6. Guerra 2.0

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Olivia

Me esperaba una venganza, pero no esto. Ese domingo por la mañana me fui a pasear un rato pero cuando llegué... Las almohadas de mi precioso cuarto estaban desparramadas y desgarradas por toda la habitación, había papeles mordidos por todos lados, la cama deshecha, cajones abiertos y joyería en cualquier lado donde podrías poner los ojos. Gracias a Dios mi armario intocable. Realmente parecía que un terremoto había pasado por este cuarto. Y en medio de todo ese desastre, un perro negro en medio de la habitación que observaba todos y cada uno de mis movimientos. Yo no podía ni respirar del miedo a sus gruñidos y al ver esos enormes y horribles colmillos.

Mi querido compañero de piso estaba en el fondo de mi habitación ( había entrado otra vez como si la casa entera le perteneciera) sonriéndome con suficiencia. Será tarado...

- Con una simple palabra puedo hacer que el pequeño Bolt haga contigo lo mismo que ha hecho con tu habitación - Dijo este refiriéndose al animal. Ala mención de su nombre, el animal se giró hacia Rogers -Así que pide perdón por lo que hiciste o esta criatura te saltará encima preciosa -

Los dientes me chirriaban de la rabia, bueno y de miedo. Desde que era pequeña no era muy fan de los perros, más específicamente desde cuando un chihuahua me persiguió cuando tenía once años, me traumó un poco.

Miré a ese horror y luego a Rogers, así consecutivamente mientras una idea se formaba en mi cabeza. Como si me leyera la mente dijo :

- Ni lo pienses, salir corriendo solo le hará enfurecer y te aviso que este perro es rápido, no tendrás sitio en esta casa para correr -

Maldita sea, dije mentalmente.

- Pe perdón - Dije mirando mis pies en un susurro inaudible.

- ¿Dijiste algo? - Me respondió el, burlándose de mi

- Perdón - Dije un tono más alto

- Uhm no te oigo ¿Puedes hablar más alto? -

No podía más del enfado que me carcomía así que exploté

- !DIJE QUE LO SIENTO Y AHORA SACA A ESA BESTIA DE AQUÍ¡ - Y con eso, cerré la puerta de mi cuarto y corrí al baño para encerrarme allí.

Oí cómo Mark salía de mi habitación y se acercaba lentamente al baño. Yo llevaba ya unos minutos desde que me empezaron a sudar las manos y mi respiración era más controlada. El silencio era tal que desde mi posición podía oir la respiración de esa bestia, estaba justo al otro lado dela puerta.

- Bueno, ya has conocido a Bolt - Aprecié que se carcajeó por lo bajini - Es mi perro, le verás más a menudo -

¿Su qué?

- Si es tu perro ¿Dónde ha estado hasta ahora?- Añadí con voz segura aunque en verdad estaba cagadísima del miedo.

- Oh, tranquila preciosa, Bolt vive en casa de mis padres, está aquí solo para mi venganza por lo del otro día -

Ay no, no quería llevarme mal con él pero Rogers se lo estaba tomando realmente en serio, tenía que actuar si no quería ser pisoteada por el.

- Llévate a ese sucio perro lejos de aquí Mark. Más te vale que cuando yo salga de aquí ese bicho esté fuera del apartamento - Se lo dije lentamente y expulsado toda la rabia, más claro que el agua.

Silencio.

- ¿Asustada? -

- No querido, ahora mismo lo que quiero es arrancarte esa sonrisa que seguro que tienes en la cara- Mentira, estaba asustadísima.

- Está bien me lo llevo - Sonaba sincero , así que suspiré de alivio. Pero era Mark Rogers, él siempre quería algo a cambio - Pero me esperarás y me harás la cena, uno de tus platos que te haces siempre, huele bien cuando cocinas. Estaré de vuelta en dos horas -

Y sin darme tiempo para opinar o decirle algo se fue y salió de casa , dejándome con la palabra en la boca.

Me sentía halagada por lo que dijo pero a la vez ofendida, no iba a hacerle la cena. Eso definitivamente no iba a pasar. Salí del baño y me dirigí al salón donde estaba el teléfono de la casa. Primero busqué en mi móvil el número de teléfono al que debía de llamar y seguidamente llamé. Respondieron al tercer timbre.

- Hola buenas tardes, pizzería - Una mujer me respondió al llamar

- Oh buenas tardes, me gustaría pedir dos pizzas medianas -

- Claro ¿de qué las quiere? -

- Una con piña y otra de queso de cabra...Los bordes con queso de cabra también-

- ¿Algo más? - Por cada segundo que pasaba, la sonrisa en mi cara se hacía más grande.

-Si , una pregunta ¿ Hasta qué hora están abiertos? - La chica me dio los horarios e hice unos cálculos - Genial ¿pueden estar las pizzas dentro de dos horas y media? -

- Claro, solo dígame la dirección y se las enviaremos -

Le dije todos los datos y al colgar, me empecé a reír a carcajadas yo sola. Mark se había pasado de la raya con lo que había hecho, además ahora mi cuarto parecía sacado de una película de terror. Podría haber entrado en su habitación y haber desordenado todo por mi misma pero teniendo en cuenta cómo era mi compañero de piso, podría tener de todo allí y prefería quedarme tal y como estaba.



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Ya entenderéis lo de las pizzas en el capítulo siguiente. Y ya lo sé, este capitulo es un pelín más corto.

Porfa deja tu voto y un mensajito que no cuesta nada jeje :)

Ahora alguna preguntita para interactuar un poco jeje:

¿Qué crees que hará Olivia?

Cuando llegue la primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora