Capítulo 18: El raik de una diosa amada

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Meriel: Si se trata de matar a un demonio, los ángeles podemos actuar libremente y eso es lo que haremos. El único que puede ordenar que lo dejemos en paz es el señor Allheird. (A los ángeles) Llévenlo a las puestas de Infrendoom. Lo mataremos y destruiremos su alma haciéndola entrar ahí. (Ordenó y los dos ángeles recién llegados comenzaron a caminar hacia Nehitan).

Nehitan: ¿¡Es que todos en este universo intentan matarme!? (Sujetó el mango de su espada, pero la mano de Yereli sostuvo la suya deteniéndolo).

Yereli: Vamos (Remarcó) Aunque nadie más pueda ayudarte yo siempre estaré a tu lado, sé que te haría falta (Dijo con orgullo).

Nehitan: (En él se reflejó una gran alegría) A este punto casi eres la mitad de lo que yo puedo llegar a ser, y más bien yo te ayudare cuando lo necesites, nadie podría ser más útil que yo.

Scott: Meriel ¿Dónde está Allheird? Necesitamos que detenga esto. Él no es una mala persona, no merece eso.

Meriel: El señor Allheird llegará dentro de poco, pero te aseguro que para cuando él llegue esto ya se habrá detenido, ya que yo... nosotros acabaremos con ese demonio (alza la mano como si estuviera dando una señal y al instante una multitud de ángeles apareció en el aire, Meriel bajó rápidamente el brazo y todos se dirigieron hacia Nehitan) Dalil, al haber traído a un demonio conscientemente recibieras un castigo, pero lo recibirás más tarde ya que ahora debemos matar al demonio.

Dalil: ¿sabes que solo pensar en castigarme podría resultar perjudicial para ti? Yo en tu lugar lo pensaría dos veces antes de hacerlo (se expresó en un tono burlón y arrogante).

Seguido de eso, Nehitan y Yereli chocaron sus puños dando origen a su fusión, Yereth, quien de inmediato comenzó a protegerse de los ángeles.

...

Al mismo tiempo, y aprovechando el caos que se había ocasionado, Alacuz comenzó a moverse en dirección contraria a la pelea, hasta que finalmente desapareció de esa zona de la dimensión de los dioses.

Cuando eso inició, Alacuz tenía pensado ayudar a Nehitan, pero ya que se encontraban en la dimensión de los dioses, zona de Allheird, se podía sentir el raik de cada uno de los dioses que habitaban el universo en ese tiempo, y al darse cuenta de eso, Alacuz se centró en buscar un raik en específico, y una vez que lo encontró, comenzó a dirigirse a él. El raik que Alacuz seguía era el de Aneira Dreirer, la diosa del planeta Herelk, la mujer que había estado junto a Alacuz durante mucho tiempo, pero que hace cincuenta años había ascendido debido a que su poder de los dioses finalmente había madurado.

En aquel entonces, cuando el conflicto de Balkar llegó a su fin, Alacuz y Aneira se fueron de Balkar para poder pasar sus últimos días juntos en soledad, y en ese viaje, Alacuz le había prometido que sin importar como, el haría todo para que volvieran a estar juntos, y para él, ese era el momento perfecto.

...

Mientras Yereth se encontraba defendiéndose de los ángeles, Estandford y Scott estaban tratando de detener a otros grupos de ángeles que buscaban ir hacia Yereth y al mismo tiempo Dalil no se encontraba peleando contra ningún ángel debido a que ella no quería desafiar las reglas en ningún momento, pero a pesar de no pelear directamente, en ocasiones creaba puertas para enviar a otro lado a todo ángel que realmente pusiera en peligro a Estandford y Scott, pero mientras hacía únicamente eso, notó que en ese lugar ya no se encontraba Alacuz, por lo que ella se dio cuenta de que eso no traería nada bueno consigo, por lo que decidió ir tras él y de inmediato creó una puerta y entro en ella yéndose de ese lugar.

...

Alacuz avanzaba a gran velocidad mientras seguía el raik de Aneira, pero de repente, frente a el apareció una joven y bella ángel a la que el fácilmente reconoció debido a aquellas veces que la vio en el pasado. Frente a el se encontraba Akerli, el ángel a cargo de la guardia y servicio de Aneira.

Cuando Akerli llegó frente a Alacuz, extendió sus alas y se puso en posición de pelea, ya que no permitiría que Alacuz continuara avanzando.

Alacuz: (Se escuchaba mas serio de lo normal) Akerli, no me esperaba que tu intentaras detenerme. Por favor, déjame ver a Aneira, estoy seguro de que ella igual querría verme. (Se forzó a sonreír).

Akerli: Mi señora Aneira realmente estaría feliz de verlo. Ella siempre piensa en usted mientras intenta verlo, pero lamentablemente Balkar está fuera de su jurisdicción y no puede hacerlo. (Suspiró) Si usted la va a ver, ella estaría realmente feliz, sin embargo, usted está rompiendo las reglas de la dimensión de los dioses, ya que no tiene permiso de estar aquí y, por lo tanto, no puedo dejarlo seguir.

Alacuz: (Llevó su mano derecha a su espalda y desenvainó su espada) Akerli, déjame pasar. Si no lo haces pasaré de todas formas, aunque tenga que pelear contra ti. (En ese momento una puerta se abrió y Dalil salió de ella) Soy consciente de que estoy rompiendo las reglas, pero es algo que estoy dispuesto a hacer por volver con ella. (Dalil tocó su hombro por su espalda haciendo que se volteara bruscamente)

Dalil: ¿Y crees que puedas ganarle a un ángel? Bueno, dos ángeles, ya que ahora he venido por ti. (Chasquea los dedos y de inmediato la FV-Sword volvió a su funda) Tu estás dispuesto a recibir el castigo por desafiar las reglas, ¿Pero has pensado en los problemas que le ocasionarás a tu querida Neishda por eso?

Alacuz: (Apretó su cabeza con su mano derecha) Pero es que definitivamente debo verla de nuevo. Una vez con ella, no dejaré que nadie le haga daño, por lo que no será castigada, ya que no lo permitiré. (Volvió a desenvainar su espada).

Dalil: Akerli, no pienses mal de él. Alacuz realmente quiere a Aneira, pero parece que se ha dejado segar por sus propios anhelos. Solo hay que hacerlo entrar en razón.

Akerli: Si, lo sé, Dalil. Ahora hay que hacerlo entrar en razón antes de que venga otro ángel de estas zonas o...

...

Antes de que Akerli terminara de hablar, Alacuz se movió rápidamente hacia Akerli e intentó golpearla en el cuello con su FV-Sword, pero antes de lograrlo, ella se puso detrás de el y lo iba a desmayar de un solo golpe, pero lastimosamente para Alacuz, algo mucho peor ocurrió, ya que en ese momento se comenzó a sentir una gran presión de riem que solo lo afectaba a él, por lo que cayó al suelo sin poder hacer nada más. Allheird, el dios de todo Unvergerl había llegado a ese lugar. El se encontraba mirando fijamente a Alacuz, pero eso había sido suficiente para detenerlo.

Allheird: (Se expresó con seriedad) Akerli, déjamelo a mí. Tu regresa con Aneira y dile que todo estará bien con su pequeño Haickterd. Dalil, tu regresa a mi zona. (Con solo eso, ambas ángeles movieron sus brazos derechos como si cortaran el espacio frente a ellas y entraron a ellas sin poner objeciones). Y ahora, ¿Qué haré contigo? (Solo dijo eso y desapareció).

...

De regreso a la zona de Allheird.

Después de que Dalil se fue, Estandford y Scott comenzaron a sentir más complicado el hecho de enfrentar a los ángeles, ya que como en sus cuerpos solo había esencia, no podían usar más que sus habilidades Estruaikers, las cuales no eran nada en comparación con el poder de los ángeles de Allheird. Si ellos dejaran de pelear, los ángeles ya no le harían nada debido a que siguen siendo reconocidos como dioses, pero, aun así, el par de hermanos solo quería evitar que Yereth fuese derrotado y ejecutado sin ninguna buena razón.

Un rato después de pelear sin descanso, una puerta se abrió algo lejos de ahí, y Dalil salió de ella. Al mismo tiempo se comenzó a sentir una enorme presión de riem, y de repente junto a Dalil apareció Allheird quien llevaba con él a un Alacuz incapaz de moverse. Una vez que llegó, Allheird rápidamente observó todo y en un instante analizo la situación en su totalidad.

Allheird: (Después de haber observado todo) Ese sujeto de allá es un demonio con acceso al estado místico y es muy similar a Luxiria, pero en su interior tiene riem y esencia, Estandford y Scott también tienen esencia así que ya sé que es de lo que quieren hablar al venir aquí (dijo de forma que solo Dalil escucho).

Dalil: señor Allheird, el demonio viene con nosotros, es un amigo de Estandford y Scott, así que ¿Podría decirles a sus ángeles que dejen de atacarlo? (Dijo de forma respetuosa).

Allheird: Lo se Dalil, no tienes que decírmelo (apunto su mano hacia Yereth y al instante se separó) ¡El demonio de ahí no es enemigo, detengan la pelea! Y vuelvan a sus posiciones (Al instante todos los ángeles dejaron de pelear y desaparecieron de ahí ya que habían regresado a sus antiguas posiciones).

Legado De Hermandad: Fractura Dimensional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora