Vikings || ONE SHOTS - IMAGINES ||

39. ALEX.

ALEX HOGH ANDERSEN.

Pedido por: mi. Una escena de la historia que ALGÚN DIA subiré.

Advertencia: Ninguna, pero haré una aclaración: Sé que muchas quieren smut, pero a partir de ahora, eso lo dejaré solo para mis historias. Por ahora, aquí solo habrá poco y nada.

Sepan disculpar.

**

39. ¡Especial cuarentena!

— Esto será difícil...— largo un fuerte suspiro después de dejar caer mi bolso sobre el colchón.

La cuarentena me ha dejado lejos de mi familia, a kilómetros y kilómetros de distancia. Por cuestiones de trabajo, hemos estado grabando en diferentes áreas del país, compartiendo viaje con diferentes pasajeros, por lo que el aislamiento nos tocó a todos juntos.

Grabar en Vikings ha sido la gran oportunidad de mi vida, pero admito que no me divierte tanto el pensar que estaré encerrada aquí vaya uno a saber cuanto tiempo lejos de la gente que amo.

De repente, unos brazos musculosos me envuelven desde mi cintura y me estrujan contra su cuerpo. — ¿Sabes que lindo será tenerte todos los días para mí? — me murmura contra mi oído.

Alex.

Al interpretar a una de las parejas más pasionales de la era vikinga, Ivar The Boneless y Lena, la hija de Freyja, nos fue imposible no comenzar una relación clandestina. Ambos sabíamos que estaba totalmente prohibido y que nadie podía enterarse, dado a que corría riesgo nuestra profesionalidad por involucrarnos sentimentalmente con un compañero, pero fue una pasión imposible de detener.

— Creo que tu cuarto queda del otro lado del pasillo — me giro sobre mi misma y cruzo mis manos por detrás de su nuca.

— Tal vez. Pero será mi habitación de dia. No creerás que te dejaré durmiendo solita todas estas noches aquí, ¿verdad? — junta mis labios con los míos y no puedo hacer más que seguirle el beso hasta que el sonido de la puerta nos obliga a separarnos rápido.

Después de golpear dos veces, Jenni, actriz que interpreta a Judith, entra a mi habitación — Lo siento, chicos pero Michael nos hablara vía Skype. Todos nos reuniremos en el living.

Ambos asentimos simulando que no estábamos apretujandonos hasta que ella nos interrumpió.

— ¿Están bien? Alex, luces agitado. — le avisa a mi compañero mientras ella luce preocupada.

— ¿Yo? No, es que... Verás, la valija de Bella estaba muy pesada.

Ella frunce su ceño viendo como hay una sola valija, la cual tenía ruedas y solo un bolso sobre mi cama. — ¿Te costó traer ese bolso? — pregunta sonriente.

Alex balbucea mientras Jenni arruga su ceño, como recordando algo. — Estás igual de agitado de cuando te encontré en el camarin la otra vez... también con Bella — me mira ésta vez a mi y no se que cara poner. Esa vez también casi nos agarra en una situación mucho peor.

Sus grandes ojos azules van de mi compañero a mi, tratando de descifrar quien de los dos puede decir algo.

— ¿Me estoy perdiendo de algo aquí?

— ¿Algo como qué? — pregunto riendo nerviosa. — Nos llevamos bien y pasamos tiempo juntos por nuestros personajes.

— Yo no me encerraba en el camarin con nadie — me recrimina mientras cruza los brazos y parecer estar muy cómoda con nuestra incomodidad. — Son jóvenes, los entiendo. Sus escenas son de verdad ...ufff — resopla — calientes. Pero saben que está prohibido relacionarse sentimentalmente entre nosotros, ¿verdad?

— ¿Nosotros?

— ¿Sentimentalmente? No, ¿De dónde sacas eso?

Ambos comenzamos a hacer movimientos estúpidos y nerviosos mientras que reímos consumidos por nuestro nerviosismo al vernos tan expuestos.

Jenni sigue cruzada de brazos mientras afirma con su cabeza — Definitivamente ustedes están saliendo.

— No. — niego rotundamente.

— Bueno, si — aporta Alex mientras yo negaba. Lo miro sorprendida sin creer que lo haya admitido. — ¿Qué? No me mires así. Ella ya lo sabe, se dió cuenta, es obvio.

— ¡Ustedes son obvios! — grita Jenni riendo. — Chicos, ¿Saben en los problemas que se meterán? Probablemente falten como tres o cuatro temporadas más para el final de la serie, ¿cómo harán para mantener esto en secreto?

— No es algo que buscamos, Jen, lo juro — me justifico mientras me acerco a ella e intentó rogarle — Ya veremos que hacemos pero por favor, no le digas a nadie. Por favor, por favor, por favor, por favor.

— No le diré a nadie, chicos. Pero deben saber que viviendo aquí todos juntos por semanas, no será difícil darse cuenta. ¿Se imaginan que Alexander lo sepa? ¡Ya lo sabría todo el elenco!

Alex y yo nos miramos sin saber bien que decir. Jenni tiene razón y aunque nos esté retando de manera maternal, los dos sabíamos que tenía toda la razón.

*

Llegada la noche, no podía dormir. El sermón de Jenni estaba dando vueltas en lo cabeza, dándome cuenta de cuánta razón tenía. Lo nuestro era peligroso y podía costarnos hasta nuestros papeles en la serie. Oigo como la puerta de mi habitación se abre y dirijo mi vista allí, notando como Alex entra a ella solo con un jogging negro, sin remera ni calzado.

Levanta las sábanas y se mete rápido abrazándome por detrás de mi cuerpo. Aspira y suspira junto a mi cuello, causándome cosquillas.

— A que no puedes dormir por lo que Jenni nos dijo hoy. ¿Acerté?

Suspiro — Si, acertaste.

— ¿No pensarás que la mejor opción es que nos separemos, o si? — cuestiona con un leve tono de susto en su voz.

Me giro sobre mi misma para observarlo — No es lo que quiero, Alex, pero al parecer no estamos haciendo las cosas bien.

— No quiero separarme de ti, Bella.

— No tenemos opción — le contesto con una angustia gigante creciendo en mi interior. Quería a Alex, había llegado a crecer un sentimiento dentro de mi que nunca ante había sentido.

— Hay otra — contesta dándome un corto beso en la punta de mi nariz. Lo miro sin entender — Podríamos decir la verdad. Podríamos decir que nos enamoramos, somos humanos, Bel.

— ¿Tú estás enamorado de mi? — era la primera vez que Alex me confesaba algo así. Nos queríamos, pero jamás sentimos la necesidad de decir que tan enamorados estábamos el uno del otro.

— ¿Tú no de mi? — cuestiona asustado.

Sonreí y lo besé.

¿Acaso necesitaba que se lo diga?

— Estoy tan enamorada de ti como Lena de Ivar.

Carcajeó por la comparación. — Pues... Yo creo que estoy tan loco por ti como Ivar lo estuvo por Lena.

Me mordí mi labio inferior mientras observaba su boca. Esos labios carnosos y su sonrisa perfecta me habían cautivado desde los primeros ensayos. No había sido difícil enamorarme de él.

— ¿Es nuestra primera noche juntos aquí y te la pasaras mirándome?

Devoré su boca antes que pueda seguir hablando.