Legado De Hermandad: Fractura Dimensional.

Capítulo 30: Entrada al campo de batalla

Desde antes de que Alacuz partiera de Balkar junto al ejercito real, la batalla ya había comenzado y en el espacio, cerca de la zona en la que la fractura se había abierto, el ejército de los clanes de Balkar y amigos de Nehitan ya había comenzado a repeler la fuerza enemiga, aunque sin mucho éxito, ya que los elfos salían sin parar de la fractura.

En esa batalla, Leyka y Nehitan eran quienes se encontraban derrotando a la mayor parte de los elfos, pero debido a la gran cantidad d elfos que salían sin parar, no se podía menospreciar el buen trabajo que estaba haciendo el ejército.

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Mientras la batalla se estaba llevando a cabo, de repente un temblor mas sacudió el universo, lo que ocasionó que la grieta se abriera más, ocasionando que la cantidad de elfos que salían de ella aumentara, y no solo fue eso, ya que la presencia de los elfos comenzó a sentirse por varios puntos del universo, lo que daba a entender que los elfos igual saldrían en muchos otros lados, haciendo que la tarea de contenerlos se volviera más difícil. Ese temblor había hecho que la tensión del ejercito aumentara, pues no todos en el eran lo suficientemente fuertes y ya se habían reportado varias bajas, por lo que la idea de tener que enfrentar a muchos más fácilmente bajaría la moral de los Balkers, principalmente de aquellos que nunca habían tenido que pelear en una batalla como esa, sin embargo, a pesar de eso siguiendo dando su máximo esfuerzo para repeler al ejército élfico.

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Mientras el ejército repelía a las fuerzas élficas, y justo después de que el temblor ocurrió, Alacuz y el ejército real finalmente llegaron al campo de batalla, y mientras el ejército disparaba esferas de raik hacia los elfos, Alacuz desenvainó su espada y se movió a gran velocidad hasta llegar junto a Leyka y Nehitan, donde eliminó unos cuantos elfos decapitando los con la FV-Sword.

Alacuz: (Habló sin dejar de luchar) Se que ustedes igual lo sintieron. Los elfos han comenzado a salir en más de un punto. Tenemos que hacer algo, o de lo contrario, habrá muchos sitios dominados por esta tonta raza.

Nehitan: Los refuerzos serán de gran ayuda, al menos aquí, aun así, no creo que ellos se quieran separar, el ejército de Balkar preferirá proteger su planeta.

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Mirlo llegó rápidamente, tomo el IDE-Arc de Leyka y lo cargo con su propio Riem creado cinco flechas cargadas con el fuego de Scord, las soltó y éstas se dividieron cinco veces explotado en un gran rango que acabó con cientos de elfos, apresuradamente se volteó hacia Alacuz, Nehitan y Leyka a quien le entregó su arco mientras respiraba pesadamente y sentía poca movilidad en los brazos.

Mirlo: Disculpa por tomarlo. (Hablo rápido y tomó aire para continuar) Debía ganar algo de tiempo, pero no creí que terminaría así... (Respiró profundo tratando de calmar su respiración y levantó su dedo índice derecho) Primero: no debemos agotar la fuerza de los ataques a distancia, hay que comenzar el enfrentamiento directo. (Tomó más aire calmándose por completo y levantó también su dedo medio) Segundo: el resto de príncipes y princesas están de acuerdo con dividir las fuerzas para combatir las demás grietas de la fractura que se están abriendo, "hay más de una forma de llegar a Balkar" es lo que todos piensan. (Finalmente levantó el dedo anular) Y tercero: Yereli viene en camino. (Ese tercer punto se lo dijo especialmente a Nehitan).

Justo en el momento en que Mirlo terminó de hablar, todos escucharon una voz que decía "Ella no es la única que viene en camino".

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En el momento que la voz sonó, todos comenzaron a buscar, y al instante se formó un portal justo encima del ejército de tiradores a distancia y de él salieron Estandford y Scott mientras sonreían con mayor confianza a la de antes, y esa sonrisa se debía a que justo detrás de ellos aparecieron tres puertas plateadas de las que salieron sus ángeles Acknel, Shail y Greiel, pero eso no fue todo, ya que inmediatamente después se abrieron más de mil puertas plateadas y una puerta de cristal justo detrás de ellos y de cada puerta salía un ángel, entre ellos Meriel, el líder de los ángeles de Allheird.