Capítulo 10: El fin de una era

9 2 0
                                    

...

En un breve instante los ángeles llegaron a Olimpire, ellos iban al frente de todo su ejército que estaba conformado únicamente por los elfos sobrevivientes, incluyendo a tres de los que poseían las corrupciones.

Una vez en Olimpire, los ángeles y su ejército entraron a la edificación más grande, en donde encontraron a Zerus sentado en su trono, y ya se encontraba esperándolos en su trono con una notable sonrisa, pero, aun así, no perdió su seriedad.

Zerus: ¡Por fin llegan, los he estado esperando! Tardaron tanto en llegar, que incluso ya los creía muertos.

Prometeo: ¡¿Cómo te atreves a decir eso, anciano?! Nosotros no moriremos hasta haber acabado contigo y tener el dominio del universo. (Parecía molesto por el comentario de Zerus).

Pandora: Tranquilízate Prometeo, él no sabe lo que dice y por eso habla. Al final de cuentas él ha vivido tanto tiempo, que es más seguro que ya esté cansado y no piense con claridad. (Dijo en un tono de burla).

Zerus: (Se cubre la boca con su mano derecha y se logra escuchar una ligera risa en señal de burla) ¿Te has atrevido a decirme que estoy cansado? Bueno, tomando en cuenta tus palabras, ¿Quieres que te cuente un secreto? Mi vida y el universo es uno mismo. El día que la vida del universo llegue a su límite y se extinga, mi vida lo hará al mismo tiempo, así que no les será tan fácil dominar lo que es mío.

Prometeo: ¡Eres un...! (Las palabras de Zerus lo molestaron tanto, que cargó su riem en un instante).

Al mismo tiempo que Prometeo cargó su riem, Pandora hizo lo mismo con su esencia y en menos de un segundo, ambos se movieron a gran velocidad, se posicionaron frente a Zerus, y al mismo tiempo ambos dieron un puñetazo hacia el estómago del dios, y aunque los golpes no le causaron daño físico a Zerus, fueron lo suficientemente fuertes para romper el trono y hacer que el dios finalmente se pusiera de pie y retrocediera un poco.

Cuando el ejército de elfos vio que sus amos iban en serio desde el comienzo, se dispersaron rápidamente y en un instante más, crearon una formación de circulo en la que dejaban a los ángeles y a Zerus en el centro del mismo para así facilitar el blanco a los elfos arqueros, quienes comenzaron a disparar una vez que el circulo se formó en su totalidad.

Obviamente las flechas no lograron herir a Zerus, así que el continuó ignorando a los elfos y se concentró únicamente en derrotar a los ángeles, quienes iban a golpearlo justo después de que las flechas fallaran. Al principio los ángeles se le acercaron por cada uno de sus lados con la intención de golpear al dios por ambos lados, pero a Zerus no le importó y recibió los golpes, ya que no tenía la intención de golpear a los ángeles una vez que lo golpearan.

Aunque Zerus había planeado golpear a los ángeles después de eso, su plan fracasó debido a que los ángeles inesperadamente liberaron una nube de corrupciones que terminó rodeando al dios, pero si le afectaban o no, era algo que no sabía.

Pandora: Veamos qué te parece esto, un golpe no tendría tanto efecto como algo que no puedes tocar mientras te mata lentamente.

Prometeo: Creí que sería más difícil vencerlo, pero tal parece que confió tanto en su poder, pero no se percató de que nosotros...

Zerus: ¡¿Qué no sabía que tenían un plan?! Eso siempre lo tuve en mente. ¿No recuerdan quien los creó?

Su postura de haber sido derrotado le causo una falsa confianza a los ángeles, Zerus se puso de pie de forma imponente y absorbió toda la nube de corrupciones. Pandora y Prometeo sintieron una presión en todo su cuerpo, al igual que un ardor. Las corrupciones iban a salir de su cuerpo por orden del dios del universo, pero eso no sería fácil, ya que habían pasado tantos tiempos juntos.

Legado De Hermandad: Fractura Dimensional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora