Vikings || ONE SHOTS - IMAGINES ||

46. IVAR.

IVAR THE BONELESS

Pedido por: ¡Todxs!

Advertencias: Uf, si. (+18) Contiene escenas explícitamente sexuales uwu

Continuación del shot anterior.

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46. Extranjera (Parte III)

Su piel estaba tan caliente que podía sentir que me quemaba. Afuera la noche estaba fría pero aquí, en sus aposentos, nuestro calor podía derretir cualquier nieve.

Cerré mis ojos y me deje llevar dominada por la lujuria interna que estaba creciendo en mi. Este vikingo me había gustado desde un principio, pero sentirlo así, tan cerca de mi, tan entregado, me calentaba aún más. Su boca se perdía entre mi boca y mi cuello y fue imposible no suspirar cuando sentí su lengua lamiendo mi piel. Mis manos descontroladas ya acariciaban su espalda, dejándome tonta con lo fuerte que estaban marcados los músculos en ella. Había oído que antes de caminar con muletas, se arrastraba de aquí para allá sin problemas y ahí entiendo el porqué de sus músculos tan marcado en ésta parte de su cuerpo. Sus manos descendieron y en ese momento abrí mis ojos para chocarme con su mirada azul.
Su mano derecha se posó contra uno de mis pechos y me contuve para simular que todo seguía igual pero rápido comenzó a masajearlo, intercalando sus movimientos con las yemas de sus dedos que tímidamente tocaban de mi pezón hasta que quedó completamente erecto.

Mordí mi labio inferior pero, sin darme cuenta, mi intimidad estaba haciendo fricción con la dureza que escondía entre sus piernas. Cuando me alerté de mis movimientos involuntarios me detuve pero él no tenía intenciones de parar. Llevó su mano libre a mi trasero y, después de estrujarlo a su antojo, me nalgueo.

— Sigue moviéndote — me ordenó.

Acate su orden sin protestar, bajando mi rostro para que no vea la sonrisa que me produjo el hecho de que quiera seguir.

No lo conozco, lo sé. Pero me él me gusta.

Continué con mis movimientos hasta que mi débil vestido pareció molestarle provocando que rompa de ambos tirantes de un solo manotazo. Gemi sorprendida aunque, al llevar mi vista a su rostro, noté una débil sonrisa mientras tenía sus ojos fijos en mis pechos descubiertos. Elevó su rostro y llevó una de sus manos a mi cabello, lo recogió en forma de coleta y se las rebuscó para mostrarme lo que quería. Me moví hasta que mi rostro quedó sobre su abdomen y desate el cordón que sostenía sus pantalones. Saqué su miembro ya erecto y lo llevé a mi boca sin dudarlo. Jamás me había gustado hacer dicha acción, pero ver el rostro de total satisfacción que poseia Ivar mientras saboreaba su pene, compensaba todo.

Me atrajo hacia su rostro nuevamente de un movimiento brusco y me besó, incluso, con más pasión que antes. Quizás le había gustado lo que acababa de hacer.

Un remolino de emociones se formó tanto en mi cuerpo como en mi mente. Estaba tan caliente que no me importaba más que el placer que me estaba provocando.

Subió su mano hasta colocarla en mi cuello y me arrojó hacia la cama — Ábrete — me ordenó y obedecí. Se colocó en medio de mis piernas y llevó su mano derecha hacia su miembro pero fui más rápida y lo ayudé.

Tomé su miembro con mi mano y acaricié mi entrada con él, haciendo que ambos nos inundemos de ganas de ser uno ya mismo.

Su mano se ubicó en mi boca y, provocativa, lamí sus dedos provocando que en su boca se abra y gima algo ronco. Volvió en sí y puso de nuevo su mano en mi cuello.

¡Por favor como le gusta la violencia a éste hombre!

— No juegues conmigo — me advirtió.

— No jugaría con alguien que sé que me ganaría.

Apretó sus dientes entre sí y me regaló una sonrisa engreída, estaba de más decir que le gustaba tanto lo que decía como lo que hacía, así que, sin más, conduje su miembro a mi intimidad, uniendonos finalmente.

Él abrió su boca en clara señal de que le gustaba lo que viviamos. Y, ¿Para que mentir? A mí también.

Se aferró a los hierros de la cama y comenzó a penetrarme con una fuerza salvaje, con movimiento bruscos, acompañados del suave calor que salía de su boca.
En confianza, llevé mis manos a su espalda e intenté sostenerme mientras sentía que la cama duraría poco en pie. Mis uñas lo arañaban con fuerza, pero era gracias al increíble placer que estaba pasando. Comencé a gemir sin vergüenza, sin importar en lo más mínimo si era mi último día de vida. Al menos moriría teniendo mi última noche de satisfacción, como hace mucho no tenía.

— Grita mi nombre — lo oí murmurar mientras seguía penetrandome. — ¡Dilo!

Apenas sabía su nombre pero creo que él también sabía que mi orgasmo estaba cerca.

— ¡Ah! ¡Ivar!

— ¡Más fuerte! — exigió mientras yo también intuía que él estaba llegando a su punto perfecto. — ¡Grita mi maldito nombre!

— ¡Ah! — gemi una vez más. — ¡Ivar!

Y grité una vez más cuando sentí como todo mi ser explotaba lujuriosamente. Él me penetró dos veces más y también lo oí gemir roncamente, robando una sonrisa de mi boca.

Con cuidado salió de mi y se dejó caer a mi lado mientras tratabamos de seguir un ritmo normal al respirar.

¿Y ahora? ¿Qué será de mi?

•••

Que calor, che...

En mi mente analizo una y otra vez el hecho de subir historias nuevas pero siempre me niego al ver la cantidad que tengo inconclusas pero, ¿quieren saber algo?

Tengo ganas de hacer éstos últimos shots más largos y hacer una mini historia 😏