente no tendríamos que hacer tanto alboroto, pero tratándose del club de neuronas falladas será mejor no arriesgarse.
Asher se la paso repitiendo conmigo todo el camino cómo debería comportarme, que debo decir, esto solo en caso de que sea completamente necesario, es preferente que no lo hiciera y la verdad es que por mí me hago pasar por muda. Las posibilidades de que meta la pata son 9 entre 10.
Finalmente al llegar, Asher tomo mi mano entre las suyas y deposito un pequeño beso en ellas antes de decir:
-Sé que esto va a ser difícil, especialmente para ti, pero te prometo que saldremos lo más rápido posible.
-Tranquilo, lo sé-respondí con una tranquilidad que no sentía.
Tal y como lo habíamos conversado, él bajo del coche primero y yo lo seguí teniendo cuidado de estar un par de pasos por detrás, al parecer esto marca una cierta "distancia" por así decirlo, una tontería de estas personas. El lugar en sí era impresionante e irradiaba poder por donde mirase y no es que pudiese husmear a gusto tampoco, mantener la compostura no es tan sencillo como lo hacen ver en la televisión. Pasando por alto las miradas indiscretas que no solo le eran dadas a mi amigo sino que a mi también, siendo que ya no soy "comida" para ellos, esto se me hace raro. Asher se detuvo ante la figura de un hombre que a simple vista daba escalofríos, alto y delgado, quizás hasta podría pasar por un jovencito débil y bonito, pero la frialdad que reflejaba en aquellas esferas azules dejaba muy claro que no se debía toma a la ligera. El hombre dibujo una sonrisa carente de emoción en el rostro, de tal forma que parecía que adrede quería enseñar los colmillos, gran cosa amigo solo son un par de dientes.
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El sin razón del Amor
RomanceEstar envueltos en un matrimonio arreglado pactado incluso antes de que pudieran pronunciar correctamente alguna palabra, lejos de terminar en un romance de película, se convierte en la llave que ambos necesitan para salirse del control de sus respe...