24. Aleix

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Extraño

Salimos del garaje con las dos camionetas para ir al encuentro con Aleix. Teníamos pensado asaltarles a la salida de su "guarida". Habíamos descubierto dónde hacían sus reuniones y entrenamientos porque uno de los nuestros les siguió hace unos días. Sólo queríamos asustarles un poco pero no mataríamos a nadie. No somos como ellos. Solo les rasguñaremos un poco.

Aparcamos las furgonetas en un callejón y salimos todos discretamente. No llevábamos nada muy peligroso, solo armas blancas. Nos separamos en grupos para no alarmar a nadie y seguimos el plan al pie de la letra. Aleix y los suyos aparecerían en cualquier momento por la puerta de entrada de ese edificio y todos estábamos posicionados estratégicamente para que nadie se librara de unos cuantos golpes. Tal y como dije, a los cinco minutos de espera los ya nombrados salieron entre risas y avisé por el intercomunicador.

1...

2...

3...

Ya

Salimos de nuestros escondites y fuimos sobre ellos. Al principio se desconcertaron pero no tardaron en sacar navajas y cuchillos para enfrentarnos. Nosotros habíamos sido más rápidos así que algunos ya se encontraban hirientes y fuera de juego. Mi único objetivo era el líder así que me acerqué a Aleix mientras Guillermo (Uno de los más implicados en la organización) le distraía. 

Le golpeé la rodilla desde atrás para que callera al suelo y luego le di una patada en la espalda para que quedara tumbado y ya de paso, dejarle unos instantes sin aire. Me subí a horcajadas sobre el y le inmovilicé.

- Espero que disfrutes tu nuevo tatuaje hermano - Espeté. Le cogí la muñeca derecha y raje una raya bastante profunda que de seguro dejaría una preciosa cicatriz - Chicos, las camionetas - Informé por el pequeño micrófono. 

Golpeé la cabeza de Aleix contra el suelo para aturdirlo unos segundos mientras salíamos de allí. De inmediato aparecieron las dos furgonetas y en cuanto di la orden todos los nuestros fueron hacia ellas. Algunos tuvieron que batallar con algunos hombres furiosos con sed de venganza por aquella humillación pero conseguimos subirnos todos a las vehículos y escabullirnos. Siempre acabábamos ganando nosotros y sin la necesidad de mancharnos las manos.

Así eran las cosas entre nosotros. Pequeños asaltos para mostrar quién de los dos éramos más poderosos. Toda nuestra vida se había tratado de eso entre Aleix y yo. Bueno, casi toda. 

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Hola florecillas.

Escribí esto a las 3:00 am la semana pasada porque me vino esa inspiración divina para escribir a  esa ahora, jeje. 

Ta potente el capítulo. Además he incluido a uno de mis lectores : Guillermo

¿Opiniones del cap?

¿Ha dicho el extraño que no toda su vida han sido conflictos?¿ A qué se refiere?


Cuando llegue la primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora