Capítulo 50: El ultimo adiós.

15 1 0
                                    

Los ángeles fueron derrotados gracias a la fusión Scarneth y a la colaboración de los dos dioses de primera generación para la creación y la aplicación de la técnica de purificación.

Sin ese trabajo en equipo, vencer a los ángeles pudo haber sido algo imposible, pero afortunadamente lo lograron, Yohanova los purificó, y los ángeles finalmente cayeron. Al ver que los ángeles ya habían caído, Allheird finalmente se relajó, le avisó a Estandford y Scott que se apresuraran y se dirigió hacia Prometeo, quien cayó en un planeta cercano a él.

Aunque sabía que su antiguo ángel ya había sido purificado, Allheird se acercó con mucha precaución. En ese momento Prometeo se encontraba en el suelo grisáceo del planeta intentando levantarse, pero cayendo con cada intento. En uno de sus intentos, el ángel finalmente se rindió y se acostó mirando al cielo, donde pudo ver a Allheird acercándose a él, y en cuanto lo vio, Prometeo sonrió y lloró.

Allheird: (Su voz se notaba suave, como si en cualquier momento fuera a romperse en llanto) Ya eres tú de nuevo, mi viejo amigo, Prometeo. He esperado tantos tiempos para verte de nuevo. Desde aquel momento en el que se fueron a registrar la zona cercana a la fractura, nunca deje de esperar tu regreso, porque para mí, quienes nos atacaron en ese entonces no eran ustedes.

Prometeo: (Volteó su rostro para no mirar a Allheird) No es así, señor Allheird. Quienes los atacaron, si fuimos nosotros, si fui yo quien intentó matarlo, si fui yo quien lo traicionó. Realmente lo lamento, aunque sé que lo que hice no tiene perdón.

Allheird: No es así, todo eso fue a causa de las corrupciones, ellas los controlaban, pero ahora que se han ido, ya pue...

Prometeo: No señor, realmente si fui yo. No sé cómo explicarlo, pero eso realmente era yo. No se sentía como si me estuvieran controlando o si me estuvieran obligando a hacerlo. Se sentía como si eso fuera algo que yo realmente deseara hacer, como si todo lo que hice fuera producto de mis propios deseos y ambiciones, además de que en ningún momento me sentí como si fuera otra persona.

Allheird: (Suspiró) Las corrupciones son algo que no entiendo, incluso yo llevo una en mi interior, pero no sé cómo funciona, simplemente me hace actuar de forma ilógica, pero cada cosa que hago busca cubrir una necesidad que la corrupción me hace sentir. Es como si ella me llevara a hacer algo en contra de mi voluntad, aunque no es así del todo, ya que sé que realmente me gustaría acabar con este enorme vacío que me deja la soledad que me dejaste. Tu caso y el mío son distintos, pero si mis acciones se ven afectadas por la única corrupción que llevo en mi interior, es claro que la gran cantidad de corrupciones que te poseyeron causaron que tus acciones fueran distintas y buscaras asesinarme, pero nada de eso fue porque tu realmente lo quisieras, sino porque ellas te hacían actuar haciendo parecer que todo era tu voluntad.

Prometeo: Pero señor Allheird, aunque eso fuera verdad, yo seguiría siendo el culpable. En aquel tiempo, en lugar de ir a informarle sobre la caja y la extraña energía que emanaba de ella, yo desafié a mi hermana a abrirla. Antes de eso ella tenía miedo de hacerlo, pero por mi maldito desafío ella lo hizo. No importa que intente decir para hacerme sentir mejor, ya que yo seguiré siendo culpable. (Su voz lentamente se hizo más débil)

Allheird: En ese caso solo necesitas redimirte.

Prometeo: ¿Redimirme?

Allheird: Si tu ocasionaste lo ocurrido, entonces realiza tantas buenas acciones como sea posible, has todo lo que esté en tus manos para enmendar tus viejos errores. Incluso la peor persona merece una segunda oportunidad para mejorar, ¿Entonces porque tú no la tendrías?

Prometeo: (Finalmente miró a Allheird al rostro) Señor Allheird... Muchas gracias por eso, pero usted sabe que yo... ya no tengo otra oportunidad. Mi tiempo se ha agotado, pero... si usted pudiera... perdonarme, al menos podría... irme... feliz.

Legado De Hermandad: Fractura Dimensional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora