LA NOVIA DE BAKUGOU

C A P I T U L O 2

-La transformación debió debilitar su cuerpo, por eso duerme.

Escuche una voz, pero no me moví. Estaba bastante cómoda y no quería despertarme.

-Sí. Sin embargo, ha estado así por cuatro horas. -Esta voz era más profunda, más demandante, se notaba claramente que se encontraba frustrado por mi situación-. Kirishima, quizás mi pareja haya sufrido daños durante la transformación.

¿Daños?

-No parece haber sufrido ningún daño. -escuche una voz distinta-. Ella es una pequeña humana y quizás necesita más tiempo para recuperarse de la trasformación.

¿Pequeña? Nunca me habían considerado pequeña. Bajita quizás, pero ¿pequeña? Casi era gracioso. No podía mover mi cuerpo para ver quiénes me consideraban otra cosa distinta de mi cuerpo muy curvilíneo y sólido. Era como si acabara de despertarme de una larga siesta, me hacía feliz estar así. Me sentía cálida, a salvo, segura, no al borde de... ¡Vaya!

Mis ojos se abrieron como platos y no veía las grises paredes del interior de las instalaciones de procesamiento, donde había estado los últimos días. En su lugar, parecía estar en una especie de estructura rústica, el techo y las paredes estaban hechas de concreto robusto. No podía ver mucho del lugar, porque tres hombres estaban asomados sobre mí. Mis ojos se abrieron por su imagen. Eran formidablemente animados y... grandes. Jamás había visto a un hombre tan detalladamente fornido, mucho menos a tres. ¿Eran de aspecto?
¿normal?

Todo sobre ellos era irreal. Tenían unos ojos muy expresivos y cabellos de distintos colores, ropa realmente ajustada sobre su piel ligeramente pálida. No lograba relacionarlos con los hombres de cualquier otro país que yo haya visto. Ellos eran únicos. Pero no podía compararlos con nada, ya que el centro de procesamiento no me había enviado a Europa, ni siquiera a América. Me habían enviado a otro Mundo. ¿My Hero Academia?

¿Dónde estaba eso? ¿Qué tan lejos estaba de casa? La especialista Aiko no me dijo qué tan lejos estaba este Mundo antes de deslizar su dedo sobre su pantalla para que me transportaran. Había sucedido muy rápido. Fue como dormirse para una cirugía para luego despertarse sin idea alguna de lo que había pasado durante todo ese tiempo.

Estaba acostada de lado, y ya no me encontraba en esa incómoda silla del cuarto de procesamiento, sino en una cama estrecha. Mis muñecas y mis tobillos ya no estaban atados, por lo que alcé mi mano derecha para pasar mis dedos por los cabellos justo detrás de mi oreja.

Y Sí. Allí estaba detrás de mi oreja. Solté un respiro contenido. El pequeño bulto causado por el implante del departamento de justicia, se trataba de un dispositivo con el cual me prometieron que volvería a casa algún día. Hasta entonces, tenía que sobrevivir como Michiko Matsuko, asesina convicta.

Parpadeé confundida, mientras intentaba orientarme. Toda mi vida había sabido de la existencia de distintas dimensiones, los dibujos animados no solo eran líneas imaginarias creadas por hombres, los dibujos animados eran un mundo independiente, pero los medios nunca nos mostraron imágenes completas de estos mundos. Los únicos que tenían permitido transportarse a otros Mundos eran los especialistas en animación y las mujeres del programa 2Dh... Debido a esto, siempre supuse que el mundo de la animación sería muy diferente al de los humanos, pero estaba completamente equivocada. Estos hombres debían ser ejemplos de este mundo, y eran especímenes muy atractivos y se parecían mucho a los humanos. Atractivos quizás no era la palabra correcta. Intensos, viriles, masculinos. Hermosos.

A pesar de todo, su poder y energía áspera, su gran tamaño y la muy clara posibilidad de que pudieran lastimarme me hicieron retroceder.

La pared se dobló contra mi espalda y tuve que bajar la mano para equilibrarme. Estaba sobre mis manos y rodillas, y las miradas de los hombres pasaron de mi cara a mi cuerpo. Podía sentir el aire cálido de este lugar, donde sea que estuviera, contra mi piel desnuda. Al bajar la mirada noté que definitivamente ya no estaba usando el uniforme de prisionera. Estaba desnuda.