Capítulo 23. Ella.

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Nunca había tenido la necesidad de hablar sobre ella, sobre la que tiene el título de madre por darme la vida pero a quien realmente veo como una hermana mucho mayor con sentido materno.

La relación con mi madre es muy rara, es como la relación que uno llega a tener con personas cercanas e importantísimas, esas en las que pelean y se arreglan lo antes posible porque es imposible no hablarse, esas en las que vives con los defectos y los defectos del otro como si fuera poca cosa porque lo aceptas, esas relaciones que aunque quieras romper seguirán ahí por que es tan natural tenerlas que no se van.

Mi madre no me entiende y por lo tanto me toca a mi fingir mucho delante de ella para evitar discusiones, ella me apoya en lo que hago pero siempre le oculto muchas cosas porque sé que ella no lo entendería.
Las desventajas de ser de muy distintas generaciones.

Ella me cuenta cosas que ha hecho cuando yo era pequeña, hago como que me sorprendo porque realmente yo ya las sabia, recuerden mi maldito sentido de la observación.
Mientras tanto yo no puedo ni decirle como, cuando, donde y con quien fue mi primer beso. No puedo salir del clóset y decirle que soy bisexual, no puedo decirle todo lo que pasa por mi cabeza porque solo me dice que "lo supere".

Realmente ella no me entiende pero no la culpo. Por eso es mejor callar todo lo que podría dañarla o dañarnos.

La manera en la que crecí con ella ahora trae la factura en mano, como casi nunca estuvo pegada a mi ahora que lo ha estado estos casi dos últimos años me siento sofocada. Esta pegada a mi, llego a casa y ahí está, quiere que comamos juntas, quiere que pasemos todo el día pegadas, quiere que la acompañe a todos lados y eso no es lo mío.

Tal vez por eso ahora estoy peor con mis problemas, ella solo se dio cuenta de mis cortadas y ya con eso me encierra entre la espada y la pared porque no me entiende y no sabe que hacer conmigo. Me hace sentir peor de lo que estoy, no puedo estar totalmente a gusto con ella y me hace enojar cuando habla de temas que alguna vez dijimos que no volveríamos a tocar.

Antes podía dejar a mi estomago libre y comer cuando quisiera y lo que quisiera, antes podía deambular en la casa como fantasma, antes podía subirme al techo de la casa y sentarme a contemplar la ciudad y un posible suicidio aunque no terminara haciéndolo (realmente me calmaba mis pensamientos suicidas de esa manera), antes podía poner música a todo volumen y andar descalza por todo el lugar cantando a todo pulmón, antes podía salir sola al parque o a donde se me antojara sin limite alguno, antes los problemas se iban un rato y mis demonios callaban por unas horas en medio de mi tranquila soledad. Era yo misma sin tener que estar o hablar con alguien, era mi pequeño mundo.

Ahora ella no me suelta por mas que se lo pida, me da libertad pero siempre que ande acompañada o para salir a fiestas, no puedo ser yo misma frente a ella y me siento enjaulada en mi propia casa. Se que lo hace porque se preocupa, pero creo que es un poco tarde para comenzar a hacerlo. Como deseo que vuelva a trabajar, a estar fuera de casa 12 horas o mas, como quisiera que abriera la jaula y me dejara volar. Tal vez sea egoísta pero esa soledad era algo que me ayudaba a fingir mejor, a estar mas relajada, a poder ocultar mejor mis líos mentales.

También me enoja un poco su manera de ser, digo, realmente no puedo decir nada porque soy como ella; pero a mi no me gusta que rompan lo que prometen, que hagan excepciones y demás cosas. Al menos eso yo no lo hago.

Y es que quedamos en que ella por ningún motivo iba a traer a sus malditos novios, amantes, amigos con derechos o como quiera llamarles, a la casa. Me prometió que nunca dejaría que se quedaran a dormir, me prometió que no los traería, que saciar su sed de placer era algo que haría en otro lado. si claro, y yo soy la descendencia de María Antonieta, a mi no me engaña.

Ella rompió esa promesa, ella dejó que se quedara toda la maldita noche en su habitación, ella traicionó mi confianza y si mi propia madre lo hace entonces ¿Cómo puedo confiar en gente que ni comparte mi sangre?

A parte de todo siempre que ella quiere salir conmigo lo invita a él, ¿Porque chingados tiene que estar él cuando salimos? Ahora ni siquiera puedo disfrutar de mis salidas. No me cae mal el tipo, pero su personalidad me caga y estoy hasta los ovarios de él y hasta los ovarios de que solo porque el novio formal de mi madre no tiene tanto tiempo para ella por su trabajo y por que es un cabrón total, ella utiliza al wey como una pequeña distracción.

Estoy harta de fingir que no sé nada pero no puedo decir algo porque sé que explotare y joderé todo como siempre termino haciendo cuando abro la boca en una discusión.

No estoy triste, estoy enojada. Me siento como el esposo que sabe que su mujer anda teniendo amantes y lo acepta pero luego descubre que lo hicieron en su cama y solo le queda quejarse y decir "Maldita sea, ahí duermo yo."

Pero claro, siempre me anda diciendo "yo quiero una relación formal" y yo en mi cabeza pensando "Pues deshaste de tu amiguito con derechos y bájale a tu consumo de sexo por un tiempo."

A veces me harta mi madre y tengo pensamientos muy oscuros sobre todo lo que la involucra (no quieren enterarse de eso y yo no quiero que se enteren.); pero entonces recuerdo que soy como ella en algunas cosas y que en general como persona soy mucho peor que ella.

Verdades Ocultas. (Hidden Truths)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora