Capítulo 9. Mafalda.

111 12 1
                                    

En la primaria tuve una mejor amiga. Oh, si chavales, ¡Sorpresa! Yo tuve una mejor amiga. Se llama... Digamos que se llama Mafalda. Le encanta Mafalda y me encanta Mafalda así que ese será su nombre jaja.

Fuimos mejores amigas desde tercero de primaria. Justo después de mi intento fallido de suicidarme. Mafalda no era metiche, creo que eso fué lo que hizo que nuestra amistad creciera. Era mucho menos introvertida que yo pero a fin de cuentas ambas éramos introvertidas. Ella nunca preguntaba nada cuando me notaba distante. Mi depresión, baja autoestima, ansiedad y paranoia se aminoraban cuando estaba cerca de ella y no era necesario hablar para sentirnos cómodas con la otra. Eso me encantaba. Los rastros que quedaban del bullying que recibía ya ni me importaban.

La extraño, realmente la extraño un chingo pero no creo que ahora sea como antes. Durante esos años con ella después de mi intento fallido se acentuaban cada vez más mis problemas mentales, pero yo podía de alguna manera controlarlos. Mis emociones, pensamientos suicidas, tristezas, todo me lo guardaba y no se lo decía a nadie. Podía con ellos, controlaba a mis demonios y no los dejaba salir y ni siquiera lograban reflejarse en mis ojos. Con un cuerpo tan pequeño y a tan corta edad era fuerte. En esa época si puedo decir que era fuerte, alguna vez fui fuerte y me enorgullezco de haberlo sido.

Sobreviví el resto de la primaria, que dura seis años en total, gracias a ella. Mis demonios se controlaban porque Mafalda era un apoyo silencioso, un apoyo que sin tener la remota idea de qué chingados significaba aún así iba y se tiraba a mi lado y esperaba a que yo me levantara primero. Nuestra amistad sobrevivió de alguna manera hasta el final de la primaria, desde los 8 hasta los 12 años. No dejamos de ser amigas pero por un corto tiempo de dos años dejamos de hablar y fuimos por diferentes caminos. Aún así no sentía que hubiéramos dejado de ser amigas, yo sabía que ella seguía ahí conmigo. Volvimos a tener contacto y seguimos como si nunca nos hubiéramos dejado de hablar, era tan natural estar con ella. Era feliz, volvía a probar un cachito de eso nombrado felicidad. Seguimos así hasta los 16 años.

En primero de Preparatoria, a mis 16 años, sucedió.

Mi madre me hizo separarme de ella. Mi abue le metió en la cabeza a mi madre una absurda posibilidad y me prohibieron volver a cruzar palabra con ella. ¿Por qué demonios meten a los niños en los problemas de adultos? Sacrifiqué mi felicidad por un asunto de adultos.

Y si lee esto mi madre me apuesto lo que sea a que ella pensará que es una tontería eso de que sacrifiqué algo y sólo dirá algo como "Ya pasó". Y si lo leyera mi abue me diría que soy estúpida y que las verdaderas amistades no existen y son producto de la imaginación.

Pero aún así lo digo: SACRIFIQUÉ mi poca felicidad por una absurda idea que sigue sin ser comprobada y que ya olvidaron y que ya no importa ni un carajo. Claro, todo esta bien, pero a mi ya me jodieron. Lo que yo pensaba poco importó y ni un "Lo siento por quitarte a tu mejor amiga" salió de sus bocas. Sólo escuché un "No es para tanto." y un "Olvídala, los amigos no son verdaderos". Como dije, lo que yo piense vale menos que la mierda.

Hace como dos semanas volví a hablar con ella. Mi sentido me dijo que no seriamos lo mismo, ya no hay lugar para volver a tener una amistad como la nuestra. Al menos eso fue lo que sentí y lo que me dio a entender después de un rato de hablar con ella. Así me pasa con varias personas, sé cuando ya no volveremos a hablar como antes lo hacíamos, me doy cuenta cuando se alejan poco a poco y en esos casos prefiero ser yo la que se aleje y desaparezca de golpe a sentir el dolor lentamente acumulándose. No creo volver a verla, no creo que volvamos a hablar. Yo sé bien que ella lo sabe y no hay de otra. No se puede volver a esa diminuta felicidad infantil que me hacia seguir de pie.

--------------------------------------------------------------------------------------

¿Saben? todavía queda mucho que contar y creo que mi primer gran paso fué contarles sobre mi intento fallido. No sé si alguien siga leyendo esto, tal vez después de contarles sobre mi intento de suicidio decidan ahora si irse a buscar algo ficticio y menos triste. Tal vez no lloraron cuando les conté sobre mi intento, pero es triste que haya tenido sólo 8 años y haya intentado morir. Los niños a esa edad solo andan de pedinches disfrutando de la vida y haciedo desmadre como los niños que son y yo intentando cosas serias... no pueden negar que estoy jodida.

PREGUNTA: ¿LES GUSTA MAFALDA? :) COMENTEN PORQUE ESTE CAP. FUE ALGO ESPERANZADOR AL PRINCIPIO JAJAJA.

Verdades Ocultas. (Hidden Truths)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora