Legado De Hermandad: Fractura Dimensional.

Capítulo 46: El ser definitivo

Los tres habían cruzado al universo del riem, Pandora y Prometeo eran superados a pesar de todo lo que intentarán, por parte de Scarneth, ella tenía seguridad de poder acabar con ellos, si al menos no tuviera un tiempo límite para hacerlo.

El lado izquierdo de Scarneth perdió la forma que caracterizaba a los demonios para obtener el poder de los ángeles, las tres alas de demonio se unieron en solo dos que eran blancas y puras completamente nuevas, su cuerno del mismo lado había desaparecido, fuera de eso no había otro cambio notable.

Con sus puños aún hechos fuego avanzó a Prometeo, el extendió sus tentáculos para detenerla, sin embargo, eso no ocasionó nada más que bloquear su vista, solo cuando sintió el poder de Scarneth detrás de él fue que intentó moverse, pero ella ya lo había golpeado en la columna, apareció frente a él golpeando siete veces sus costados intercambiando de lado con cada golpe, finalmente sujetándolo de la cabeza para destrozarle nuevamente de la cara ahora con un rodillazo.

Pandora llegó detrás de ella intentando clavar sus cuchillas en los hombros de Scarneth pero ella solo se movió hacia atrás evitando las cortadas, tomó las muñecas de Pandora y la empujó hacia enfrente para sujetarla del cuello con sus piernas, fue breve pero también una incesante presión que casi le rompe el cuello, Scarneth lanzó a Pandora hacia un muro creado con rocas del espacio y parte de su riem, con lo que Pandora sintió más fuerte el golpe, Scarneth llegó hasta ella en un instante y ya con su espada en mano la rodeó también con riem y la estampó en el estómago de Pandora, destrozando el muro, Scarneth apareció detrás de Pandora a punto de darle una patada que igual que a Prometeo le destrozaría el rostro, sin embargo falló, pero no por mucho, ya que golpeó la mejilla de Pandora, lo que le provocó un gran dolor, ese golpe la mando cerca de Prometeo, mientras que Scarneth parecía inquieta, haberla tomado de los brazos fue mala idea pues Pandora la afecto con la corrupción del dolor y la fatiga, pero solo sería temporal por lo que Pandora se acercó un poco más a Prometeo.

Pandora: esto es absurdo, nos está haciendo ver ridículos. (Su voz se escuchaba agitada).

Prometeo: Lo sé, ya me estoy hartando de esto, pero sin importar que vaya hacia ella con un nuevo plan, vuelvo a ser derrotado. Parece que han mezclado cosas buenas de ambos universos, ya que incluso controlan tanto la esencia como el riem. (Mordió su labio y un hilo de sangre escurrió) A este paso ellos ganarán, así que, si no queremos eso, tendremos que imitar lo que ellos hicieron o al menos lograr algo similar. (Se notaba pensativo)

Mientras hablaba, de repente Scarneth apareció frente a él, lo agarró del rostro y lo lanzó hasta un planeta vacío que se encontraba a lo lejos, y seguido de eso disparó hacia él, esencia que había concentrado en su dedo índice simulando un disparo con pistola.

Ya que había disparado esa esencia, rápidamente se volteó hacia Pandora y se teletransportó hasta estar frente a ella.

Scarneth: (Acaricia su mejilla) Lo siento linda, pero me molesta que hablen mientras estamos en medio de una pelea.

Al terminar de hablar, separó su mano del rostro de Pandora, y al instante el riem tomó la forma de su mano haciéndola parecer un guante, de inmediato la regresó hacia el rostro de Pandora dándole una fuerte cachetada que la mandó a volar por varios metros e incluso cuando el golpe fue dado, se escuchó algo que parecía ser el cuello de Pandora tronando.

Después de que Pandora recibió ese golpe, un círculo con inscripciones en él se formó cerca de a donde se dirigía Pandora, y de él salió Prometeo quien de inmediato sujetó a su compañera evitando que continuara avanzando.

Prometeo: (Susurro al oído de Pandora) ¿Entonces que haremos?

Pandora: No hay tantas opciones, solo hay una cosa que podemos hacer.

Prometeo: En ese caso utilizaremos las restricciones para volvernos un solo ser. Siempre has sido mejor que yo en el aspecto de las restricciones, así que sé que sabes cuáles vamos a usar. (Suspiró) ¡Asimilación! (Expresó con seguridad).

Pandora: será como recrear lo que fue Zerus, pero con quienes si lo merecen. (Juntó sus manos con las de Prometeo) ¡Restricción de condena!

Las corrupciones rodearon a ambos, Scarneth llegó pero sabiendo que tocar directamente las corrupciones podría ser malo se contuvo de golpear aun sabiendo que era una buena oportunidad, las corrupciones cubrieron por completo el cuerpo de ambos y los comprimió aplastando sus cuerpos, sin embargo ellos no sentían ni el más mínimo dolor, las corrupciones se veían como una masa deforme que lentamente fue tomando forma humana, unas enormes alas se veían siendo lo primero en salir de las corrupciones, alas blancas resplandecientes pero en ellas manchas moradas debido a que las corrupciones era una parte de ese nuevo cuerpo, sus brazos quedaron fuera parecían delicados pero bien tonificados, con sus manos fuera tocó las corrupciones de su pecho regresando todas de vuelta en dentro de sí, su cabello amarillo verdoso era muy largo para un hombre pero no rebasaba sus hombros, su rostro aunque un tanto masculino tenía rasgos muy finos, su pecho resaltaba un poco lo que haría dudar si era un hombre o mujer. Sus ojos eran azules cerca de la orilla de la pupila y más cerca del iris se lograba apreciar cierta tonalidad de morado.

Quien resultó de esa fusión llevaba como vestimenta una gabardina ajustada de color gris con ciertos diseños en rojo, debajo de la gabardina llevaba un peto metálico, en su mano derecha llevaba un guante que solo cubría tres de sus dedos y los otros dos estaban libres mientras que en la mano izquierda llevaba un guante que no cubría ningún solo dedo.

Vhell: Inclínense, no hace falta mucho para que mi ser se proclame dios de ambos universos. (La mezcla de ambas voces armonizadas resonaban en el aire) Yo soy Vhell, y dentro de poco obtendré los universos que tanto anhelo acabando de una vez por todas con aquellos patéticos dioses Allheird y Yohanova. Ya no hay mortal ni dios digno de enfrentarme. (El tono de superioridad en su voz era demasiado obvio).

Scarneth: Si que sí, son patéticos estos dioses, los que había hasta este momento al menos ¿Olvidas a esta diosa frente a ti? (Con su mano derecha sacudió su cabello) No existe ser divino que aún pueda desafiarme.

Vhell: ¿Quieres comprobarlo? (Desapareció y reapareció justo detrás de Scarneth) Entonces hagámoslo.

Al sentir a Vhell detrás de ella, Scarneth rápidamente saltó para alejarse, pero en cuanto llegó al punto hacia el que saltó, Vhell ya la estaba esperando.

Vhell: ¿No eras mejor que yo? ¿Entonces por qué no puedes ver mis movimientos? (Preguntó en tono burlón).

Al terminar de hacer esas preguntas, Vhell tomó a Scarneth del cuerno y la jaló hacia si mismo dándole un rodillazo en el rostro. Seguido de ese rodillazo, Vhell la alzó sin soltar su cuerno y la lanzó en dirección a la fractura.