Vikings || ONE SHOTS - IMAGINES ||

16: ALEX.

ALEX HØGH ANDERSEN

Advertencia: Lenguaje adulto.

Resumen: Si han leído mi historia "Tonta Casualidad" éste sería el punto de vista de Alex en el capítulo 2, donde conoce a Emma.

Dedicado a CorpsexGhuleh Gracias por la idea, ¡sos una genia! Estoy segura que por tu idea, incluiré este capítulo más adelante en la historia 😘

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16. Tonta Casualidad.

Narra Alex.

Me encontraba en la casa de Marco, ya que después de la fiesta de anoche había decidido dormir acá.
Me había puesto bastante ebrio como para conducir mi moto hasta mi piso, por lo que fue lo mejor estar acá.

En mi vida, todo iba como debía ser.
La serie era un éxito. Los fans nos adoraban. Mis compañeros se habían vuelto mis amigos. Estábamos de fiesta en fiesta. Mi personaje gustaba bastante. Y mi hobbie con la fotografía se estaba volviendo una pasión.

Todo parecía ir bien, ¿verdad?
Sin embargo, sentía como si algo me faltara en la vida. Sentía un vacío, un hueco que ni todas las fiestas ni todo el éxito del mundo pudieran llenar.

Chicas jamás me habían hecho falta, mucho más desde que Vikings me había vuelto famoso, sin embargo, algo en esas chicas no llegaba a enamorarme. No busco enamorarme, claro, pero las mujeres suelen impresionarse por la fama y el dinero, y al fin y al cabo, terminan por cegarse del éxito.

— ¿En qué piensas? — me pregunta Marco, mientras daba otro sorbo al café que había ido a comprar a Starbucks para sacarnos un poco la resaca de anoche.

— Cosas — solo atiné a contestar.

Marco amaba su soltería. No seré hipócrita, mujeres nos sobran, y por eso sé que él no entendería el vacío que me está carcomiendo hace algún tiempo.

— ¿Cosas como las que hiciste anoche? — pregunta con media sonrisa.

— En realidad...no recuerdo mucho lo que sucedió anoche — doy otro sorbo y al elevar la vista observo como el cielo se volvió totalmente negro — Es mejor que me vaya a casa. Volveré a dormir sino mañana no llegaré a las grabaciones.

— De acuerdo, ¿te llamo un taxi? — pregunta mientras lleva su vista al cielo — Creo que el mundo se vendrá abajo.

Chiste con mi lengua y negué — Naa. Iré con la moto, estaré bien solo son un par de cuadras.

Nos despedimos y emprendí el viaje de regreso.

El dolor en el pecho seguía allí.
¿Cómo mierda podría encontrar una mujer desinteresada en este mundo?
No es por juzgar, pero he tenido una intensa mala racha con las mujeres interesadas, tantas, que estoy seguro que cualquiera que conociera ya sabría todo sobre mí.

Eso daba escalofríos, y si, justo cuando la lluvia comenzó a caer. Y no era solo una simple llovizna, una intensa tormenta se había hecho presente.

Ensimismado en mis pensamientos, aceleré la velocidad para llegar a mi piso. Me detuve en un semáforo, pero al ver que nadie más que yo estaba allí, decido cruzar en rojo cuando de la nada, una chica intentó cruzar a las corridas la calle.
Frené lo mejor que pude, pero fue inevitable que un pequeño impacto no fuera contra la pierna de la pobre chica, mientras que yo fui expulsado un par de metros.

— La puta que me parió — no sé en que idioma habla, pero estoy casi seguro que eso fue un insulto.

La lluvia caía a baldazos y debo admitir que sentía un leve mareo por el impacto. No ví sangre así que supuse que no le había hecho nada de gravedad.

— ¿Estas bien? — logro preguntar aún con el casco puesto.

— ¡Estúpido clima cambiante de Irlanda! — ¡¿Pero que había dicho?!

— Lo siento, no te entiendo. ¿Hablas inglés? — me preocupé. Ya no sé si ella estaba hablando en otro idioma, o por el golpe nadie entendía nada.

Caminó tambaleante hasta los escalones del apartamento más cercano y se sentó allí.

— ¿Estas herida? Te llevo hasta el hospital, ven — intenté acercarme a ella sacándome el casco y ahí fue la ví.

Su pelo oscuro estaba pegado a su rostro, al que solo pude notar su delicado perfil. Noté como aún estaba hablando, sino me equivoco en español, mientras su ceño fruncido me mostraba lo furiosa que estaba.

En inglés me aclaro que se encontraba bien, pero insistía en no mirarme a la cara. Acababa de arrollarla, era entendible.

Intentó ponerse de pie y caminar, pero volvió a caer. Me acerqué a ella ya curioso por conocer su rostro, y al cabo de varias preguntas e insistencia me miró.

Sus ojos verdosos eran lo que más me llamó la atención. Ambos nos habíamos quedado en silencio, observandonos como idiotas mientras la lluvia aún insistía en caer sobre nosotros.

Sentía como si la conociera, como si todo en ella encajara de manera perfecta en mi vida.

¿Quien es esta chica? ¿De dónde salió?