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—Estoy tan cansado— Un largo suspiró salió de sus labios y solo atinó a seguir caminando, estaba agotado, había sido un día cargado de emociones que no precisamente habían sido las mejores, salvo al final, donde había podido ver a su chico favorito.

—Me gustaría poder decírselo. . .— En ese momento deseaba ser más valiente, acercarse a USA, tomarlo de sus manos o solo mirarlo a los ojos y decirle "me gustas" era algo tan simple como eso, pero a la vez algo tan aterrador.

Con esos pensamientos que en vez de animarlo, solo lo hacían querer huir y nunca enfrentarse a esa situación que le acontecía, terminó llegando a su hogar preparándose para un baño, pensaba que el agua podría reconfrotarlo, llevar sus problemas a un lugar donde sería imposible volver a encontrarlos.

Se quitó la polera aún estando en la sala; después de todo era su casa, podía hacer lo que se le plazca.

—Hola México— Saludó a su amigo que lo estaba observando desde el sofá y poco después reaccionó.— Carajo, ¿Qué haces aquí?— Se avergonzó de ahora estar frente a él sin la prenda que le cubría, mostrando así unas cuantas cicatrices y tatuajes que ya tenía desde hace un tiempo.

—Vaya, Perú, pero que estoy viendo. No sabía que escondías todo eso— Bromeó en lo que el moreno trataba de cubrir su rostro con su mano, estaba muriendo de vergüenza.

—No jodas, dime a que viniste.— Reclamó, aunque trató de no ser muy duro, de todas formas no era la gran cosa, solo lo había tomado por sorpresa y el que lo estuviera halagando no hacía las cosas fáciles.

—Calma, calma, solo estaba un poco aburrido en casa y bueno, como tengo una copia de las llaves de tu casa creí que no sería mala idea estar aquí un rato.— El más bajo lo miró incrédulo en lo que trataba de relajarse, en verdad que su contrario no sabía lo que era privacidad, pero en parte era su culpa por haberle dado las llaves. . . Después de todo ambos ya se tenían mucha confianza.

—La próxima vez podrías avisarme, así no hubiera tardado tanto en venir.— De cierta forma lo decía enserio, le gustaba pasar rato con sus amigos así que en un futuro si es que este tomaba la iniciativa y le avisaba, no tendría porqué hacerlo esperar tanto y aparte de eso, no quería comentarle acerca de su dichosa suerte, así que era algo perfecto que le permitiera desviar así de tema.

—Que adorable, ya te extrañaba.— Respondió con una sonrisa, acomodándose en el sillón, sin apartar claro estaba la mirada de su amigo.

—¿Y Rusia?— Preguntó, pensando que podría sacarle un poco de conversación antes de hacerlo esperar por unos minutos más, pues sí o sí iba a ducharase, nada arruinaria ese momento de privacidad.

—Tenía que atender unos asuntos, quería que saliera con él luego de eso, pero realmente extrañaba pasar tiempo contigo, siento haberme alejado así de repente.— Perú le sonrió, ya no estaba tan enfadado como antes y las palabras de su compañero habían cambiado por completo su humor, en verdad agradecía tener a ese tipo de amigos a su lado.

—No importa, de todas formas sé que soy irresistible, tarde o temprano ibas a volver por mí.— Decidió bromear, igual, ambos ya lo estaban haciendo. — Aceptalo, es difícil vivir sin este hermoso chico a tu lado.—

—¿Oh enserio? Que confianza la tuya, pero tienes razón, mientras más veo, más te creo.— Los dos rieron, Perú había extrañado tener ese tipo de ambiente a su lado, bromear sin que implicara algo y solo estar al lado de su mejor amigo, de su hermano.

—Bueno, no te pongas de caliente, ya regreso.— Antes de que pudiera salir de la habitación, la voz de su contrario lo hizo detenerse.

—Tus tatuajes están muy buenos, quiero hacerme unos así.—

Soulmate «Usper»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora