10: HVITSERK.

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HVITSERK RAGNARSSON

Advertencia:  Ninguna.
Resumen: Tyra es una esclava de la reina Aslaug. Su corta edad y su belleza logran captar la atención de los hijos de la Reina, pero a uno en particular.

Pedido hecho por: AgusBolso

Espero que te guste, gracias por la confianza ❤️

*

10. Esclava de nadie.

Servía el vino en la copa del amo Ivar una vez más. Las constantes miradas que sufría cuando estaba cerca de los Ragnarsson llegaban a intimidarme y hasta incomodarme por demás.
No era la primera vez que sentía sus ojos en mi cuerpo. Tanto de Ubbe, Hvitserk, Sigurd y hasta el mismísimo Ivar.

No habían querido propasarse conmigo demasiado, aunque Hvitserk era quien trataba de tenerme cerca siempre.
Cada vez que alguno de sus hermanos me encomendaba una tarea, siempre decía que él me necesitaba, que buscaran a otro esclavo para el labor.
Lo cierto es que mentía descaradamente. No sólo no tenía ninguna tarea para encomendarme, sino que solo me exigía que me quedara a su lado sin nada más que hacer, que observarlo practicar, sin emitir palabra alguna durante el tiempo que nos quedaba la allí.

— Necesitaré que vengas conmigo ,Tyra. Necesitaré ayuda con unos trastos cerca del granero — me ordena el amo Ubbe, mirándome fijamente.

— Si, amo. — contesto con la cabeza gacha, aunque sé que no necesita ayuda de nada. Ya ha tratado de poseerme, pero las veces que lo ha intentado siempre algo me había ayudado. Claro está que ahora no tengo escapatoria.

— Yo te ayudaré, hermano, ¿Qué es lo que necesita hacer? — le pregunta Hvitserk, girando su rostro para observarlo con detenimiento, al mismo tiempo que mueve su mano para indicarme que le sirva más vino.

— Algo mío, Hvitserk. No te pedí ayuda a ti.— contesta cortante el mayor.

— Pues...si necesitas ayuda de una débil esclava, ¿Porque no podría ayudarte yo? — pregunta y siento una punzada en el pecho al oír la manera denigrante en que me ha nombrado como débil.

*

Finalmente he venido junto a Ubbe a las afueras del granero. Trajo consigo una carretilla con algunas herramientas, mientras yo traía unos pesados bolsos cargados de uno vaya a saber qué. Al ser esclava, no me molesto por preguntar.

Al llegar, Ubbe arroja la carretilla hacia un costado, y me mira con detenimiento de abajo hacia arriba.
Sus ojos celestes me intimidan, por lo que trato de esquivar su pesada mirada, observando fijamente el suelo.

— Sabes...siempre creí que eras demasiado bella para ser una esclava...— murmura por lo bajo, acercándose lentamente a mí. Aún estamos afuera del granero, por lo que imploro que algo nos interrumpa.

— ¿Qué es lo que debo hacer, amo? — pregunto temerosa, tratando de evitar su tacto corriendome hacia atrás y sujetando con fuerza el bolso entre mis brazos.

— Primero tiraras ese bolso — nisiquiera deja que lo haga, ya que él mismo es quien lo arroja al piso de un fuerte golpe, asustandome — y ahora, entraras conmigo al granero.

Su voz se oye cercana, casi pegada a mi oído. No puedo moverme, por más que le rogara por favor no entrar, no soy nadie, no soy nada para ellos. Si ellos desean acostarse conmigo, pegarme o incluso matarme, nadie intervendrá.

— Por favor...— digo casi inaudible. El llanto va acumulandose en mi garganta, y siento como mis ojos se ven inundandos de lágrimas.

Ubbe sisea sobre mi cabeza, la cual sujeta con una de sus manos, mientras la acaricia con suavidad. No espera esto, pero sé que es inútil ilusionarme. Sólo soy una esclava más para él.

De pronto, unas fuertes pisadas se hacen eco en mis oídos. Escucho a Ubbe reír, al mismo tiempo que las pisadas las siento casi detrás de mi cuerpo.

— ¡¿Para ésto querías ayuda?! — pregunta enojado Hvitserk, quien nos mira a ambos con furia.

— Ve a casa, Hvitserk. — le contesta Ubbe.

Subo apenas mi mirada, la cual aún se encuentra llena de lágrimas a punto de caer, y casi le suplico con ellas que me saque de aquí. Sé que puede ser inútil, pero al menos espero generar algo de lástima en él.

— Ubbe, puedes tener a cualquier mujer...

— Si, lo sé, hermano. Por eso estoy ahora con Tyra — gira su rostro, y coloca una de sus manos sobre mi mejilla, acariciandola suavemente mientras siento que mi llanto en cualquier momento explotará.

— ¡No la toques! — grita Hvitserk, al mismo tiempo que me toma con fuerza del brazo y me jala hacia él, poniéndome protectoramente detrás de su cuerpo.

Ubbe tuerce su rostro y lo mira con confusión — ¿Y a tí que es lo que te pasa, Hvitserk? Es una esclava, no seas posesivo. Deja que yo también disfrute un poco de ella.

Intenta tomar mi brazo por encima del cuerpo de su hermano, pero éste lo apartamento con fuerza, poniéndome totalmente detrás de su anatomía.

— Te lo estoy pidiendo de buena manera, hermano. No vuelvas a tocarla — su tono de voz cambia rotundamente, como si fuera que su enojo creció aún más — Nunca más.

Ubbe, después de pensarlo por escasos segundos, sonríe y mira hacia un costado, como pensado la situación — Si tanto la deseas...

Sin decir más, se da media vuelta y sigue su camino, dejándonos solos y a mí, en particular, bastante aturdida. Quisiera preguntarle porque lo hizo, porque me defendió así. Cómo también quisiera agradecerle por salvarme de Ubbe, pero antes de elegir mis palabras, es él quien habla.

— No vuelvas a acercarte a ninguno de mis hermanos, ¿entiendes? Y si algunos de ellos te pide...— vacila, como pensando que palabra decir exactamente — ...ayuda, aceptas pero vienes y me lo dices a mí, ¿Está claro?

No contesto. No porque no quiera, sino porque mi mente se encuentran más confundida aún.

— No quiero que ninguno vuelva a tocarte — me murmura.

Sin previo aviso, besa la comisura de mis labios, dejándome plasmada ante su acto. Me atrevo a subir mi mirada y lo encuentro con su mirada fija en mi boca, y una mediasonrisa en la suya.
El simple tacto de sus labios cerca de los míos, provocó un escalofrío por todo mi cuerpo.

— Pronto ya no serás esclava de nadie. Lo sé.

Vuelve a sonreír, y se marcha.
Se marcha dejándome tonta y aturdida.
Confundida y esperanzada de sus palabras.

Vikings || ONE SHOTS - IMAGINES || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora